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Safo: Oda A Afródita


Enviado por   •  26 de Septiembre de 2014  •  3.552 Palabras (15 Páginas)  •  742 Visitas

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“Mi único deseo ha sido acercarme,

aunque fuera imposible, a la sencillez

de las palabras de Safo”. Carlos Montemayor.

Oda a Afrodita

En este estudio se pretende comprender a la gran poetisa griega: Safo, que desafortunadamente todo lo que se sabe de ella es incierto, son conjeturas o suposiciones. Y todo ello está –por así decirlo- regado. Gracias al “manual” –es lo que es para mí- de Carlos Montemayor, Safo: Poemas, que me ayudó a tener una mejor comprensión sobre su obra sin meternos en los dimes y diretes que fueron su vida personal, a entender sus poemas con sus variantes y marcar un contexto difícil de encontrar por tratarse de la musa. Así pues, en estas líneas intenté manejar y sintetizar la información obtenida de ese manual generalizando los puntos que me parecieron más importantes y analizando el único poema que está más completo de toda su obra.

La poesía lírica fue desarrollada por el poeta Terpandro, la leyenda asegura que él pacificó Esparta por medio de la música. Con el paso del tiempo; emociones, sentimientos y experiencias vienen a sustituir los hechos legendarios plasmados en los poemas épicos.

El término lírica procede de la costumbre de los griegos de cantar la poesía al son de la lira. La lírica expresa la subjetividad del yo poético, es decir, muestra los sentimientos, recuerdos, reflexiones, visiones, etc., el yo habla de sí mismo, o sea, la poesía lírica es una manifestación de su mundo interno.

Por el año 600 a.C., en la isla de Lesbos se da a conocer una verdadera poetisa: Safo, que vivió en el siglo VI a.C. y nacida en Matilene, de familia noble. Su obra fue escrita para ser contada, nace de motivos personales y trasciende a la poesía universal.

Tal como menciona Bowra en Historia de la literatura griega: “El canto fluye, como agua de la henchida frente. Pero no solo sabe cantar, sino que maneja sus recursos con perfecta maestría, haciendo de las pasiones música. Ataca y vence las más difíciles empresas poéticas, donde solo han logrado éxito los más altos, y acierta a decir a la perfección cuanto pasa por su ser en esos instantes supremos de concentración y casi inexplicable arrebato.”(Bowra 46).

Safo escribió en dialecto eolio, que era una especie de armonía para el canto. Inventó los versos sáficos, con uno de los versos más llenos de armonía; cada estrofa de sus poemas posee una sencillez popular y logra exaltar todo su sentir gracias a la acertada selección de frases.

Vivió rodeada de mujeres que no gastaban su dinero en artificios ni convenciones. A sus amigas es a quien consagra sus poemas. Se puede afirmar que dicha sociedad tenía como fin educar en las artes a las señoritas lesbias para que pudieran obtener un gran desarrollo emocional.

Quien lee su poesía queda convencido que quien la ha inspirado es el amor verdadero. En sus versos se reflejan las angustias pasionales, el dolor de la separación y el recuerdo de amores pasados; son solo algunos de los tópicos expresados con tal sinceridad y sentimiento que deja de lado la metáfora, dejando a los hechos que hablan por sí mismos con suficiente elocuencia.

Carlos Montemayor en su libro Safo: Poemas, cita a Máximo Tirio donde explica que Sócrates le llamaba “La bella Safo, no por su físico sino por su poesía”, de igual manera hace referencia a Estrabón cuando afirma, después de citar a Pitaco y Alceo como figuras ilustres de Matilene: “en la misma época vivió; fue un ser extraordinario porque no sabemos que en ningún otro tiempo, por más que nos remontemos al pasado, hubiese existido otra mujer que por poco que fuese pudiera compárasela en poesía”.(Montemayor 9- 10).

De su obra, que al parecer constaba de nueve libros de extensión variada, se han conservado algunos Epitalamios, cantos nupciales para los cuales creó un ritmo propio, y fragmentos de poemas dirigidos a algunas de las mujeres que convivían con ella.

Su poesía tiene una exquisita sensibilidad femenina, una melancolía extremadamente delicada, con sutiles matices, colores, quejas y lamentos nostálgicos. El tema más importante era el amor, expresado siempre de manera natural y sencilla, con ternura y pasión. Es siempre una poesía íntima y sentida, donde el amor es lo más bello, lo más deseable, pero también lo más duro e irresistible.

En ellos se entrevé la expresión de una subjetividad que se recrea en sutiles oscilaciones de ánimo, en un intento de dar forma a la pasión. Presenta la pasión amorosa como una fuerza irracional, situada entre el bien y el mal, que se apodera del ser humano y se manifiesta en diversas formas, como los celos, el deseo o una intangible nostalgia, e incluso produce reacciones físicas, como las que describe detalladamente en uno de sus poemas, el más completo que se ha conservado de ella.

En sí, cada uno de sus poemas trae impregnada una pasión, un deseo irrefrenable de poseer aquello tan anhelado y sucumbir ante ese deseo. También nos enriquece con un lenguaje amplio y claro característico en sus poemas, que a la vez pude resultar icónico pues de la realidad nos transporta a la magia divina de la diosa que invoca, clama e implora, incluyendo también las imágenes de espacio temporales que alude.

La poesía de Safo es importante porque crea un nuevo método de escribir; inventó el verso de tres endecasílabos y un adónico final de cinco sílabas conocido hoy en día como oda sáfica. Su poesía tuvo un gran éxito porque en la antigüedad sirvió como fuente de inspiración a grandes poetas tales como: Teócrito o Catulo; al parecer Safo, por medio de sus poemas, consiguió hacer perdurable su amor a través de su creación poética.

El éxito se encuentra en la versificación, o sea, en la medida métrica del género, que son los versos variados y que están agrupados en estrofas que se repiten, es por ello, que cualquier obra posterior, si pretendía ser lírica, debía atenerse a esos mismos postulados métricos.

Oda a Afrodita, forma parte de la poesía lírica: ya que en él; Safo expresa un sentimiento personal, una emoción determinada de sí misma; expresando también un estado de ánimo. Además en dicho himno encontramos un sinnúmero de imágenes y elementos simbólicos que refieren en su totalidad a la mitología griega.

Coloquialmente llamamos a la Oda: Himno; y en efecto es un himno porque es una canción exaltada, sin embargo, una Oda es un subgénero de la lirica en el cual se expresan los sentimientos del autor de manera muy exaltada a un ser divino o superior, el hecho de que intervenga directamente la primera persona del singular

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