La herencia

La herencia de una casona en el barrio de Flores hace que un matrimonio y sus tres hijas se trasladen desde Ushuaia a la Capital. Al instalarse en la casona, comienzan a suceder cosas extrañas: ruidos, susurros provenientes de un vitral, etc. Carolina, la más imaginativa de las hermanas, está convencida de que la casa está poseída. Inicia su búsqueda, la cual la llevará a ser la verdadera heredera de un secreto.

Es carolina, la que luego de que sus padres regresaran a Ushuaia para vender su antigua casa, empieza a investigar sobre la historia del tío de su padre y el caserón de Flores que habían heredado.

Carolina se hace amiga de Gala en la escuela, quien la va a ayudar junto con Gonzalo, compañero de facultad de Jimena a ir descubriendo todo, primero la habitación cerrada de la tía Hache, las Cartas de Julián Arizmendi, su amante y el vitral que hacía que Carolina se sintiera como en la misma historia de la tía Hache que era quien aparecía en el mismo señalando una fuente.

Durante todo el tiempo de investigación sobre la casa, su tía Hache y su desaparición; gracias a las cartas de Julián que encontraron, surgió la posibilidad de encontrar un brazalete que pertenecía a la tía, y que finalmente encuentran gracias a Carolina y a Cristal, la siberiana que en todo momento estaba cuidando a las tres hermanas y ayudándolas.

Marcelo Peña, quien supuestamente era un arquitecto interesado en la casa heredada, era el líder de una banda de boqueteros que lograron detener al haber hecho un boquete en el patio de la casa heredada para robar un banco que estaba al lado de la misma.

A Julián Arizmendi, lo mataron de 5 puñaladas en Palermo, el 13 de Mayo de 1918, los acreedores de juego que tenía y nunca recibió el brazalete de oro y diamantes de la tía Hache, un día después de haberle pedido el brazalete a la misma.

La tía Hache aparentemente con sentimiento de culpa por la muerte de Julián, se deshizo del brazalete y luego murió de amor

...