PROPUESTA DE UN LIBRO POP UP.
Enviado por rosanabch • 11 de Septiembre de 2016 • Documentos de Investigación • 1.926 Palabras (8 Páginas) • 541 Visitas
PROPUESTA DE UN LIBRO POP UP, COMO MATERIAL DE APOYO EN EL APRENDIZAJE DE LA LECTOESCRITURA, PARA NIÑOS DE 3 A 6 AÑOS, EN LA ASOCIACIÓN CIVIL PREESCOLAR “ARMONÍA”, UBICADO EN CATIA, PÉREZ BONALDE.
Autor: Maite Márquez y Rosana Barrios
CAPITULO I
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
El lenguaje es uno de los logros fundamentales del género humano, su papel en la apropiación de la cultura e incorporación del individuo a la sociedad, constituye un instrumento clave del proceso educativo. Su esencia es expresa ideas, necesidades, experiencias y sentimiento por medio de la palabra hablada y escrita, los gestos, las actitudes y los comportamientos.
Es precisamente a través del lenguaje que el niño y la niña se insertan en el mundo y se diferencian de él, ya que en su desarrollo van pasando de una función afectiva e individual, a cumplir una función eminentemente cognitiva y social. A través del lenguaje tanto oral como escrito el niño y la niña pueden expresar sus sentimientos y explicar sus reacciones a los demás, conocer distintos puntos de vista y aprender valores y normal. También pueden dirigir y reorganizar su pensamiento, controlar su conducta, favoreciendo de esta manera un aprendizaje cada vez más consiente.
Así mismo, en la sociedad actual de manera permanente se observan, textos escritos, como: periódicos, revistas, libros, comiquitas, cuentos, envases de alimentos y de otros productos, propagandas en la calle y en la televisión. Los niños y las niñas establecen contacto permanente con este ambiente alfabetizador, no son indiferentes ante las escrituras que aparecen en todas partes, los ven, preguntan sobre ellos, observan cómo los adultos leen o escriben; reflexionan sobre los material portadores de texto y construyen hipótesis en torno a ellos.
Cabe señalar Goodman (1992) refiriéndose a las raíces del aprendizaje de la lectura y la escritura, argumenta que en una sociedad orientada hacia lo impreso sus miembros, independientemente del estrato de donde provengan, usan la lectura y escritura a diario desde temprana edad, interactúan con el significado de los textos escritos que encuentran en las etiquetas de los productos para la casa, la alimentación, los juguetes, en los carteles, otros. Es así como los niños y niñas comienzan a comprender las funciones particulares que la lectura y la escritura tienen en su grupo social tomando conciencia de que el lenguaje escrito presenta formas diferentes cuando sirve para funciones distintas, distinguen entre un programa televisivo, un anuncio en la calle o un cuento.
En esta misma línea, Camps y Kauffman citadas por Gillanders (2001), sostienen que la adquisición de la lectura y la escritura se da a partir de los contextos en los que aparezca en forma evidente para niños y niñas el valor funcional de la lengua escrita.
El aprendizaje de la lectura y la escritura se logra a través del contacto con materiales variados tales como: cuentos, periódicos, fotos, libros de recetas, diccionarios, y con la práctica social en forma activa, en situaciones reales significativas, en un entorno informal y lúdico que favorezca la exploración, experimentación, la comunicación y los intercambios de saberes con sus pares y adultos.
Los niños y las niñas al tener contacto activo con los materiales que les ofrece el entorno, y al enfrentarse a diversos y variados géneros, comienzan a explorar, expresar emociones y sensaciones; a partir de esta experiencia toman conciencia y construyen nuevos saberes, esta exploración les permite apropiarse del lenguaje, en forma creativa. El niño y la niña que aún no leen ni escriben de manera convencional, en su interacción con los textos, observan la presencia de tipos de letras, longitud de las palabras, letras mayúsculas y minúsculas, símbolos, otros.
Dado que, la lectoescritura se aprende simultáneamente con el crecimiento alrededor de los tres primeros años hasta los cinco años. Los niños empiezan a interpretar gráficos e iconos, también empiezan a diferenciar entre las letras y los números.
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Figura 1. Fases en el aprendizaje de la lectoescritura
El proceso de llegar a ser un lector y saber escribir se concreta en la escuela, sin embargo es importante que se complemente con una instrucción anterior a la escolarización. (Sadurní, Rostàn, Serrat, 2002, p*. 18*-182)
A través de la observación e intentando hacer que los niños formen parte de la actividad diaria de los padres, que involucre la escritura y la lectura, se logra un mejor desarrollo del mismo.
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Figura 2. Identificación de palabras según Foucambert
Colocar al niño en un ambiente rodeado de libros, no basta. Hay que proporcionarle los medios para llegar a usarlos, las reglas de juego para evitarse el apuro del fracaso. (Saussois, Dutilleul, gilabert, 1992, pp. 50) Se puede decir que tener un facilitador que guíe a niño al aplicar* estas estrategias es de gran necesidad. Así los niños pueden tener mayor agilidad para que fluyan en la lectura y captación de conceptos. Por esta razón es importante la comunicación con los padres en el momento de identificar palabras ellos pueden cumplir con los pasos requeridos ya sea con el uso de material didáctico, cuentos, tarjetas de palabras, etc.
Es así como, en el proceso neurológico entre estas edades, se da la maduración de áreas en particular del encéfalo y de los sentidos y así es como va madurando la orientación hacia el lenguaje.
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Figura 3. Número de palabras que dominan niños de 3 a 6 años.
Por consiguiente, el lenguaje que los niños manejan en este rango de edad es aprendido principalmente a través de la imitación. Los niños imitan y por repetición aprenden a dominar ciertas palabras. Las preguntas que efectúan por curiosidad cambian los llevan a asociar conocimientos e ideas. (Berger, 2006, pp. 266-267)
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