MISTERIO PASCUAL
Enviado por jkrozt • 8 de Julio de 2013 • 3.974 Palabras (16 Páginas) • 477 Visitas
TEMA 10: MISTERIO PASCUAL
OBJETIVO: Valorar el sacrificio y la entrega amorosa de Jesús por nosotros
OBJETIVACIÓN:
¿Qué VEN EN SEMANA SANTA?
CADA AÑO HAY MENOS PELICULA EN SEMANA SANTA
¿Qué HACEN EN SEMANA SANTA?
COMPAREMOS
Qué hago? Ahora que voy hacer?
Dormir hasta tarde
Ver películas
Visitar a mi familia, etc
Lo que vivimos:
Ya sabemos que la muerte forma como parte de condición humana. Pero hay muertes que llaman mucho la atención. La historia nos habla mucho de la gente que murió dando su vida por una causa o por un sueño.
¿Recuerdan a algún personaje histórico de Perú que haya dado la vida por nuestro pueblo?
¿Cómo podemos entender hoy eso de dar la vida?
¿conoces a algunas personas que pasan sus días dando su vida, entregados a una causa justa? Hagamos un listado de la gente que da su vida?
¿Qué lleva a estas personas a vivir así?
Ideas a destacar:
Dar la vida es quizás el gesto más extremo y radical de la donación de la vida, pero sin llegar a extremos, hay gente que entiende su vida como una donación, gente que ama mucho y renuncia a muchas cosas para provecho de otros
Lo que más importa en la vida:
Vamos hacer un pequeño ejercicio. Imagínate que vas a una isla desierta y solo puedes llevarte contigo as diez cosas que más valen para ti. Escríbelas
Ahora esas diez redúcelas a cinco renunciando a las otras cinco.
Ahora quédate solo con dos.
Y ahora solo con una de las dos.
Por último, imagínate que en la isla solo cabes tu o la otra “cosa” ¿Qué harías?
Ideas a destacar:
A menudo damos mucha importancia en la vida a cosas que no la tienen tanto y no siempre valoramos la que verdaderamente importan, como los amigos, el cariño de la familia, el hacer el bien a alguien, etc
Damos mucha importancia a las cosas que tienen que ver con nosotros mismos, que solo nos benefician a nosotros mismos que solo nos benefician a nosotros mismos. Nos volvemos sin darnos cuenta muy individualista y muy egoísta.
Lo que en la vida verdaderamente importa es aquello por lo que estaríamos dispuestos a dar nuestras vidas.
Quizás todo esto nos puede parecer todo una locura, hasta quizás un misterio el dar la vida por alguien pues bien hoy hablaremos acerca de este misterio que es dar la vida por alguien y la pregunta que nos lleva es esta
¿Qué es el misterio pascual?
Misterio = oculto, secreto
Pascual = paso
Misterio Pascual redención (paso de la muerte a la vida)
Pascua Judía (en el Antiguo Testamento) sangre en la puerta/paso del mar rojo
Pascua Cristiana (en el Nuevo Testamento) es aquel mismo, Jesús
ILUMINACIÓN:
Mt. 26, 36-40
Mt. 26, 47-50
Jn. 19, 31-37
Jn. 20, 1-8
MT 26, 36-40/47-50 (PASION)(La agonía en el huerto)
Cercana ya la hora del supremo sacrificio que Él libremente, como Hijo de Dios, había aceptado, el Señor Jesús experimenta, en su sensibilidad, el terror y la tristeza; pero desde el fondo de su ser, se pone en manos del Padre. En el huerto, el Señor experimentó el abandono de los discípulos que se duermen y el beso traidor de Judas.
«Entonces va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a los discípulos: "Sentaos aquí, mientras voy allá a orar". Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. Entonces les dice: "Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo". Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así:,Padre, si es posible, pase de mí este cáliz, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú".. Existen muchos autores que toman este pasaje como argumento para sostener que la tristeza del Señor fue una prueba de debilidad que El tuvo toda su vida y, por tanto, que no le sobrevino sólo durante este tiempo, y así, parece como si quisieran retorcer el sentido natural de las palabras. Por lo que a mí se refiere, no sólo no creo que haya que excusarle, sino todo lo contrario; para mí no hay otro pasaje en el que admire más su amor y su majestad; y es que su entrega a mí no hubiera sido tan grande si no hubiese tomado mis mismos sentimientos. Así, pues, no hay duda que sufrió por mí Aquel que nada propio tenía por lo que pudiera sufrir, y, dejando a un lado la felicidad de su eterna divinidad, se dejó dominar por el tedio de mi enfermedad. Él ha tomado sobre sí mi tristeza para comunicarme su alegría, y descendió sobre nuestros pasos hasta la angustia de la muerte, para llevarnos, so¬bre sus pasos, a la vida. Y por eso hablo con plena confianza de la tristeza, ya que predico la cruz; en verdad, no tomó de la encarnación una apariencia, sino la misma realidad. En efecto, Él debía tomar sobre sí el dolor para vencer la tristeza, no para aniquilarla, pues, de lo contrario, los que tuvieran que soportar la angustia sin dolor, no podrían ser alabados por su fortaleza. Después dijo: Aleja de mí este cáliz. Como hombre El rehúsa morir, pero, en cuanto Dios, El mantiene su sentencia; a nosotros nos resulta del todo imprescindible morir al mundo si queremos resucitar para Dios, con objeto de que, según la sentencia divina, la ley de la maldición sea saldada por el retorno de nuestra naturaleza al limo de la tierra. Y cuando dijo: No se haga ni voluntad, sino la tuya, relacionaba la suya con su humanidad y la del Padre con la divinidad, ya que la voluntad del hombre es temporal, mientras que la de la divinidad es eterna. No es distinta la voluntad del Pa¬dre y la del Hijo, pues donde hay unidad de divinidad debe exis¬tir unidad de voluntad. Aprende, pues, a estar sometido a Dios para que no elijas tu propio querer, sino que puedas saber qué es lo que agradará a Dios. Ahora examinemos el valor de las propias palabras: Mi alma está triste, y en otra parte: Mi alma se halla ahora en un estado de turbación extrema —y no es que se arrepienta de haber tomado un alma, sino que es esta alma aceptada la que se turba, ya que el alma está sujeta a las pasiones, mientras que la divinidad está libre de ellas—, y después dijo: El espíritu está pronto, pero la carne es débil. No es El quien está triste, sino su alma. Tam¬poco es la Sabiduría la que se entristece, ni la sustancia divina, sino el alma, pues Él ha tomado sobre sí mi alma y mi cuerpo. No me engañó de que fuera algo distinto de lo que parecía: El parecía que estaba triste, y lo estaba en realidad, no por sus sufri¬mientos, sino por nuestro distanciamiento de Él. Viene entonces donde los discípulos y los encuentra
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