YO, BERTOLT BRECHT
Enviado por adriana29 • 17 de Noviembre de 2014 • 768 Palabras (4 Páginas) • 435 Visitas
Esta estructura dramática, nos permite introducirnos en qué nivel se interpreta la realidad. Es decir qué es, en Brecht, la realidad para que el teatro sea un elemento de transformación. El texto identifica las formas del poder y, una vez que esté identificado, transgredir el poder transformando los signos mismos de la representación. Es importante comprender que la emoción se define desde una interpretación de lo que es (o se hace) en éste real y, por consecuencia, la realidad se define mediante el lenguaje. Éste es, además, un teatro que invita al espectador a tomar conciencia del individuo en la sociedad. Eso lo sabemos, pero en los personajes la emoción es un nivel de conciencia, por tanto, de transformación.
La emoción del individuo, representado en los personajes, es un nivel de racionalidad, puesto que los mismos representan su entorno, su condición desde un nivel emotivo, casi ingenuo, mítico-religioso. Al principio se piensa que la realidad sólo puede ser desencajada por medio de esa relación mítica que tiene con la vida, con lo real.
Nos permite identificar niveles de emotividad. La emotividad surge, en la estructura escritural de los personajes, como identidad intelectualizada. Esto quiere decir que la emoción ha pasado por sus niveles de racionalidad cuando el actor tenga que representarlo. Esa racionalidad es la tarea que tiene que ejercer el actor para llegarle al público, como una identidad que se ha transformado en el contexto de su propia realidad. El personaje se construye, se reedifica desde sus propios “valores”, una toma de conciencia del rol del arte. De alguna manera es un proceso de (des)construcción de la historia.
Se incita al espectador a participar conscientemente de aquel lugar del relato: a que adquiera un sentido histórico del personaje. Todo lo que acontece está en torno a esa síntesis. Ahora, la vida del personaje se “desconstruye” en función de esa relación con la realidad.
El personaje tiene una responsabilidad histórica, la cual se mueve desde esa conciencia hasta el entorno de los otros personajes que conviven con ella. Es cuando la sintaxis del relato teatral se estructura en esa funcionalidad del lenguaje. A objeto de que el público registre su nivel de cognición que tendrá con el relato y con lo que se cuenta teatralmente hablando. Así desprende el público la conciencia de los protagonistas sobre la suya, lee en el otro, en la anécdota de los personajes, su visión de mundo, sus sentimientos y finalmente el compromiso social que tiene con el arte, con la obra que será representada. En primer lugar es palabra escrita texto - dramático- y luego representación. Cuando se hace representación es el momento en que este público -que antes podría ser lector- participa activamente desde su conciencia y desde su racionalidad y le confiere con ello una interpretación fundamental, el arte como instrumento de transformación. Y como hecho
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