Armando Uribe

ARMANDO URIBE

Armando Uribe, nació el 28 de Octubre de 1933 en Santiago. Es abogado, diplomático, ensayista y poeta,  perteneciente a la generación del 50. Estudió su educación básica y media en el Saint George dónde hizo su primera aproximación en el mundo de las letras a través del taller literario del recinto educacional, siendo publicado su primer libro en 1954, titulado “El transeúnte pálido”

En 1957 contrajo matrimonio con Cecilia Echeverría con quien tuvo 5 hijos.

Además de ser poeta, estudió Derecho en la Universidad de Chile, recibiendo su título en 1959, desempeñándose en la misma facultad como profesor por más de 30 años.

Uribe ejerció también diplomacia, siendo ministro consejero del Ministerio de Relaciones Exteriores en 1967. Entre los años 1968 y 1970 trabajo en la embajada chilena en Estados Unidos y el gobierno de Salvador Allende lo nombró embajador en China.

Después del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, rechazó de manera categórica al régimen militar de Augusto Pinochet, tras lo cual fue destituido del ministerio de relaciones exteriores. Por lo que decidió exiliarse o desterrarse como él prefiere llamarlo, con su familia en Francia, no volviendo a chile hasta 1990. En Francia, Uribe no publicó poesía, al menos en español, siendo esto un gesto de protesta  a la dictadura.

Luego de regresar a Chile, empezó una verdadera carrera de publicaciones lo que le valió el regreso a la figuración pública, aunque para los literatos nunca se fue pese a sus veinte años de silencio. En 1993 se incorpora como miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua, y correspondiente de la Real Academia Española.

En 1997, tras la muerte de uno de sus hijos, francisco y en 2001 la muerte de su mujer, Uribe decidió enclaustrarse socialmente, esperando el momento de su muerte en su departamento frente al Parque Forestal de Santigo.

Los premios que recibió, se destacan los dos premios Altazor, en 2002, en las categorías de poesía y ensayo. Y el Premio Nacional de Literatura en 2004.

Para Uribe la rabia es el motor  de una actitud vital que no deja de indignarse ante el estado de cosas que le tocó vivir, y que se expresan con potencia, tanto en sus ensayos como en su poesía. Es por eso que resulta ser para el observador de la sociedad chilena, después de la dictadura un ave rara, ya que se ha convertido en una suerte de vigía de la conciencia nacional, el cual no ha titubeado en disparar sus dardos contra la hipocresía, la injusticia y la mediocridad, que según él había en nuestro país, en periodo de régimen militar. Es por esto que se destacan poemas políticos que se componen sobre temas como su exilio.

 Además, otro tema que influye en sus obras es sin duda la muerte, aunque uno debe creer que está enojado o triste porque la vida se le va, pero es todo lo contrario, ya que, está enojado porque la muerte no se lo lleva nunca, siendo gran parte de sus poemas desafíos públicos a la muerte, considerando el “ser” un pecado, por lo que pareciera que vivir le es un trabajo dificilísimo. A él incluso le impresiona cuanto tiempo ha repetido este tema, ya que le interesa desde los catorce años, cuando escribió su primera poesía pero cada vez lo ha tratado de profundizar más.  

Uribe a despertado un abierto interés tanto por su obra como por su opinión, lo que se ha expresado en numerosos comentarios críticos, entrevistas y notas de prensa, y les mostraremos un video sobre eso.

 Actualmente Armando sigue enclaustrado en su habitación, en donde sus únicas salidas son al médico, igual sigue escribiendo pero solo espera su muerte.

Los poemas de Armando son muy breves, ya que se le vienen a la mente en cualquier momento, es por eso que no los titula, ya que piensa que es absurdo. Además, no los corrige y que cuando ve que tiene algún defecto, simplemente los elimina. Es por eso que publica la décima parte de lo que escribe. Uno de sus poemas destacados es el siguiente:

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