Historia De Vida

Mujer

Soy la mayor de tres hermanos, los dos menores son varones, mi papá era cubano y mi mamá es guanacasteca.

Mi niñez fue tranquila, muy bonita y sana, ya que cuando tenía 9 años nos fuimos a vivir a Guanacaste por tres años, aprendí muchas cosas que sé que viviendo aquí en San José, no las hubiera aprendido.

Siento que allá cultivé mis principios y valores de lo que soy hoy en día, de los cuales me siento sumamente orgullosa.

La relación con mis padres fue muy buena, principalmente con mi papá. Considero que gracias a él, tomé la decisión de formar parte de los profesionales en la salud, ya que, como él era una persona adulta (le doblaba la edad a mi mamá) decía que cuando estuviese viejito, quería que yo lo cuidara.

Soy una persona saludable, gracias al cuidado de mis papás, de pequeña nunca fui internada en el hospital ni tuve más que un resfriado como enfermedad; no he tenido varicela, sarampión, etc.

En mi vida he sufrido 2 accidentes automovilísticos, uno hace 10 años donde me fracturé la nariz y debido a eso tengo rinitis; y otro, el año pasado donde sólo me suturaron el párpado del ojo derecho.

A mis 14 años, mi papá muere de linfoma no hodgkin.

Al año y tres meses, muere mi abuela materna de lo mismo.

Después de estas importantes muertes, mi núcleo familiar se vuelve más unido. La relación que tengo con mi mamá es excelente, en realidad no tengo palabras para describir como es ella conmigo, es una mujer digna de admirar y un ejemplo a seguir.

Como no pude entrar a la UCR, entré a esta universidad y por mi rendimiento académico, tengo una beca que mantengo desde el primer día que empecé a estudiar esta hermosa carrera.

Antes de empezar la universidad, no sabía si enfermería era lo que quería para el resto de mi vida, pero gracias a diversas etapas difíciles en mi vida, me doy cuenta que enfermería es lo que me corre por las venas.

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