RECLUTAMIENTO DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
Enviado por jramos21 • 12 de Diciembre de 2016 • Biografía • 1.988 Palabras (8 Páginas) • 439 Visitas
PROMOCION Y EJERCICIO DE LOS DDHH
ACTIVIDAD 1.2
PRESENTADO POR:
JUAN NORBERTO RAMOS DELGADO
PRESENTADO A :
MELISSA ANDREA SANCHEZ RODRIGUEZ
SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE SENA
2016
RECLUTAMIENTO DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
El reclutamiento de niños, niñas y adolescentes por parte de grupos armados al margen de la ley (Guerrilla) y grupos delictivos organizados (bacrim),) es una práctica que se ha venido presentando en Colombia con frecuencia. Las víctimas de este delito son niñas, niños y adolescentes, incluyendo indígenas y afrocolombianos, la mayoría entre los 12 y 17 años.
El reclutamiento y la utilización de niñas, niños y adolescentes por grupos armados ilegales es una de las manifestaciones más crueles de la vulneración de los derechos de la niñez, es una violación de los derechos humanos, una infracción del Derecho Internacional Humanitario (DIH), un crimen de lesa humanidad y un crimen de guerra, de acuerdo a los tratados internacionales. Esto ha originado el desplazamiento forzado de familias e inclusive de comunidades enteras.
Existe un compendio de normas en el país, que propenden por la protección de la infancia, por ejemplo la ley 1453 del 2011, que consagra una herramienta específica para la protección de los niños y las niñas utilizados para la comisión de delitos; esta ley en su artículo 7 tipifica como delito, la utilización de una persona menor de 18 años e impone una pena de prisión entre 10 y 20 años.
Teniendo en cuenta que el reclutamiento forzado es uno de las vulneraciones que más afecta a nuestros niños, niñas y adolescentes, atentando contra su futuro y proyecto de vida, es necesario generar acciones desde el Estado, la sociedad y la familia que permitan prevenir los factores de riesgo y garantizar sus derechos, atendiendo el principio de corresponsabilidad que enuncia la Ley 1098 de 2006.El riesgo tiene que ver con la amenaza, la falta de garantía de derechos y con la vulnerabilidad de nuestros niños, niñas y adolescentes que está relacionado con la falta de protección integral por parte del Estado. En este caso, el riesgo responde a la vulneración falta de garantía y no al modus operandi que utilicen los grupos reclutar. Aunque podrían relacionarse de alguna manera, no depende el primero del segundo.
Es decir, el reclutamiento puede darse por la fuerza, intimidación, amenaza, coacción o por seducción, invitación, engaño. Lo que debe buscar una política de prevención del reclutamiento y utilización es eliminar el riesgo y contrarrestar las situaciones de vulnerabilidad, independientemente el modus operandi de los grupos armados al margen de la ley.
Las dinámicas de riesgo, de acuerdo al CONPES 3673 de 2010 “política de prevención del reclutamiento y la utilización”, están relacionadas con los espacios donde se encuentran los niños, niñas y adolescentes, existe presencia de grupos armados al margen de la ley y grupos delictivos organizados que los reclutan y utilizan; así mismo, se presentan diversas formas de violencia y explotación por parte de sus familias y sus comunidades; la oferta institucional para el pleno ejercicio de sus derechos es poco pertinente, eficaz y adecuada al contexto; y los entornos familiar , comunitario y redes sociales los desconocen como sujetos de derechos.
Todas las niñas y los niños tienen derecho a la protección, conforme se establece en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. Por tanto, es necesario que sus entornos familiar, comunitario e institucional respeten y garanticen sus derechos desde la perspectiva de protección integral, el interés superior del niño y prevalencia de sus derechos.
De acuerdo a los principios consignados en la Ley 1098 de 2006 o Código de Infancia y Adolescencia, en particular el de corresponsabilidad (artículo 10) en el cual se establece que la familia, la sociedad y el Estado, son responsables de la atención, cuidado y protección de los niños, niñas y adolescentes. Para avanzar en la protección y el reconocimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes es necesario concientizar, movilizar y sensibilizar a toda la comunidad, la familia e instituciones como la escuela, las iglesias, las autoridades municipales, y organizaciones sociales, con el fin de asegurar el desarrollo integral de la infancia y la adolescencia. Para avanzar en la protección y el reconocimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, es necesario concientizar, movilizar, sensibilizar y coordinar a toda la comunidad y sus diversas instituciones como la familia, la escuela, el colegio, las iglesias, el municipio, las instituciones y organizaciones sociales, para asegurar un auténtico desarrollo de la infancia y la adolescencia. Para ilustrar la problemática y la búsqueda de soluciones de carácter comunitario a este flagelo, que afecta a nuestras futuras generaciones, se presenta el caso de Norberto, un niño indígena, que se aferró a sus sueños de defender a su comunidad y a su familia de este cruel y negro destino:
“La vida es difícil de vivirla pero luchemos por vivir todos en paz”
Mi historia comienza desde los 11 años, desde ahí les cuento, porque en ese tiempo comienza mi más grande pesadilla. A esa edad llega un grupo armado a mi resguardo, que tenía como objetivo los cultivos ilícitos y apoderarse de mi resguardo, y ellos cumplieron su objetivo. Desde ese entonces comienzan a llegar personas de muchas partes del país y con la llegada de ellos comienza la tala despiadada de árboles y la destrucción de fuentes de aguas; con ellos llegaron también sitios y vicios de corrupción como: bailaderos, armas, drogas, y muchos grupos armados por la disputa del territorio donde más coca se producía.
Con el pasar del tiempo vi que muchos de mis amigos fueron reclutados por la guerrilla y vi también a muchos de ellos morir.
Pasaron varios años de pesadilla. Un día a mi mamá y a mi papá los invitaron a una reunión del resguardo. Era la primera vez que yo escuché la palabra de resguardo y fue en esa reunión. La gobernadora de ese tiempo aconsejaba a todos con las siguientes palabras: Compañeros no vendan sus tierras, que después sus hijos y nuestros hijos necesitarán esa tierra. Nunca olvidemos nuestros usos y costumbres. No sembremos esa mata, que es mala y que traerá muerte para el pueblo. Sus palabras siempre estarán en mi mente y nunca se me saldrán de mi memoria, lo único malo fue que nadie hizo caso a esas palabras y ya verán las cosas que pasaron.
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