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Enviado por Sebastian Ramírez • 16 de Septiembre de 2015 • Biografía • 4.728 Palabras (19 Páginas) • 263 Visitas
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MANEJO INTEGRADO PRINCIPALES PLAGAS DEL CULTIVO DEL BANANO
Sebastián Hernández Ramírez
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Ciencias Agrarias
Medellín, Colombia
2015
INTRODUCCION
Alrededor del mundo existen más de 180 especies de insectos plagas que afectan el cultivo de banano (Musa AAA) (Simmonds 1996) y aunado a las condiciones ambientales de las principales regiones tropicales y subtropicales productoras, se favorece a estos organismos que limitan la producción, al ser causantes de daños importantes en la actividad. Antes de 1950, existían dos plagas importantes en el cultivo de banano, el picudo negro (Cosmopolites sordidus, Coleoptera: Curculionidae) y el trips de la mancha roja (Chaetanaphothrips orchidii y C. signipennis, Thysanoptera: Thripidae) (Stephens 1984, Stephens 1992). La mayoría de las poblaciones de los insectos presentes en el cultivo eran reguladas por la presencia de sus enemigos naturales nativos (parasitoides y depredadores) y adicionalmente, las pérdidas en las plantaciones eran mínimas, antes de las aplicaciones de insecticidas (Stephens 1992). A mediados de los años 50, se realizaron aplicaciones masivas de insecticidas (dieldrin), para el control de las dos plagas más importantes; esto produjo el surgimiento de dos plagas nuevas, Castniomera humboldti (Lepidoptera: Castniidae) y Platynota rostrana (Lepidoptera: Tortricidae). Para finales de la década de los 50, se observaron nuevas plagas, por el efecto adverso de los insecticidas, en especial por el desbalance en el control biológico natural de los lepidópteros, al reducir sus enemigos naturales. Los insecticidas favorecieron las poblaciones de insectos lepidópteros defoliadores como: Antichloris viridis (Arctiidae), Caligo memnon (Nymphalidae), Acharia spp. (Limacodidae) y Opsiphanes tamarindi (Nymphalidae). Además de lesiones en los frutos por gusanos caterpillar (Hypercompe icasia y Platynota rostrana), por la presencia de áfidos y cochinillas harinosas (Stephens 1992, Hansen 1988). Actualmente, la estrategia del Manejo Integrado de Plagas (MIP), aplicada en el cultivo del banano, trata de regular las poblaciones de estos organismos, de tal manera que no se cause daños en el cultivo. Adicionalmente usan tácticas del MIP amigables con los trabajadores y el mismo ambiente, como las prácticas culturales, control biológico, entre otros.
INICIOS DEL MIP EN EL BANANO
Las producciones del cultivo de banano son afectadas por insectos plagas que afectan el cormo y raíces, la apariencia de los frutos, la transmisión de virus o defoliación de la planta. Asociado a las pérdidas por los daños causados por las plagas, en 1959 se inició el uso del MIP (Stephens 1984, 1992, Hansen 1988), como una estrategia que permitiría disminuir los costos y proteger al ambiente. La estrategia del MIP fue adoptada en el cultivo del banano después de pasar por la fase históricas de crisis en la protección vegetal del cultivo, dicha fase se caracteriza por la dependencia de los plaguicidas, con sus efectos indeseados como emergencia de nuevas plagas, organismos resistentes, aumentos de costos y las pérdidas asociadas a las plagas. Una de las primeras tácticas del MIP fue sustituir las aplicaciones de insecticidas al racimo del banano por fundas de polietileno impregnadas con estos productos, con los beneficios de una reducción de ingrediente activo y su uso muy localizado. Además, se definieron sistemas de muestreos asociados a umbrales de acción, el uso de bioplaguicidas nobles y específicos como la bacteria Bacillus thuringiensis para control de plagas defoliadoras, entre otras tácticas empleadas en el MIP. La estrategia del MIP en el cultivo de banano ha logrado su protección, al ejercer un manejo oportuno de los insectos, con las herramientas necesarias, como sistemas de muestreo y umbrales de acción, más las tácticas apropiadas a la plaga, sin afectar el entorno ambiental y humano.
CONCEPTOS GENERALES DEL MIP.
PLAGAS: Son todos aquellos organismos; virus, protozoarios, micoplasma, bacterias, hongos, nemátodos, moluscos, ácaros, insectos, plantas, vertebrados y otros, que al aumentar su población o incidencia por encima del nivel pre-establecido, pueden afectar la producción o apariencia de un cultivo de interés humano, en forma directa o indirecta. Las plagas pueden causar una destrucción total de un cultivo o causar lesiones menores al afectar su cantidad y calidad. En general, las plagas agrícolas pueden ser clasificadas en cuatro tipos: plagas principales o claves, brotes de plagas, plagas secundarias y vectores; según su abundancia, lesiones y frecuencia de uso del control durante el año. Además, de la respuesta de las mismas a periodos climáticos favorables, épocas de mayor crecimiento vegetativo, presencia o ausencia de enemigos naturales y al asocio con otros organismos causantes de enfermedades.
MANEJO: Es toda aquella acción que se realiza para mantener una determinada plaga por debajo de niveles que no causen ningún daño económico. Los niveles o límites de tolerancia son todos aquellos criterios que se usan para decidir el momento oportuno de realizar una medida de control, tales como umbrales de acción, niveles críticos o umbrales económicos.
INTEGRACIÓN: Es la unión de dos o más tácticas compatibles, empleadas para manejar a una población con niveles en donde no existan daños para el cultivo de interés. Se pueden combinar las siguientes tácticas para el manejo de plagas: prácticas agrícolas, enemigos naturales, control fitogenético, controles mecánicos y físicos, medidas legales, control etológico y control químico. En el cultivo de banano, es posible que para una sola plaga se emplee todas las tácticas indicadas anteriormente para reducir su población, tal es el caso del picudo negro (Cosmopolites sordidus G, Coleoptera: Curculionidae). Mientras, en el caso del gusano basurero Anatrachyntis rileyi W. (=Pyroderces rileyi) (Lepidoptera: Cosmopterygidae), su combate se asocia al uso de una sola táctica de manejo para reducir su presencia y sus lesiones, tales como la desflora o el uso de la funda con bifentrina . El MIP lo define Hilje (1994), como una noción o una estrategia de carácter preventivo y perdurable, que combina tácticas compatibles para reducir las poblaciones de organismos a niveles que no causen pérdidas económicamente importantes, con efectos negativos mínimos sobre el ambiente y la salud humana. Lo anterior, es de vital importancia para favorecer la conservación de los enemigos naturales de las plagas y por ende darle un aspecto más perdurable al equilibrio entre éstos. Indica este autor que la estrategia es la concepción del qué hacer, mientras que las tácticas, son las acciones por ejecutar para materializar dicha concepción; el cómo hacer. Además, Hilje y Saunders (2008) indicaron que el MIP enfatiza los aspectos de prevención, convivencia con las plagas y la sostenibilidad ecológica y económica.
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