Avaluacion

Evaluación

Los retos y desafíos del desarrollo del país demandan personas que no solo tengan conocimientos sino que posean habilidades para enfrentar la dinámica de un mundo que cambia, estos protagonistas deben actuar con habilidad y destreza, con conocimiento y con valores humanos; debe poseer elementos teóricos básicos para poder hacer su trabajo. El ser competente es un proceso complejo de acumulación de experiencias de aprendizaje.

Bajo esta consideración el currículo escolar, define sus intenciones educativas con el desarrollo de las competencias de los alumnos, integrada en tres contenidos de aprendizaje: Procedimentales (el saber hacer), Conceptuales (el saber) y Actitudinales (es saber ser). Los cuales deben ser evaluados con el propósito de apoyar a los alumnos en su aprendizaje.

La finalidad esencial de la evaluación en el nivel preescolar es reorientar la enseñanza con el fin de asegurar que los alumnos avancen en sus aprendizajes, el evaluar situaciones didácticas es volver sobre nuestra propia práctica con la intención de reconsiderar las decisiones que hemos tomado; reconstruir la experiencia realizada dentro del aula con el fin de identificar aquello que se ha podido concretar y desarrollar, reconociendo logros y debilidades; reconstruirse así mismos como docentes, reconsiderando la intervención, las decisiones que se han tomado en el diseño de las situaciones y las que se han tenido que tomar durante el transcurso del mismo. Para ello es necesario recurrir a la reflexión individual y compartirla para enriquecerse.

Para evaluar debemos considerar:

* La situación didáctica diseñada por el docente

* El proceso llevado a cabo por el niño como resultado de la interacción entre lo que la situación didáctica le plantea y lo que él aporta al aprender

* El contexto institucional en el cual se da la enseñanza.

El diario de la educadora es un instrumento de carácter práctico, quien lo elabora cotidianamente y le sirve de apoyo para reflexionar sobre su propia práctica, valorar su desempeño y tomar decisiones que le permitan mejorar su trabajo docente. Sugerimos algunos criterios de evaluación que pueden ser utilizados para determinar los progresos dentro del grupo:

1. La situación planteada ¿fue realmente un “problema” para los alumnos?

2. ¿Posibilitó la reconstrucción de sus conocimientos?

3. ¿Se planteó de manera abierta, permitiendo al grupo utilizar sus propias estrategias?

4. ¿Qué problemas enfrentaron los alumnos?

5. ¿Qué contenidos pudieron convertirse en objeto de reflexión?

6. ¿Se generó discusión e intercambio entre los alumnos?

7. ¿Qué fue lo que lo favoreció?

8. ¿Qué cambios tuvieron que hacer sobre lo previsto y en función de qué fueron hechos?

9. ¿La forma de organizar la enseñanza fue la adecuada?

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