CARL SAGAN -- COSMOS.
Enviado por PEDROPUERTAS • 23 de Marzo de 2015 • Tesis • 1.486 Palabras (6 Páginas) • 306 Visitas
CARL SAGAN -- COSMOS.
Introducción.
Llegará una época en la que una investigación diligente y prolongada sacará a la luz
cosas que hoy están ocultas. La vida de una sola persona, aunque estuviera toda ella
dedicada al cielo, sería insuficiente para investigar una materia tan vasta... Por lo tanto
este conocimiento sólo se podrá desarrollar a lo largo de sucesivas edades. Llegará
una época en la que nuestros descendientes se asombrarán de que ignoráramos
cosas que para ellos son tan claras... Muchos son los descubrimientos reservados
para las épocas futuras, cuando se haya borrado el recuerdo de nosotros. Nuestro
universo sería una cosa muy limitada si no ofreciera a cada época algo que
investigar... La naturaleza no revela sus misterios de una vez para siempre.
SÉNECA, Cuestiones naturales,
libro 7, siglo primero
En los tiempos antiguos, en el lenguaje y las costumbres de cada día, los sucesos más
mundanos estaban conectados con los acontecimientos de mayor trascendencia
cósmica. Un ejemplo encantador de ello es el conjuro contra el gusano al cual los
asirios del año 1000 a. de C. atribuían el dolor de muelas. Se inicia con el origen del
universo y acaba con un remedio para el dolor de muelas:
Después de que Anu hubiera creado el cielo,
y de que el cielo hubiera creado la tierra,
y de que la tierra hubiera creado los ríos,
y de que los ríos hubieran creado los canales,
y de que los canales hubieran creado el cenagal,
y de que el cenagal hubiera creado el gusano,
el gusano se presentó llorando ante Shamash, derramando sus lágrimas ante Ea:
¿Qué vas a darme para que pueda comer? ¿Qué vas a darme para que pueda
beber? Te daré el higo seco y el albaricoque.
¿De qué me van a servir un higo seco y un albaricoque?
Levántame, y entre los dientes
Y las encías permíteme que resida... Por haber dicho esto, oh gusano, que Ea te
castigue con el poder de su mano
(Conjuro contra el dolor de muelas.)
Tratamiento: Has de mezclar cerveza de segundo grado... y aceite; has de recitar tres
veces el conjuro sobre la medicina y aplicarla luego sobre el diente.
Nuestros antepasados estaban muy ansiosos por comprender el mundo, pero no
habían dado todavía con el método adecuado. Imaginaban un mundo pequeño,
pintoresco y ordenado donde las fuerzas dominantes eran dioses como Anu, Ea y
Shamash. En este universo las personas jugaban un papel importante, aunque no
central. Estábamos ligados íntimamente con el resto de la Naturaleza. El tratamiento
del dolor de muelas con cerveza de segunda calidad iba unido a los misterios
cosmológicos más profundos.
Actualmente hemos descubierto una manera eficaz y elegante de comprender el
universo: un método llamado ciencia. Este método nos ha revelado un universo tan
antiguo y vasto que a primera vista los asuntos humanos parecen de poco peso. Nos
hemos ido alejando cada vez más del Cosmos, hasta parecernos algo remoto y sin
consecuencias importantes para nuestras preocupaciones de cada día. Pero la
ciencia no sólo ha descubierto que el universo tiene una grandeza que inspira vértigo y
éxtasis, una grandeza accesible a la comprensión humana, sino también que nosotros
formamos parte, en un sentido real y profundo, de este Cosmos, que nacimos de él y
que nuestro destino depende íntimamente de él. Los acontecimientos humanos más
básicos y las cosas más triviales están conectadas con el universo y sus orígenes.
Este libro está dedicado a la exploración de estas perspectivas cósmicas.
En la primavera y otoño de 1976 yo formaba parte del equipo de imagen en vuelo del
vehículo de aterrizaje Viking, y me dedicaba junto con cientos de científicos colegas a
la exploración del planeta Marte. Por primera vez en la historia humana habíamos
hecho aterrizar dos vehículos espaciales en la superficie de otro mundo. Los
resultados, descritos de modo más completo en el capítulo 5, fueron espectaculares, y
el significado histórico de la misión quedó claro para todos. Sin embargo, el público en
general apenas sabía nada de estos grandes acontecimientos. La prensa en su
mayoría no les prestaba atención; la televisión ignoró la misión casi por completo.
Cuando se tuvo la seguridad de que no se obtendría una respuesta definitiva sobre la
posible existencia de vida en Marte, el interés disminuyó todavía más. La ambigüedad
se toleraba muy poco. Cuando descubrimos que el cielo de Marte presentaba un color
amarillo rosado en lugar del azul que se le había atribuido al principio,
equivocadamente, el anuncio fue recibido por un coro de joviales silbidos por parte de
los periodistas reunidos: querían que incluso en este aspecto Marte se pareciera a la
Tierra. Creían que su público se desinteresaría paulatinamente de Marte a medida
que el planeta resultase cada vez más distinto de la Tierra. Y sin embargo, los
paisajes de Marte son impresionantes, las vistas conseguidas imponentes. Yo
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