AUTOBIOGRAFÍA

A U T O B I O G R A F Í A.

Yo nací el 10 de junio de 1960, en un pequeño lugar de nombre “El Torito”, municipio de Acula Ver., asentado en la Cuenca del Papaloapan, muy cerca de Cosamaloapan.

MI nacimiento fue parto natural, mi madre me amamantaba muy bien pero ya pasado los días estuve delicado de salud, pues dejé de comer.

Con remedios caseros de la época y atendido por un químico llamado Diego Heredia pude superar la crisis y salir adelante.

Ya cumplido meses más meses menos, pude superar la situación de la enfermedad y me recuperé. Fui muy sano.

Provengo de una familia de condición humilde, mi madre ama de casa, mi padre campesino, dedicado a trabajar en el campo por un jornal en donde ganaba veinte pesos al día. Por tanto me crié en ese ambiente y aprendí a temprana edad a montar a caballo y a apoyar desde muy chico a mi papá en las labores agrícolas.

Todo fue simultáneamente, las labores de la casa, la escuela y el apoyo a mi papá en las labores agrícolas; me encargaba de darle atención a los animales en cautiverio (cerdos encerrados en chiqueros, gallinas, patos, etc. acarrear el agua para uso de la cocina a tiro de hombro desde una distancia de 400 m. buscar leña, para cocinar y algo más.

Aprendí a leer a temprana edad acudiendo a clases particulares con la madrina Lelita, ella me enseño mis primeras letras, aah y los números; claro que cuando llegué de nuevo ingreso a la escuela primaria ya sabía algunas cosas sobre todo leer.

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Como olvidar aquellos días en que se entraba a clase a las ocho de la mañana se salía a las doce treinta del día y ya por la tarde se regresaba para realizar las actividades tecnológicas. Aquel rico chocoleche que te servían acompañado por una torta, un pan embarrado con frijolitos, ¡mmmm! Ja,ja,ja, en serio que se convivía con los compañeritos de la época.

Siendo estudiante de la primaria solo tuve tres profesores: La maestra Aidé Alceda Muñoz, ella me impartió primero y tercer grado, la maestra Rosita segundo y cuarto grado, quinto grado inició un maestro que luego se fue y llegó el maestro José Luís Campos Cuellar que ése me impartió quinto y sexto grado

Mi paso por la primaria estuvo muy limitada de vivencias dado que era un niño que tenía que pensar en lo que debería hacer para ayudar a mis papás porque siempre como familia nos hemos apoyado todos.

Sin embargo, cómo olvidar aquellos días en que algunas cuentas como se me dificultaban en la escuela y en algún momento lo comenté con mis papás y ellos de inmediato decidieron solucionar mi situación. Mi padre habló con el Tío Juan Domínguez… Señor de recia figura, seguro de sí… con cuerpo encorvado y cabellera blanca de edad avanzada…, pero cuan inteligente; era un erudito de las matemáticas prácticas. A él le aprendí lo necesario para no olvidarlo nunca. Me dio de alta, me gradué con él…, dijo que estaba a gusto con mi desempeño. Al poco tiempo falleció... me dio tristeza.

Debo aclarar que el apoyar en las labores del campo a mi padre era por iniciativa propia, porque ellos siempre le daban prioridad a la escuela; por ello cuando llegaba de estudiar ya mi mamá me esperaba con la comida lista para llegar, comer, e irme a llevarle la comida a mi padre a donde anduviera trabajando; aunque a mi me gustaba comer con él en el campo y en ocasiones no comía en casa sino que me llevaba el alimento y comía con papá…¡ que gusto me daba hacerlo… Ja, ja,ja, ésa alegría causada en aquel tiempo es la que hoy me mantiene vivo, firme y decidido para apoyarlos siempre; lo sostengo.

Mi padre no era propietario de tierras o de alguna parcela ejidal, sin embargo; con amigos y demás, siempre tenía espacios para sembrar alguna planta que pudiera generarle beneficios para la familia pero eso lo hacíamos cuando dedicábamos el tiempo porque el trabajo para devengar un jornal no podía dejarlo. . . no tendrías con qué comer.

Como al período del corte de la caña de azúcar le llaman zafra, entonces en esta época me organizaba con mi padre para ganarme una moneda, llevándoles la comida a los señores cortadores de la gramínea. Los horarios eran por la mañana, el medio día, y por la tarde noche. Como anécdota, una mañana ya rumbo al campo me dirigía con una buena cantidad de morrales ensartados en el manubrio de la bicicleta, y otras acomodadas en una reja de madera en el portabultos, cuando de pronto se poncha la bicicleta, que crees que hice.. Busqué apoyo con mi mamá y cargamos la ensarta de morrales a un palo largo y la llevamos caminando por mas de diez mil metros… ja, ja, ja, ja, como ves.

Pues el corte de caña en sus antaños se cortaba, y se cargaba a hombro, en algunos momentos se transportaba en una carreta tirada por bueyes, así como también lo hacían el carros grandes. Actividad que también realice al lado de mi papá, es dándole de comer a los bueyes le llamaban ser gañán y cuando ya estaba mas grande también corté la caña, la cargué a hombro.

Se sembraba pepino, chilpaya, plátano, calabaza, frijol, maíz, caña de azúcar, tomate chiquito, etc.., y ya una vez cosechado era transportado por mí

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