Biocombustibles

[pic 1][pic 2]Situación energética actual[pic 3]

[pic 4][pic 5][pic 6][pic 7]

[pic 8][pic 9][pic 10]

[pic 11][pic 12][pic 13] [pic 14] [pic 15]

[pic 16][pic 17][pic 18]

[pic 19][pic 20][pic 21][pic 22][pic 23][pic 24][pic 25][pic 26][pic 27][pic 28][pic 29][pic 30][pic 31][pic 32]

[pic 33][pic 34]Biocombustibles[pic 35]

[pic 36][pic 37]Alternativas de Biocombustibles[pic 38]

La clasificación más común divide a los biocombustibles en primera y segunda generación, esto es según el tipo de materia prima de partida y también al tipo de tecnología empleada en su producción.[pic 39]

[pic 40]

[pic 41][pic 42][pic 43]

• Segunda generación[pic 44]

Se distinguen de los de primera generación en dos aspectos:

➔        Se obtienen de vegetales que no tienen una función alimentaria.

➔        Se producen con innovaciones tecnológicas que permitirán ser más ecológicos y avanzados que los actuales.

Cómo se obtienen de materias primas no alimentarias, se pueden cultivar en tierras que no se emplean para el cultivo de alimentos. Por lo cual, permite una mayor diversificación con nuevas materias primas, nuevas tecnologías y nuevos productos finales, promoviendo de esta forma el desarrollo agrícola y agroindustrial

[pic 45][pic 46]Marco Internacional[pic 47]

• Los mercados modernos surgieron en respuesta a las dos subidas del precio del petróleo en el decenio de 1970. Dió origen al (etanol) en Brasil y los Estados Unidos, el primero a partir de la caña de azúcar y, el segundo, del maíz.[pic 48]
• Aprovechando la capacidad de producción agrícola existente cuando los bajos precios de las materias primas alentaban la búsqueda de salidas alternativas.

• En menos de un decenio, la producción mundial de biocombustibles se ha multiplicado por cinco, de menos de 20 000 millones de litros al año en 2001 a más de 100 000 millones de litros al año en 2011.

[pic 49][pic 50][pic 51][pic 52]

Producción de Biodiésel y etanol en el mundo 1980-2011.

En 2008, 15 % de la producción mundial de maíz (principalmente EE.UU.), se utilizó para la producción de etanol; un 10 % de la producción mundial de aceites vegetales (UE) se destinó al biodiésel; un 18 % de la caña de azúcar (Brasil) se destinó a la producción de combustible de etanol (Daynard y Daynard, 2011.

[pic 53][pic 54]Dilema biocombustibles:[pic 55]

Cómo conciliar la seguridad alimentaria y la seguridad energética

Los países dirigen sus esfuerzos hacia los biocombustibles en respuesta al cambio climático y el alza en el precio del petróleo.[pic 56]

Precios de alimentos más elevados, subsidios para biocombustibles y degradación ambiental se sentirán en forma desproporcionada en el mundo en desarrollo.

Se necesitan políticas internacionales fuertes para evitar que la revolución de los biocombustibles amenace la seguridad alimentaria de los pobres.

[pic 57][pic 58]Biocombustibles y alimentos más caros[pic 59]

Este tremendo crecimiento en la producción de biocombustibles ya está afectando de manera adversa a los pobres de países en desarrollo al aumentar el precio y la volatilidad de los alimentos.

Las alzas de al menos 50% en las materias primas han afectado las ventajas comparativas y la competitividad de ciertos países.

Tanto los activos agrícolas como los precios de la energía han aumentado

significativamente en los últimos años.

En el pasado no había una relación significativa entre ellos, pero desde 2002 la correlación se ha fortalecido. Y el uso de cereales para propósitos industriales –incluyendo la producción de biocombustibles- ha aumentado en más de 25% desde 2000.

[pic 60][pic 61][pic 62]

Modelos IFPRI- para el 2020

Usando el más avanzado modelamiento computacional, el Instituto Internacional de Investigación en Políticas Alimentarias (IFPRI) ha proyectado precios de los biocombustibles para dos escenarios potenciales hasta el año 2020.

1. El escenario uno se basa en los actuales planes de inversión en biocombustibles y predice que el precio internacional del maíz y de las oleaginosas crecerá en 26% y 18%, respectivamente.
2. El escenario dos asume una expansión del doble del escenario uno y sugiere que el precio aumentará en 72% para el maíz y en 44% para las oleaginosas.

En ambos escenarios, aumentar el precio de los cultivos va de la mano con una reducción en la disponibilidad y acceso a los alimentos.

[pic 63][pic 64][pic 65]

Consecuencias

Los pobres gastan más en alimentos que en energía, cerca del (50-70) % en alimentos y entre el (1-10) % en energía. Con precios altos, probablemente gastarán menos en alimentos, exacerbando las dietas pobres y la malnutrición de micronutrientes.[pic 66]

El consumo decrece más en el África Subsahariana, donde el escenario dos proyecta que la disponibilidad de alimentos podría caer en más de 8% hacia 2020.

...