Isadora Duncan

Isadora Duncan, una de la mejores bailarinas norteamericanas nacida en San Francisco en 1878. Desde muy pequeña se inclinó hacia el baile y al cabo de los 10 años dejo la escuela para dedicarse a su pasión. A los 17 años se fue a Nueva York y se hizo parte de la compañía de Agustin Daly. Ella no se sintió muy cómoda así que se fue con su familia a Inglaterra donde estudiaría sobre la danza antigua.

Perfeccionó su estilo basado en la danza de la Antigua Grecia, al hacer esto comenzó a ser reconocida y a participar de diferentes recitales en Londres. Al vera bailar la gente apreciaba su imagen de belleza, alegría y abandono.

Ella decía que el baile era una prolongación de los movimientos naturales del cuerpo. Su método al hacer coreografías era un especie de filosofía basada en el baile hecho por un individuo el cual transmitía una comunicación armónica de ritmos intrínsecos de la naturaleza. Una de sus grandes influencias lo fue Botticelli al llegar a Italia en pleno Renacimiento.

Ya cuando la señorita Duncan era famosa fue invitada por la bailarina rusa mas famosa en aquel momento, Anna Pavlova, a visitar su estudio de baile. Allí pudo ver a Pavlova haciendo sus ejercicios mientras un violinista marcaba la música. Describe este momento como uno muy espiritual y profundo ya que pudo observar la belleza, la delicadeza y la perfección del baile a través de esta bailarina.

Isadora buscaba transmitir el amor a la naturaleza y a la vida a través del movimiento y el baile. Era una gran enemiga del ballet, ya que lo consideraba falso y absurdo. Nunca le gusto usar zapatillas, ya que prefería danzar descalza con una túnica griega sin nada debajo para poder sentirse libre. Al pasar el tiempo esta tuvo tan gran acogida que hasta la llamaban la ninfa. Fue considerada como la precursora de la danza moderna.

Ella era una revolución en todos los sentidos. Era atea, bisexual y socialista. Fue un gran defensora de los derechos de la mujer. Siempre estuvo convencida que su cuerpo no era el que bailaba sino su alma, su interior. Fue una gran mujer revolucionaria y con el baile logró traspasar los limites.

Una de las grandes tragedias de su vida fue perder a sus niños en un accidente automovilístico, además del suicidio de su marido. Después de este acontecimiento pensó muchas veces en quitarse la vida pero sabia que tenia mucho por delante y un academia por atender. Luego de esto regresó a participar de diferentes recitales pero todos fueron un fracaso.

Su muerte fue una muy trágica ya que murió estrangulada. Su bufanda se enredó en las ruedas de su carro sin capota, este 14 de septiembre de 1927 murió la ninfa de la danza.

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