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CONSUMO DE AZÚCARES, SODIO Y GRASAS TRANS DE LOS ADULTOS QUE ACUDEN A SALAS DE MULTICINES DE LIMA METROPOLITANA


Enviado por   •  29 de Abril de 2019  •  Apuntes  •  2.670 Palabras (11 Páginas)  •  129 Visitas

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TÍTULO: CONSUMO DE AZÚCARES, SODIO Y GRASAS TRANS DE LOS ADULTOS QUE ACUDEN A SALAS DE MULTICINES DE LIMA METROPOLITANA

AUTORES: LIC. NUT. TANIA MILAGROS YARASCA GARAY

ASESOR:

CO-ASESOR:

Lima, 28 de Abril del 2019

  1. Resumen (máximo 250 palabras)

Introducción

En los últimos años las enfermedades crónicas no transmisibles han significado millones de muertes en el mundo, y el Perú no es ajeno al incremento de las cifras, principalmente de obesidad en adultos. Debido a ello, la Organización Mundial de la Salud brinda una serie de recomendaciones entre las cuales establece a la disminución del consumo de azúcar a menos del 10 % del valor calórico total, y a menos de 1 % en el caso de las grasas trans, finalmente establece 2 gramos por día como máximo de consumo de sodio.

Objetivos

Determinar el consumo de azúcar, sodio y grasas trans de los adultos que acuden a multicines de Lima Metropolitana.

Metodología

Estudio Cuantitativo descriptivo transversal. Muestreo no probabilístico intencional

Palabras clave (key words)

Azúcar, Grasas Trans, Sodio, Adultos, Multicines.

  1. Introducción (incluye marco teórico y antecedentes, sin subtítulos)

Las enfermedades crónicas no transmisibles acaban con la vida de 41 millones de personas (71 %) en el mundo, entre las principales causas se encuentran las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes tipo 2 (Organización Mundial de la Salud, 2018).

En las últimas décadas el Perú cambió el perfil epidemiológico hacia las enfermedades crónicas no transmisibles, tal es el caso que se halló al 13,6 % de la población con presión alta, 3,3 % con diabetes, 36,9 % con sobrepeso, y 21 % con obesidad; además de concentrar la mayor proporción de estas afecciones en Lima Metropolitana. (ENDES 2017)

La organización Mundial de la Salud establece recomendaciones para la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles, entre ellas el limitar el consumo de azúcares a menos del 10 % de la energía total de la dieta. Éstos azúcares son parte de los carbohidratos y comprenden los monosacáridos (como glucosa y fructosa) y los disacáridos (como sacarosa y lactosa), los cuales pueden estar presentes en forma natural en los alimentos o ser añadidos a estos (Beltrán, 2014). Un estudio revela que las personas que consumen de 17-21% de calorías a partir de azúcar incrementan en 38% el riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular esto según la Asociación Americana del Corazón («Added Sugars Add to Your Risk of Dying from Heart Disease», 2016)

Las guías internacionales de alimentación recomiendan limitar el consumo de grasas saturadas a menos del 10% de la energía total y a menos del 1% las grasas Trans. Además, en un estudio de revisión se encontró que el riesgo y mortalidad de enfermedades del corazón y cáncer de colon y mama están fuertemente ligados al consumo de grasas trans que produce la industria, asociación que no se encontró con las grasas saturadas (de Souza et al., 2015). Es por ello que la recomendación se dirige a la disminución del uso de este tipo de grasa en la industria alimentaria.

La Organización Mundial de la Salud recomienda la reducción de la ingesta de sodio para reducir la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares en adultos, la recomendación se reduce al consumo de menos de 2 gramos /día (5 gramos de sal) («OMS | Reducir la ingesta de sodio para reducir la tensión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares en adultos», 2019). En cambio, el comité encargado de la Ingesta Dietética de Referencia actualmente recomienda reducir el consumo de sodio a menos de 1,5 g/día tanto en niños como adultos (Dietary Reference Intakes for Sodium and Potassium, 2019)

Estas recomendaciones se han estado promocionando a nivel nacional con el fin de sensibilizar a la población y mejorar sus hábitos; sin embargo es muy común en la actualidad que las personas, los jóvenes principalmente, adquieran los alimentos fuera de casa. Un estudio realizado en Europa indica que los alimentos consumidos fuera del hogar consisten básicamente en papas fritas y procesadas, productos cárnicos, salchichas, azúcares y confitería, y bocadillos salados (Burke et al., 2007). En las últimas décadas se ha observado un incremento del número de franquicias y nuevos formatos de comida rápida, más aún en Lima Metropolitana, es así que la población está expuesta a este tipo de alimentos y es importante conocer los criterios de la elección de los mismos. En México los jóvenes acuden a locales de comida rápida al paso, siempre que salen en su tiempo libre en compañía de amigos (la mayoría), familiares o en pareja, y son ellos los que influencian la elección de los alimentos a consumir (Rojas & Peñuela, 2018). En Chile se planea implementar políticas públicas para mejorar los alimentos ofrecidos en conciertos, cines y eventos deportivos, al respecto se han realizado conversaciones con empresas de cine que planean mejorar las alternativas de los productos que expenden (LLC, 2019)

Uno de los mercados emergentes en el último siglo es el de los cines, en el Perú y que el 60 % se concentra en Lima Metropolitana, de las personas que acuden a los cines más del 50 % son adultos entre 20 a 40 años (Gestión, 2014), es aquí donde acuden los jóvenes y consumen los alimentos que expenden las empresas sin la oportunidad de llevar su propia comida. Las ganancias para las empresas con respecto a la confitería y snacks es de aproximadamente el 30 % en todas las cadenas (Gestión, 2018), es por eso que ello representa un problema para la implementación de hábitos saludables de alimentación.

  1. Planteamiento del problema

¿Cuál es el consumo de azúcares, sodio y grasas trans de las personas que acuden a salas de multicines de Lima Metropolitana?

  1. Justificación

La promoción de la salud no solamente debe ir enfocada a las recomendaciones a la población objetivo, sino que además debe involucrar a todas las instituciones y empresas privadas que al igual que el estado también son responsables de la cultura alimentaria de las personas, debido a que son las empresas que lucran con el negocio de la alimentación una fuente de alimentos no saludables que no permiten el avance y mejora de las cifras de enfermedades crónicas no transmisibles en nuestro país.

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