Personas Efectivas

LOS SIETE HABITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFICAZ(*)

Alrededor del tema del liderazgo se han tejido una gran variedad de planteamientos, los cuales, aunque toman distintos caminos, generalmente llegan a la misma conclusión: existen personas que han logrado desarrollar una capacidad para ejercer liderazgo, logrando resultados con su equipo, promoviendo una visión clara de lo que se quiere lograr, integrando los objetivos de la empresa, de su gente y los propios con creatividad. No existe una fórmula mediante la cual se puedan fabricar ese tipo de personas. Sin embargo, para poder ser efectivos en las relaciones con los demás, ante todo debemos empezar por ser efectivos con nosotros mismos. La práctica y el esfuerzo son condiciones necesarias para mejorar esas relaciones. Los hábitos terminan por convertirse en actos involuntarios cuando los practicamos, y esta es definitivamente la única vía para llegar a ser personas altamente efectivas, en los contextos en los que a diario nos desenvolvemos.

PRIMER HABITO: Ser proactivo

Las personas proactivas han desarrollado una capacidad para anticiparse a las situaciones. Sus reacciones y comportamientos son el resultado de su propia elección. Las personas reactivas por el contrario, no son dueñas de sus propias respuestas, las cuales están sustentadas en las circunstancias que les rodean.

Un ejemplo típico de reactividad es cuando respondemos a las condiciones externas, por ejemplo, cuando estamos demorados en la entrega de un trabajo y respondemos “esta casi listo”. Una persona proactiva por su parte ha planeado muy bien su tiempo y ha dispuesto de todo para responder oportunamente con su compromiso. Ser proactivo implica entonces una planeación detallada de nuestro tiempo para tener la suficiente capacidad de anticipación ante cualquier situación.

SEGUNDO HABITO: Tener metas claras

Para progresar en la vida hay que tener metas claras. Sin una carta de navegación será muy difícil lograr lo que anhelamos como ideal para nosotros, nuestras familias y nuestras organizaciones. Todos nuestros actos tienen dos momentos. El primero está en nuestra mente y el segundo es el acto en sí mismo. Tener una visión de vida implica entonces pensar primero antes de actuar. Sino sabemos donde queremos ir, nuestro barco puede tomar cualquier rumbo.

Nuestra vida en todos sus roles, padres, madres, trabajadores, estudiantes, es demasiado valiosa como para que no tengamos claridad en lo que pretendemos lograr. Nuestras familias, nuestras organizaciones y nosotros mismos merecemos lo mejor y para alcanzarlo debemos tomar el tiempo necesario para pensar en nuestras metas individuales y colectivas. El primer paso está en nosotros mismos y consiste en esbozar un plan de vida.

TERCER HABITO: Aprender a priorizar

Generalmente nos ahogamos en un mar de situaciones urgentes que terminan por ocultar las acciones que debemos emprender inicialmente por su prioridad. El desarrollo de este hábito consiste en diseñar y ejecutar un plan diario, y para el mediano y largo plazo. Sólo de esta forma se puede lograr orientar nuestras energías de manera adecuada en acciones urgentes e importantes, y no por las primeras hacer a un lado las segundas.

Los imprevistos y la urgencia llevan a la planeación a un segundo lugar. Aprender a priorizar nuestras acciones depende del grado de planeación que podamos imprimirle a nuestro desempeño personal y profesional. Comprometernos con la planeación nos permite desarrollar la capacidad para atender simultáneamente las situaciones de urgencia y las de importancia.

CUARTO HABITO:- Pensar en Gano /Ganas

Pensar en actuar bajo la perspectiva de este paradigma es alcanzar siempre los acuerdos mutuamente benéficos y satisfactorios para las partes. Debemos partir del hecho de que el éxito no se debe lograr a expensas de los demás y que un escenario cooperativo permite el beneficio mutuo y el avance individual.

La herramienta práctica más importante para que usted pueda iniciar la aplicación de este hábito es lo que el psicólogo Stephen Covey ha denominado como “tercera alternativa”, en la cual, frente a cada interacción, usted debe responderse “¿Cómo podemos ambas partes obtener lo que queremos?”

Existen otras opciones cuando de resolver situaciones se trata, por ejemplo, podemos llegar a un arreglo del tipo gano/pierdes, en donde anteponemos intereses personales y probablemente el uso del poder, antes de pensar en la ganancia colectiva. También se pueden solucionar situaciones mediante una estrategia pierdo/ganas, en la que cedemos terreno para lograr aceptación o reconocimiento. En ocasiones se dan interacciones del tipo pierdo/pierdes, es generalmente resultado de situaciones en las que las personas se concentran en los demás como enemigas y su única satisfacción se logra cuando ambos pierden. Este patrón de relaciones se presenta en personas que no han logrado asumir su dirección personal.

QUINTO HABITO: Comprender antes que ser comprendido

Con este hábito se busca mejorar la comunicación con otras personas. Cuando escuchamos, generalmente buscamos responder antes que comprender lo que realmente nos están queriendo decir. Más aún,

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