Carl Sagan
Enviado por marineyu • 20 de Febrero de 2012 • 4.688 Palabras (19 Páginas) • 805 Visitas
Las profecías del tiempo del fin
¡Consideremos algunos pasajes bíblicos que describen ciertas profecías cruciales del tiempo del fin!
Explicamos que Pablo comprendió que él no vivía en la era en que Cristo regresaría. Sin embargo, Dios sí lo usó para registrar qué condiciones habría cuando ese tiempo finalmente llegara. Considere su profecía de la degeneración generalizada de las actitudes y el carácter, justo previo a la segunda venida de Cristo. Él escribió: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella, a éstos evita” (II Tim. 3:1-6).
Esta es una profecía poderosa que describe la completa descomposición del carácter en “los últimos días”. ¡Este tiempo ha llegado! — ¡y estas condiciones generalizadas empeoran diariamente! Mire a su alrededor. La conducta de las personas está cambiando rápidamente — aparentemente siempre para lo peor. ¡Más educadores y otros en autoridad están sonando la alarma acerca de que las condiciones se han salido de control!
¿Quién puede dudar esta tendencia?
Reconozca que este folleto no pretende estar escrito de una manera profunda. ¡De otra manera, se requerirían muchas páginas sólo para describir las condiciones a las que Pablo se refiere en esta sola profecía!
Pero la degeneración de las actitudes y el comportamiento de las personas son espantosos cuando se comparan con las de una generación atrás. Siempre ha habido actos de terrible violencia pero ahora ocurren más a menudo. Siempre ha habido mentirosos pero ahora el problema del engaño es más penetrante. Siempre ha habido adulterio pero el porcentaje de personas quienes lo cometen es ahora epidémico. Siempre ha habido divorcio pero hoy es mucho más común. Siempre ha habido jóvenes irrespetuosos. Pronto una generación entera se habrá olvidado del Quinto Mandamiento: “honra a tu padre y a tu madre”. ¡Aunque siempre ha habido hurtos, las estadísticas muestran que nunca ha sido peor — aun en los países más ricos, donde las personas ya tienen muchas más posesiones físicas simplemente por causa del lugar en el que ellos nacieron!
Mucho más podría decirse de cada término o frase usada en la profecía de Pablo. ¡Y no hemos hablado acerca de la pornografía, el abuso infantil, el crimen y las tendencias en el sexo pervertido, el abuso de drogas, el odio y la guerra! ¡Todas estas condiciones se han combinado para crear una era que Pablo describió correctamente como “peligrosa” — o muy peligrosa! ¡Colectivamente, esto se convierte en un indicador de que estos son los últimos días!
La gran profecía de Cristo en los Olivos
En conjunto, Mateo 24, Lucas 21 y Marcos 13 comprenden la Profecía de Cristo en los Olivos. El relato comienza con Sus discípulos (Mat. 24:3) preguntándole acerca de los eventos que precederían el “fin del mundo”. Esta vez, lo que ellos buscaban era una “señal” de cuándo vendría el fin de la era — el fin de la sociedad civilizada como la conocemos. Como se mencionó, Sus discípulos creían originalmente que esto ocurriría durante sus vidas, porque ellos lo veían en conjunción con la destrucción del templo físico en Jerusalén. Esto fue porque Cristo recién les había explicado esa destrucción venidera momentos antes de que ellos le hicieran la pregunta. Aunque este templo fue destruido por los romanos en el año 70 D.C., Cristo entendía que Su segunda venida sería más de diecinueve siglos después. El profetizó que ciertos otros eventos la precederían.
Cristo describió una descomposición del carácter similar a la que describió Pablo. En los versículos 36-39, Cristo advirtió que las condiciones serían similares a “los días de Noé”, descritos en Génesis 6:11-12: “Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra”.
La corrupción es mencionada tres veces en esta corta descripción. Sin embargo, este pasaje es altamente específico y habla de los hombres como habiéndose degenerado individual y colectivamente, a una condición de corrupción absoluta — con la civilización “llena de violencia”. ¡Note el uso que hace Dios tanto de la palabra singular “su” como de la palabra colectiva “toda” para marcar este punto!
¡Considere con cuánta frecuencia ocurren ahora actos de violencia masiva en las escuelas, restaurantes u otros lugares en formas que eran prácticamente desconocidas hasta hace poco! ¿Quién escuchó alguna vez de francotiradores en serie — o terroristas suicidas — sino hasta hace poco? El relativamente nuevo fenómeno del terrorismo también se está volviendo más mundial en naturaleza. ¡Esto está profetizado a expandirse mundialmente!
En Lucas 17:26-30, Cristo también comparó las condiciones del tiempo de Su Regreso con aquellas encontradas en Sodoma y Gomorra. Génesis 18 y 19 muestran que estas dos ciudades estaban tan corrompidas y eran tan malvadas que, justo antes que Dios hiciese llover fuego y azufre sobre ellas, sólo tres personas (Lot y sus dos hijas — su esposa posteriormente se convirtió en sal) fueron estimadas dignas de escapar. Además, sólo a ocho personas les fue permitido entrar al arca antes que Dios inundase y destruyese al mundo.
Pregúntese: ¿Cuánto tiempo pasará antes de que las condiciones ya no puedan empeorar más?
¿Qué acerca de la confusión religiosa? Mateo 24:4-5 registra la advertencia de Jesús acerca de un venidero gran engaño. Él dijo: “Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo [Jesús], soy el Cristo; y a muchos engañarán”. En otras palabras, muchos clamarían representar a Jesús, y reconocerían que Cristo verdaderamente fue el Cristo, mientras llevan un mensaje que engaña a sus oyentes. Los muchos divididos, confundidos, discordantes y competitivos grupos dentro del cristianismo profeso hoy, seguramente prueban la exactitud de la profecía de Cristo.
Es crítico notar un aspecto más de la advertencia de Cristo acerca de aquellos que dirían: “Cristo fue el Cristo”. ¡Casi todos los predicadores modernos hacen énfasis en la Persona de Jesucristo mismo, en lugar del mensaje que Él trajo! ¡Ellos se enfocan en el Mensajero en lugar de Su mensaje! ¡Decir que Cristo fue, de hecho, el Cristo — el Mesías — es una declaración
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