"comunidad" Bauman
Enviado por Jacob Guerrero • 11 de Septiembre de 2018 • Ensayo • 1.763 Palabras (8 Páginas) • 1.657 Visitas
Ensayo de libro “Comunidad en busca de seguridad en un mundo hostil” de Zygmunt Bauman
Durante este ensayo se hablará hasta dar la mejor explicación de lo que es una comunidad, tal como lo hace el libro “comunidad en busca de seguridad en un mundo hostil” en donde su autor, Zygmunt Bauman nos explica a lo largo de ** capítulos lo que es realmente una comunidad, su papel en la sociedad, el comportamiento de ésta a lo largo de toda la historia del mundo, y de cómo esta puede cambiar hasta ser totalmente algo diferente a lo que cada uno de nosotros percibimos como una comunidad
La palabra comunidad es una de esas palabras que pueden producir una buena sensación, como las palabras “amor” “felicidad”, “satisfacción”, etc. Es por esto que siempre al escuchar o pensar en esta palabra podemos suponer que está bien tener una comunidad o estar en comunidad, tanto es así esto que se puede llegar a pensar que la comunidad, por ninguna razón tendrá la culpa en los errores de convivencia, pues nuestro pensamiento llega a estar tan equivocado que suponemos que al tener errores ya no es una comunidad; como si la comunidad fuera siempre algo bueno que jamás tendrá porque tener errores.
Hoy, comunidad es sinónimo de paraíso perdido, aunque un paraíso que todavía esperamos encontrar en nuestra búsqueda febril de los caminos que nos pueden llevar a él. Pero el privilegio de estar comunidad tiene un precio
Una sugerente reflexión sobre la tensión en la que se encuentra sometido el hombre actual, en encapsulado entre dos fuerzas contrapuestas e igualmente poderosas: la búsqueda de pero parece privarnos de seguridad, que nos empuja a integrarnos en el seno de la comunidad, y el impulso de libertad que, indefectiblemente, nos arranca de la misma.
Cualquier ser humano siente en sí una pulsión de pertenencia, una necesidad de saber que no está solo y que sus propios anhelos son compartidos por otros.
Es común también que imaginemos un lugar con características del tipo: cálido, tranquilo, confortable, pacifico, o con gran variedad de cosas que nos agraden, pues una “comunidad” es lo contrario a lo que nos disgusta o asusta; como si nuestra comunidad fuera aquel refugio contra la lluvia en el que ningún tipo de mal del exterior nos puede tocar o amenazar, un refugio donde las personas pueden ser amigos, podemos confiar en los demás y ellos en nosotros, pues todos somos conocidos, si cometemos algún error nadie nos criticará y en lugar de ellos buscaran la forma de ayudarnos a mejorar, estaremos tranquilos de que al llegar tiempos difíciles las personas que nos rodean serán solidarias y no se harán preguntas antes de ir rápidamente a ayudarnos, simplemente nos darán su mano para ayudarnos en todo lo que este a su alcance y hasta aún más allá de lo que puedan, en un lugar así estaríamos sin ningún tipo de problema o preocupación, seria nuestro lugar seguro, donde podríamos estar tranquilos de que todo estará bien, en fin, podría parecer algún tipo de utopía donde todo lo que existe es idealmente bueno. Pero hay que aclarar que nada de lo anterior es en realidad una comunidad, así es, por más que se trate o se quiera creer que una comunidad es el bello momento o lugar donde todo es perfecto, una verdadera comunidad es algo muy diferente.
La comunidad nos promete seguridad pero parece privarnos de la libertad, del derecho a ser nosotros mismos. La seguridad y la libertad son dos valores igualmente preciosos y codiciados que pueden equilibrarse hasta cierto punto, pero que difícilmente se reconciliarán jamás de forma plena. Es improbable que se resuelva nunca la tensión entre la seguridad y la libertad, y entre la comunidad y la individualidad.
En realidad todo aquello que provoca en nuestra imaginación la palabra “comunidad” es lo contario a todo lo que puede llegar a representar una verdadera comunidad; lo que se viene a nuestra mente con esta palabra es todo aquello que nos hace falta para lograr sentirnos con una buena seguridad y poder tener una confianza a las demás personas con las que convivimos cada día, la comunidad es todo a lo que tristemente nos es imposible acceder pero que por la necesidad tan urgente de seguridad anhelamos vivir.
Una comunidad que realmente existiera exigiría nuestra preciada libertad a cambio de un puñado de seguridad, y es aquí donde entra la verdadera problemática: ¿Qué se debe escoger? ¿Se debe dar la libertad a cambio de seguridad? O ¿se debe vivir con total libertad pero sin ningún tipo de seguridad?, esto es algo que se puede asemejar a lo que pasaba con cada uno de nosotros al ser niños, entregamos nuestra total libertad a los padres y a cambio recibimos una completa protección, pero en los momentos en los que decidimos recuperar y usar nuestra propia libertad, también estamos despojándonos de la única seguridad que podríamos tener. En la mayoría de los casos al pasar esto sufrimos diversos tipos de accidentes de los cuales aprendemos que la seguridad es algo indispensable en nuestra vida diaria pero al mismo tiempo es tan inalcanzable por nosotros mismos.
Otros ejemplos de estos son los momentos en los que queremos entrar a una determinada comunidad (una verdadera comunidad), esta nos exigiría obediencia estricta a cambio de los servicios que nos ofrece o que promete ofrecernos. ¿Quieres seguridad? Dame tu libertad, o al menos un buen trozo de ella. ¿Quieres confianza? No confíes en nadie fuera de nuestra comunidad. ¿Quieres entendimiento mutuo? No hables a extraños ni utilices idiomas extranjeros. ¿Quieres esta acogedora sensación hogareña? Pon alarmas en tu puerta y cámaras de circuito cerrado de televisión en tu calle. ¿Quieres seguridad? No dejes entrar a extraños y abstente de actuar de forma extraña y detener extraños pensamientos. ¿Quieres calidez? No te acerques a la ventana y nunca abras una. La desventaja es que si sigues este consejo y mantienes selladas las ventanas, el aire de dentro pronto se viciará y terminará haciéndose opresivo.
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