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Buenas tardes, soy Lezly Flores y el día de hoy les presentaré un análisis acerca del espacio en el cuento titulado “El tonel de amontillado”, dicho texto fue realizado por el escritor estadounidense Edgar Allan Poe en el año 1846 durante el romanticismo.

Existen tres tipos de espacios literarios, pero en esta ocasión voy a hablar acerca del espacio físico que se define como el lugar que se liga de inmediato a la descripción dada por el autor.

El espacio físico del Tonel de Amontillado es tétrico en general, sin embargo la explicación y propósito del porqué es utilizado este tipo de espacio va más allá de generar intriga en el espectador o transmitir el estado emocional de un personaje (como es costumbre en los textos romanticistas). Poe narra cómo los personajes avanzan por un trayecto muy fúnebre y se encuentran con numerosos restos humanos "Contra sus paredes se habían apilado restos humanos que subían hasta la bóveda... los huesos se habían desplomado y yacían dispersos en el suelo, formando en una parte un amontonamiento bastante grande." Este fragmento puede interpretarse como que Fortunato no es la primer persona que es llevada a las criptas por Montresor o inclusive su familia para tomar venganza y esto lo justificó con su lema familiar “Nemo me impune lacessit” traducido como nadie me ofende impunemente, dicha frase hace alusión a que los Montresors había cobrado venganza en múltiples ocasiones. Algo que quiero defender es que aunque es muy común la presencia de huesos en las catacumbas hay diversos comportamientos de Montresor y partes de la narración que indican que en efecto la historia gira en torno de un asesino con experiencia. Cuando trata con indiferencia a los huesos “Contra la nueva mampostería volví a alzar la antigua pila de huesos.”, el hecho de que parece una confesión ante una autoridad, un familiar o amigo“¡Requiescat in pace!”

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