El Misterio

Ya eran las 11:00 de la noche, la madre de los pequeños no había regresado del trabajo aun, era raro, pues ella siempre regresaba alrededor de las 7:30 para darles de cenar y acostarlos también. Los pequeños estaban preocupados, su madre nunca llegaba a esa hora, además tenían tanto sueño pero no eran capaces de dormir porque tenían miedo. Ellos se preguntaban ¿Dónde está mama? ¿Le habrá pasado algo? ¿Le habrán echo algo? o simplemente no quiere regresar a casa. Estaban confundidos y no sabían qué hacer, no había nadie responsable de ellos. El mayor de los hermanos propuso salir a buscarla, pues estaban tan desesperados que no sabían cómo manejar esa situación. Ninguno de los hermanos estaba muy convencido de la propuesta, pero ninguno tenía alguna propuesta mejor. Todos agarraron un abrigo y salieron de la casa cuidadosamente. Entonces sugirieron ir primero donde trabajaba pero cuando llegaron se dieron cuenta de que ya no quedaba más gente en ese lugar, estaba cerrado y además ya no podían perder el tiempo así que pensaron adonde mas podían ir. Hasta que se les ocurrió ir al supermercado donde cada noche iba su mama después de trabajar. Después de un rato cuando llegaron al supermercado subieron pero tampoco había una persona ahí. Entonces cada vez más preocupados pensaban donde podría estar su mama, aparte cada vez tenían más sueño, pues ya habían pasado las 12:00pm. Los niños pensaban y pensaban por ratos pero ninguna idea les venía a la mente hasta que se rindieron, dieron el caso pendiente y decidieron irse a su casa de nuevo. Cuando llegaron a casa los niños vieron un mensaje pegado a la puerta, ese decía: hijos míos perdón que no llegue a casa pero me surgió una emergencia demasiado importante. Entre a casa pero no estaban, así que supuse que se preocuparon y salieron a buscarme, bueno en fin me tuve que ir a un lugar llamado “lojidepus” me tendré que quedar ahí unas noches así que les deje boletos de tren para que me alcancen, los espero y por favor cuídense. Firma: MaMa.

Los niños agarraron los boletos de tren y se fueron directo a la estación para tren. Cuando llegaron no sabían cuál era el número de tren en el que se iban. Pero no fue difícil averiguarlo porque solo quedaba un tren por salir. Los niños agarraron y se subieron al tren, bueno, si se podía llamar así porque en realidad solo cabían 5 personas ahí y no era techado.

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