Conociendo La Realidad
Enviado por keylasoraya • 26 de Junio de 2015 • 2.370 Palabras (10 Páginas) • 138 Visitas
De: Keyla´s
Conociendo la realidad
Los ríos profundos de José María Arguedas son, a la vez, una novela de iniciación y la descripción de un duelo. La primera es visible – se cuenta el paso de la niñez a la juventud a través de la adolescencia, la relación entre el educando, su padre y sus maestros –; la segunda está implícita y es de carácter ambiguo.
El autor de esta obra es José María Arguedas un gran escritor que la mayoría de personas no reconoce a este escritor.
José María Arguedas nació en Andahuaylas, en la sierra sur del Perú. Proveniente de una familia mestiza y acomodada, quedó huérfano de madre a los dos años de edad. Por la poca presencia de su padre —que era un abogado litigante y viajero—, y su mala relación con su madrastra y su hermanastro, se refugió en el cariño de los sirvientes indios, lo que hizo que se adentrara con la lengua y costumbres andinas que modelaron su personalidad.
Sus estudios de primaria los realizó en San Juan de Lucanas, Puquio y Abancay, y los de secundaria en Ica, Huancayo y Lima.
Ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos, en 1931; allí se licenció en Literatura, y posteriormente cursó Etnología, recibiéndose de bachiller en 1957 y doctor en 1963. De 1937 a 1938 sufrió prisión en razón de una protesta contra un enviado del dictador italiano Benito Mussolini. Paralelamente a su formación profesional, en 1941 empezó a desempeñar el profesorado, primero en Sicuani, Cuzco, y luego en Lima, en los colegios nacionales Alfonso Ugarte, Guadalupe y Mariano Melgar, hasta 1949.
Ejerció también como funcionario en el Ministerio de Educación, poniendo en evidencia su interés por preservar y promover la cultura peruana, en especial la música y la danza andinas. Fue Director de la Casa de la Cultura (1963-64) y Director del Museo Nacional de Historia (1964-66). En el campo de la docencia superior, fue catedrático de Etnología en la Universidad de San Marcos (1958-68) y en la Universidad Agraria La Molina (1962-69). Agobiado por conflictos emocionales, puso fin a sus días disparándose un tiro en la cabeza.
Su obra narrativa refleja, descriptivamente, las experiencias de su vida recogidas de la realidad del mundo andino, y está representada por las siguientes obras: Agua (1935), Yawar Fiesta (1941), Diamantes y pedernales (1954), Los ríos profundos (1958), El Sexto (1961), La agonía de Rasu Ñiti (1962), Todas las sangres (1964), El sueño del pongo (1965), El zorro de arriba y el zorro de abajo (publicado póstumamente en 1971). Toda su producción literaria ha sido compilada en Obras completas (1983). Además, realizó traducciones y antologías de poesía y cuentos quechuas. Sin embargo, sus trabajos de antropología y etnología conforman el grueso de toda su producción intelectual escrita, y no han sido revalorados todavía.
En este ensayo voy a redactar la obra de los ríos profundos del libro que escribió José María Arguedas.
I.- EL VIEJO.
Ernesto describe el Cusco la majestuosa ciudad de los incas, a este viaje acompaña a su padre que es abogado y que recorre por los lugares del Perú en busca de ejercer su profesión, ahora se dirigían al Cusco en busca del viejo, al parecer era familiar del padre, pero él era avaro, era un hacendado, un terrateniente que se aprovechaba de los indios, describe también el comportamiento de los indios, de un pongo que era el servidor del viejo, decía que él era muy débil y hasta parecía que tenía ganas de llorar, en este capítulo se contempla al Cusco como la ciudad de piedras, del oro, como esa antigua ciudad de los Incas y muestra a esa cultura como se aún vive, como si aún cuida sus ciudades.
II.- LOS VIAJES.
Aquí describe a su padre, nos dice que siempre él viaja, que cada vez que se quedan en un pueblo buscan que tenga un rió, luego nos comenta de las ciudades o pueblos que han pasado, de las personas que Vivian ahí, nos habla de pueblos que no les gustaban los forasteros y los miraban raro, en otros nos cuenta la dura vida que pasaban los pájaros ante los niños que salían al campo a cazar aves para que no coman sus habas que habían sembrado, cuenta la crueldad con que se desata esta batalla entre niños y pájaros, al final relata cómo estos niños arrastran los cadáveres de los pájaros.
Nos dice que estos pueblos vivían en la rabia y hasta la contagiaban, también que los odiaban, y hasta los hacían morir de hambre ya que no se atrevían a dejar pasar a los litigantes al estudio de su papa y salían de esos pueblos, y se despedían maldiciéndolos.
Cuenta que llegan al pueblo de Yauyos y ahí ve como los hombres matan a los loros y se jactaban por esa hazaña, y los loros no se movían no hacían nada por defenderse y se dejaban matar, él intentaba defenderlos y todos se reían de él.
Apuntaban y a cada disparo caía un loro; a veces, por casualidad derribaban, dos. ¿Por qué no se movía la bandada? ¿Por qué no levantaban el vuelo al oír la explosión de los balazos y al ver caer tantos heridos?
Sin duda se podría comparar la lucha de los loros, con esa lucha débil o tal vez por temer tanto a un sistema de explotadores.
III.- LA DESPEDIDA.
Su padre le confiesa que su recorrido acabaría en Abancay, que ahí Ernesto debía estudiar, y el padre pondré su estudio, fueron donde un amigo de su padre a alojarse, pero su amigo había cambiado tanto, le decía a su padre – Gabriel dispensa, hermano dispensa-. Su amigo era un notario pero parecía un hombre inútil, su trabajo lo hacia su ayudante, su padre sintió pena por él, el amigo les dio las camas de sus hijos para que ellos durmieran, y los niños estaban tirados en pellejos, ambos no soportaron esa casa y decidieron marcharse, alquilaron una casa del pueblo, ahí su padre puso su estudio, pero no había gente que los buscara, hasta le tiraban piedras y le decían que se fuera, que no necesitaban un abogado, Ernesto empezó a ir al colegio, pero su padre necesitaba trabajar, así que un señor de Chalhuanca le pide que le acompañe a su pueblo que allí tenía un conflicto y que necesitaban abogado, Ernesto toma medio vaso de cerveza con su padre y el señor chalhuanquino, y se despide de su padre quedándose él en el colegio internado.
IV.- LA HACIENDA.
En este capítulo cuenta la vida de los indios de las haciendas; el al estar solo en el colegio los domingos cuando salía del internado, bajaba donde Vivian los indios de las haciendas, el antes había vivido con muchos de ellos, y necesitaba sentir ese cariño, pero aquí tocaba las puertas y nadie salía, él decía – mamita ábreme- y los indios le respondían manan, estos indios tenían miedo, vivían encerrados sumisos, cuenta también las misas del padre
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