CUADRO DE LA CATASTROFE SILENCIOSA
Enviado por Hector Brenes Canseco • 6 de Octubre de 2015 • Apuntes • 3.645 Palabras (15 Páginas) • 635 Visitas
La educación es un fenómeno complejo que ha atravesado por un largo proceso de transformación, sin embargo, su esencia no se ha visto modificada, es decir, es y seguirá siendo la base del crecimiento o desarrollo de cualquier ser humano y como consecuencia un factor vital para el progreso económico, científico, cultural, político e ideológico de nuestra sociedad.
Gilberto Guevara Niebla en el libro “La catástrofe silenciosa”, hace un análisis del sistema educativo en la década de los ochenta, ya que es en este periodo histórico donde se agudiza el logro de la calidad educativa, catalogando a México como un “país de reprobados” debido a sus bajos índices de rendimiento escolar. En dicho diagnóstico se determina que la crisis educativa es un fenómeno multifactorial y entre sus principales causas se encuentran:
La rutina de los métodos de enseñanza, ocasiona que los alumnos mantengan poco interés por asistir a la escuela y con ello los índices de reprobación, deserción y eficiencia terminal vayan en aumento reflejando una grave ineficiencia escolar (fracaso escolar y rezago educativo).
Los grupos más pobres de la sociedad son quienes reciben los peores servicios educativos (por lo que reportan los mayores índices de fracaso escolar) dando lugar a la discriminación social.
La poca o nula vinculación entre los planes de estudio de educación básica así como de la educación media y superior; la descontextualización de los planes de estudio para responder a las condiciones socioculturales de cada comunidad; y la poca comunicación entre los actores educativos que se encuentran en contextos y con problemáticas similares.
No se asumen como responsabilidad compartida entre la escuela (directivos, docentes y alumnos) y la sociedad (padres de familia y autoridades locales), la tarea educativa y por tanto los resultados de la misma.
Los contenidos educativos resultan irrelevantes para la mayoría de los alumnos; no están diversificados en atención a la pluralidad cultural del país, por el contrario, se han impuesto los que reflejan los valores de la población urbana y de niveles económicos medios y altos.
No se da seguimiento riguroso a los resultados educativos debido a la inexistencia de mecanismos de evaluación objetivos que permitan valorar el alcance de la educación, no sólo desde lo cuantitativo sino también desde lo cualitativo.
La deficiente formación del magisterio; la escasa preocupación por la actualización y capacitación docente, así como la falta de una supervisión objetiva de la actuación y por tanto de su desempeño en el aula.
La inversión educativa en México es inferior a lo recomendado para países en desarrollo (8% del PIB), aunado a ello, el predominio de los criterios políticos –como la presión extraeducativa de grupos e intereses particulares- influye en la asignación presupuestal, ejemplo claro es que la educación superior que cuenta con una población escolar menor, recibe un presupuesto mucho mayor en comparación con la educación primaria, quien posee una matrícula superior.
Las entidades federativas no poseen autonomía en los recursos financieros, ni para la creación y asignación de plazas magisteriales; las decisiones siguen siendo centralizadas, y la SEP cede a las presiones sindicales.
La educación poco atiende a la formación científica por lo que se hace urgente un cambio en los programas de estudio pero sobre todo un cambio de actitud para valorar a la ciencia y la tecnología como elementos claves para el progreso social.
No existe una demanda significativa de conocimientos científicos y tecnológicos por parte de las empresas, por lo que es necesario lograr la articulación entre el mundo académico y el sistema productivo.
La educación técnica no ha respondido a la demanda de aminorar el desempleo entre los jóvenes ni al logro de una mayor movilidad social, por el contrario los egresados de educación superior o con licenciatura compiten para ocupar los puestos diseñados para los técnicos generándose a sí la subocupación y el desempleo.
Por tanto, al analizar dichas problemáticas por las que atraviesa el sistema educativo nacional se determinan cinco grandes desafíos en la educación, los cuales desafortunadamente no hemos podido superar en pleno siglo XXI:
1. EL DESAFIO DE LA EQUIDAD
Implica:
Modificar las pautas de asignación de los recursos educativos con el fin de distribuirlos equitativamente tanto en el medio urbano como en el rural y así brindar iguales oportunidades de educación.
Atender con eficacia a los alumnos de medios menos favorecidos.
Atender a los analfabetas replanteando nuevas bases conceptuales y metodológicas.
2. EL DESAFIO DE LA CALIDAD
Implica:
Examinar la formación normalista; los mecanismos de actualización docente; las prácticas de supervisión del desempeño escolar, así como las formas de evaluación con el fin de mejorar el proceso enseñanza-aprendizaje.
Asegurar la relevancia de los contenidos (contextualización)
Abarcar la formación de valores.
3. EL DESAFIO DEL FINANCIAMIENTO
Supone:
Recuperar niveles dignos de remuneración docente.
Aumentar el gasto público en educación hasta alcanzar el 6% del PNB.
Asegurar que los incrementos vayan en proporción al rendimiento y metas alcanzadas por las instituciones educativas.
4. EL DESAFIO DE LA PRODUCTIVIDAD, EL EMPLEO Y LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICO-TECNOLÓGICA
Consiste en:
Estar a la altura de los requerimientos que le plantean a la educación los procesos productivos sujetos a los cambios tecnológicos en el contexto de una economía heterogénea.
5. EL DESAFIO DE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL
Implica:
Articularse con la sociedad civil a través de una participación orgánica de sus diversos sectores.
Que el Estado recupere su poder de rectoría educativa (que no se vea influenciado por organismos sindicales) y abra nuevos espacios de interpelación y decisión a los padres de familia, grupos organizados, sectores productivos, entre otros, con el fin de dar lugar a la rendición de cuentas.
Para poder enfrentar los desafíos descritos, es importante conocer a fondo el origen de la crisis de la educación en México para poder emprender una renovación educativa, por lo que se propone debe integrarse una comisión no gubernamental formada por especialistas ajenos a los intereses del sector educativo para que realicen un diagnóstico de la realidad de la educación partiendo de una consulta nacional y así proponer alternativas de solución.
Continuando con dicho diagnóstico Guevara Niebla, Carlos Muñoz, Roberto Arizmendi y Alejandra Romo, realizan un análisis más minucioso de las problemáticas que enfrenta de manera particular cada uno de los niveles educativos desde los aspectos cuantitativos (satisfacción de la demanda, reprobación, repetición y retraso escolar, eficiencia terminal, y el rezago educativo), cualitativos (aprovechamiento escolar y relevancia de la educación), y sociales.
La educación primaria, genera un gran rezago educativo debido a los problemas de deserción y reprobación escolar en los primeros grados, ocasionando así, el aumento del analfabetismo funcional. Respecto a los niveles de aprovechamiento escolar se detectaron bajos promedios sobre todo en las áreas de matemáticas y ciencias naturales, aunque es un hecho innegable que el rendimiento académico se ve influenciado por factores socioeconómicos y culturales. Otro aspecto que afecta la calidad de la educación primaria es la descontextualización de la currícula y su relevancia para responder a las necesidades de los alumnos y con ello de las comunidades.
Sin duda muchas de las problemáticas a enfrentar en la educación primaria también se ven proyectadas en la educación secundaria, pues aunque exista una gran demanda y cobertura de dicho servicio, no se aseguran niveles de aprovechamiento superiores; los contenidos propuestos en el plan de estudios continúan siendo irrelevantes y poco atractivos por la gran carga informativa y su poca adecuación al desarrollo biopsicosocial de los adolescentes. Un problema que se agudiza es la escasa actualización docente que permita responder a las demandas cada vez complejas de los estudiantes y de la sociedad, por lo que se siguen practicando en las aulas los métodos tradicionales de enseñanza, coartando la posibilidad de formar alumnos autónomos y con la capacidad de tomar decisiones.
Por otra parte, la educación media superior poco responde a formar alumnos con la capacidad de resolver problemas, con un sentido crítico y científico, debido al plan de estudios con carácter enciclopédico. A esta situación se le anexa la poca formación del magisterio, la falta de docentes con el perfil adecuado para impartir las asignaturas con preparación profesional y como se ha venido observando en los otros niveles, la falta de métodos de evaluación que den seguimiento al proceso enseñanza-aprendizaje. Es en el bachillerato donde los jóvenes tienen la gran decisión de decidir el rumbo que tomara su vida, ya sea académico o productivo, y sin embargo, no existen sistemas de orientación vocacional que apoyen a los estudiantes en dicha elección.
Un obstáculo hasta ahora detectado en el diagnóstico que nos plantean en el libro, es la deficiente formación del magisterio para atender a las necesidades educativas de los estudiantes y desarrollar en ellos, habilidades, actitudes y conocimientos relevantes que les permitan dar solución a los retos que se les presenten. El origen de dicho problema, es que la docencia no es una opción educativa que se elija por convicción y vocación sino por conveniencia económica y como última alternativa al no poder ingresar a las universidades. Dicho fenómeno, responde a que no han existido formas rigurosas de selección para incorporarse a la educación normal. Por otra parte, en las escuelas normales no existe vinculación con los centros de investigación lo que trunca que los docentes poseamos una formación científica. Coincido con el autor en que la educación normal debería ser el punto de partida de las reformas educativas y el medio para elevar la calidad educativa, pues existen pocas alterativas para los docentes de capacitarse o actualizarse y así lograr un cambio de actitud pero sobre todo de compromiso con nuestra profesión y valorización de la misma.
La educación superior, manifiesta su ineficacia por la incongruencia entre la preparación que se da en las universidades -muchas veces teórica- y el sistema productivo, es decir, lo aprendido poco es aplicable en la vida laboral. Existe poca oferta de empleo ante la demanda de egresados de educación superior pues como se menciono anteriormente la formación no responde a las demandas socioeconómicas del país.
Todas estas circunstancias vividas en los niveles de formación, motivaron en los ochenta una serie de propuestas para una reforma profunda del sistema educativo:
1. Las propuestas en política educativa tienen como objetivos principales: elevar la calidad educativa; lograr la equidad en las oportunidades educativas; aumentar los recursos financieros para la educación; crear formas de evaluación del desempeño docente; apoyar la investigación científica y tecnológica; renovar las escuelas normales y adaptar los contenidos educativos a las necesidades económicas y socioculturales de los estudiantes, por mencionar algunos.
2. Para eliminar el centralismo y la burocratización se sugiere: impulsar el proceso de descentralización; ampliar la participación de la sociedad civil y representantes del sector empresarial; resolver los problemas laborales a nivel local con una adecuada relación SEP/SNTE; y coordinar proyectos educativos regionales e interestatales.
3. En el plano del financiamiento se establece el aumento del presupuesto educativo, buscar una mejor distribución de los recursos entre los distintos niveles asegurando para todos una educación básica y de calidad, crear un sistema de incentivos para los docentes que laboran en zonas rurales o urbanas con carestía así como la creación de fondos para la atención a zonas marginadas.
4. Para elevar la calidad en primaria y secundaria se proponen varias líneas de acción entre las que considero más relevantes se encuentran: reformar el plan de estudios atendiendo a los objetivos de formar alumnos con un cumulo de conocimientos, habilidades y valores pertinentes para su desarrollo, por lo que dicho plan de estudios debe ser de carácter flexible con el fin de atender las diferencias culturales. Sin embargo, para dar aplicabilidad al plan de estudios, se debe reformar la educación normal partiendo de emplear estrictos criterios de selección
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