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Alimentos


Enviado por   •  26 de Agosto de 2014  •  715 Palabras (3 Páginas)  •  167 Visitas

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Energía de los alimentos

Al hablar sobre la energía de los alimentos el primer concepto que nos viene a la mente es su contenido calórico. En occidente, la comida se analiza en función de su contenido de proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales… es decir, en la química de sus elementos. Sin embargo, en medicinas orientales como la china o la ayurvédica, el enfoque que se le da a los alimentos está orientado más a la alquimia de los mismos.

Uno de los conceptos que trabaja la medicina china se refiere a la temperatura, que puede ser caliente, tibia, neutra, fresca o fría. Esto no se refiere a cuán caliente o fría esté la comida cuando la llevamos a la boca, sino su efecto en el organismo luego de la digestión: ¿nos calienta o nos enfría? Los alimentos más fríos dirigen nuestra energía hacia adentro y nos aquietan, mientras que los más calientes dirigen nuestra energía hacia afuera y nos aceleran. Un ejemplo son los chiles picantes, que nos calientan intensamente llevando la energía de adentro hacia afuera.

En líneas generales se dice que:

 Los alimentos acuáticos y los que crecen bajo tierra se consideran fríos, mientras que los que crecen sobre la tierra y en lugares luminosos se consideran calientes.

 Las comidas con un mayor contenido de agua suelen ser más refrescantes, como la sandía, la lechuga y el pepino.

 Los alimentos secos tienden a ser más calientes que los mismos en su estado natural. Ejemplo: uvas vs. uvas pasas.

 Los fertilizantes químicos y aditivos artificiales producen una reacción de calor en los alimentos.

 Los métodos de preparación afectan la temperatura de la comida, esto es:

Crudo: Refrescante

Al vapor: Refrescante/Neutro

Hervido: Neutro

Salteado: Ligeramente tibio

Guisado: Tibio

Horneado: Más tibio

Frito: Caliente

A la parrilla, asado: Más caliente

Cuanto más lenta y larga sea la cocción, el alimento será más caliente. Conocer la temperatura de los alimentos nos ayuda a balancear sus efectos según las necesidades de nuestro cuerpo. Por ejemplo, si eres friolento, te conviene comer más comidas calientes.

Con respecto a los sabores se dice que:

El sabor salado (como el pescado, algas, ajo porro) regula el balance de humedad en el cuerpo, desintoxica, estimula la función digestiva y mejora la concentración. Un poco de sal mejora la calidad de la sangre, pero el exceso la coagula y estresa el corazón.

El sabor ácido (como el limón, fresas, aceitunas) es astringente, contrarresta el efecto de las grasas, estimula las secreciones de la vesícula y páncreas, alcaliniza y beneficia la absorción de los alimentos. Las comidas ácidas activan la sangre, pero su exceso puede ocasionar

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