Que Es Literatura

Autobiografía como lectores

Para hacer honor a la verdad, mi curiosidad por la lectura comenzó en mi infancia. Al ver la concentración de mi mama, tan sumergida en su lectura, le podíamos gritar desde muy cerquita y no apartaba la vista del libro… hasta que la zamarreábamos. Esa curiosidad de “qué será lo que la atrapa”, me llevo a querer experimentarlo.

A la edad de seis años mi primera lectura fue un desgajado “Principito” que circulaba por los juguetes, luego los textos escolares de los cuales no recuerdo uno que haya quedado en mi recuerdo. Ya en quinto grado mi maestra Delia, me obsequio Cuentos de la selva, y Un embrujo de cinco siglos. Los adoré, los leía una y otra vez.

Más tarde, el verano antes de empezar primer año de la secundaria, leí todas las novelas de mi mama y colecciones de selecciones. Ese verano terminó y ya en plena adolescencia, con todo el cambio que provoca el ingreso a la educación media; la profesora de lengua y literatura, la cual era todo un personaje, nos proponía cuatro lecturas, estas eran: La barca sin pescador; La dama del alba; Vaqueros y trenzas y Mi planta de naranja-lima. Este último libro hizo que me sintiera identificada con el personaje de Zeze, y a la vez logró hacer deslizar varias lágrimas…

Al año siguiente, volvíamos a tener a la misma profesora, y nos propuso esa vez la continuación de Vaqueros y trenzas, y la de Mi planta de naranja-lima; Prohibido suicidarse en primavera y Vamos a calentar el sol. Un gusto por la lectura crecía en mí y era innegable, por lo cual recurría a la biblioteca escolar y pedía libros: Juan salvador gaviota, El diario de Ana Frank, entre otros.

Ya en tercero vinieron obras como El túnel y Crónica de una muerte anunciada, siempre bajo la recomendación de la misma profesora, que nos acompañó hasta ese año escolar. Tal vez lo malo era que fuera de la escuela, la situación económica impedía muchas veces acceder a la literatura en las vacaciones de verano.

Posteriormente, en cuarto accedimos a La fuerza de los Monterrey, obra que captó la atención de todo el curso, y ya en quinto vino la continuación de dicha novela., con la presencia en el aula de la autora, para nosotros fue impactante conocerla.

Misteriosamente debo admitir que después de toda esa lectura, donde incluyo novelas de misterio y Martin Fierro, no recuerdo lectura alguna, hasta el ingreso al Normal.

No podría precisar en medio de tata lectura mi felicidad al haber leído los grandes clásicos: El retrato de Dorian Gray, Drácula, Frankenstein, Un lugar sin límites, Cien años de soledad, Hijo de hombre, la obra de Cortázar, Borges, etc. Don Segundo Sombra, Facundo, Polvo y espanto, La cautiva, etc.

La Odisea, La Ilíada, La Eneida, entre otros clásicos griegos. En fin, el disfrute, el placer y el entretenimiento hicieron más interesante mi paso por la institución.

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