Joaquín Torres Garcia.
Enviado por Sofisil • 6 de Octubre de 2011 • 1.016 Palabras (5 Páginas) • 678 Visitas
JOAQUÍN TORRES GARCIA.
La pintura del uruguayo Joaquín Torres García causó impacto en Barcelona y luego en París durante los años finales del siglo diecinueve y los iniciales del siglo veinte. Era una pintura de gran sobriedad cromática, de gruesos empastes y de una particular geometría en la que colindaban con igual preponderancia, la modernidad plástica descubierta por Picasso y Braque y la rica imaginación indígena que procreaba al amparo de sus dioses una demiurgia y una teogonía admirables. El juego podría llamarse constructivismo o como se quisiera, pero lo esencial es que se trata de una pintura que se apodera de los signos, los revitaliza y les da vigencia en un mundo que vive de mitos encubiertos, de falacias que se superponen unas sobre otras hasta formar una gruesa e impenetrable capa de misterios que no son más que una herencia ancestral reinventada.
Nació en Montevideo en 1874. Hijo de padre catalán y madre uruguaya ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona en 1892, tras el regreso de su familia a España. Aquí se vio muy influenciado por el movimiento modernista catalán, con el que siempre se identificó, e inició su amistad con Pablo Picasso y Antoni Gaudí, con quien colaboró en la realización de las vidrieras del templo de la Sagrada Familia en Barcelona (1903-1907).
Durante los veintinueve años que vivió en la ciudad, llevó a cabo varias obras en edificios públicos y privados (ayuntamiento, diputación, iglesias de San Agustín y San Jorge), También trabajó con Gaudí en la restauración de la catedral de Palma de Mallorca, donde realizó unas vidrieras con diseño geométrico y colores planos, que producen en el interior una iluminación singular. En 1910 se traslada a Bruselas para decorar el pabellón uruguayo de la Exposición Internacional (dos murales sobre la agricultura y ganadería uruguayas) y con motivo de este viaje visita también París, Florencia y Roma. En 1913 publica Notes sobre Art, con el que se inicia en la teoría artística y realiza el fresco La Cataluña ideal. En 1919 viaja a Nueva York, y tres años más tarde a Italia y Francia fijando su residencia en París, en 1926. Aquí toma contacto con Mondrian, Van Doesburg y Seuphor. Con éste funda en 1930 la revista y el grupo 'Cercle et Carré', promotor de la primera exposición de arte constructivista y abstracto. En 1932 abandona París y se instala en Madrid, donde conoce a Lorca y crea un grupo de artistas constructivos.
Torres García llega a Montevideo en 1934, creando gran expectativa en su tierra natal. Allí, instalado, comienza su labor dedicado casi exclusivamente a la difusión de sus ideas con la esperanza de crear una escuela de arte constructivo que sea capaz de sacudir y modificar las caducas expresiones artísticas prevalecientes en el Uruguay, y por qué no decirlo, prácticamente en toda América.
Con la batalla librada por el arte de Vanguardia representa una acción singular dentro del desarrollo de las artes plásticas de América, y la figura de Torres adquiere una relevancia particular. No solo se convierte en el creador de una nueva plástica, que aunque con hondas y pretéritas raíces americanistas tiene carácter universal, sino en el maestro de una juventud deseosa de incorporarse de lleno al arte contemporáneo.
Las artes plásticas locales, dominadas
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