Cambios Climaticos
Enviado por ceidiochoa • 19 de Marzo de 2015 • 3.579 Palabras (15 Páginas) • 233 Visitas
INTRODUCCION
El sol desprende partículas cargadas de mucha energía, iones, principalmente protones, y electrones, los cuales viajan por el espacio a velocidades entre 320 y 704 kilómetros por segundo, es decir, necesitan tan solo entre 130 y 60 horas en llegar a la Tierra. Al conjunto de partículas que vienen del Sol se les conoce como viento solar.
Es importante resaltar, que cuando éste interactúa con los bordes del campo magnético terrestre, que está originado por el movimiento del núcleo terrestre en estado semilíquido con abundante hierro y animado por la rotación de nuestro planeta, algunas de las partículas quedan atrapadas por él y siguen el curso de las líneas de fuerza magnética en dirección a la ionosfera.
Cabe señalar, que la ionosfera es la parte de la atmósfera terrestre que se extiende hasta unos 60 o 100 kilómetros desde la superficie de la tierra. Cuando las mencionadas partículas chocan con los gases en la ionosfera, empiezan a brillar, produciendo el espectáculo que conocemos como aurora boreal y austral. La variedad de colores, rojo, verde, azul y violeta que aparecen en el cielo se deben a los diferentes gases que componen la ionosfera.
En el trabajo que a continuación se presenta se estará desarrollando el tema del Cambio Climatico y las Auroras Boreales.
EL CAMBIO CLIMÁTICO
El cambio climático es el conjunto de grandes y rápidas perturbaciones provocadas en el clima por el aumento de la temperatura del planeta. Se trata del problema ambiental más importante al que se enfrenta la humanidad.
Del mismo modo, "Cambio climático" es un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana, que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.
El cambio climático es, potencialmente, la mayor amenaza para la biodiversidad en las próximas décadas. No obstante que las señales más tempranas se han dado sobre glaciares y ecosistemas costeros, también los bosques y humedales serán severa y tempranamente afectados.
El clima de la Tierra nunca ha sido estático. Como consecuencia de alteraciones en el balance energético, está sometido a variaciones en todas las escalas temporales, desde decenios a miles y millones de años. Entre las variaciones climáticas más destacables que se han producido a lo largo de la historia de la Tierra, figura el ciclo de unos 100.000 años, de períodos glaciares, seguido de períodos interglaciares.
En la actualidad existe un consenso científico, casi generalizado, en torno a la idea de que nuestro modo de producción y consumo energético está generando una alteración climática global, que provocará, a su vez, serios impactos tanto sobre la tierra como sobre los sistemas socioeconómicos.
El cambio climático nos afecta a todos. El impacto potencial es enorme, con predicciones de falta de agua potable, grandes cambios en las condiciones para la producción de alimentos y un aumento en los índices de mortalidad debido a inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor. En definitiva, el cambio climático no es un fenómeno sólo ambiental sino de profundas consecuencias económicas y sociales. Los países más pobres, que están peor preparados para enfrentar cambios rápidos, serán los que sufrirán las peores consecuencias.
Se predice la extinción de animales y plantas, ya que los hábitats cambiarán tan rápido que muchas especies no se podrán adaptar a tiempo. La Organización Mundial de la Salud ha advertido que la salud de millones de personas podría verse amenazada por el aumento de la malaria, la desnutrición y las enfermedades transmitidas por el agua.
AURORA BOREAL
Es un fenómeno en forma de brillo o luminiscencia que se presenta en el cielo nocturno, en el hemisferio norte como aurora boreal, cuyo nombre proviene de Aurora, la diosa romana del amanecer, y de la palabra griega Bóreas, que significa norte.
Una aurora boreal comienza con un brillo fosforescente en el horizonte. Este brillo disminuye, pero vuelve a intensificarse. Es entonces cuando aparece un arco iluminado, que a veces se cierra en forma de círculo (corona boreal) muy brillante, con centro en el meridiano magnético; que se eleva en el cielo. A continuación, nuevos arcos iluminados aparecen y siguen al primero. Pequeñas ondas y rizos se mueven a todo lo largo de estos arcos.
En cuestión de unos pocos minutos, un cambio dramático se observa en el cielo. Un bombardeo de partículas golpea a la atmósfera superior, fenómeno que recibe el nombre de subtormenta auroral (en inglés, auroral sub-storm.) Rayos de luz caen del espacio, formando cortinas que se expanden en el cielo, cuyos bordes superiores e inferior están coloreados de violeta y rojo. Sus colores también pueden mezclarse, o entretejerse unos con otros.
Las cortinas desaparecen y vuelven a formarse a partir de nuevos rayos de luz. Un observador puede mirar directamente sobre su cabeza y observar entonces rayos dirigiéndose en todas direcciones, formando lo que se llama corona auroral.
Luego de 10 o 20 minutos, el bombardeo termina y la actividad decrece. Las bandas de luz dejan de propagarse y se desintegran en una luz difusa que se extiende por todo el cielo.
Causas
Hasta hace muy poco nadie sabía a ciencia cierta cuál era el origen de estas subtormentas, que desataba el proceso o qué factores apretaban el botón rojo para hacer saltar el cinturón de seguridad.
Los científicos barajaban dos hipótesis. Una de ellas dice que las subtormentas se producen cerca de la Tierra, o más exacto, a una sexta parte de la distancia entre la Tierra y la Luna, a unos 60.000 kilómetros, y que la energía viene de una poderosa corriente eléctrica que fluye a través de la magnetósfera a esta distancia, compuesta por un plasma o una masa de electrones e iones cargados que se libera de forma repentina debido a una explosión. El plasma se dirige hacia la Tierra y las corrientes espaciales son interrumpidas lo que causa el origen de la subtormenta.
La segunda hipótesis sitúa el fenómeno a un tercio de la distancia de la Luna y la Tierra, y establece que la descarga de energía se produce en la cola de la magnetosfera. Alrededor de la cola los campos magnéticos apuntan a direcciones contrarias, una hacia el exterior en el polo Norte y otra hacia el interior en el polo Sur. De forma que cuando las líneas de campo magnéticas confluyen se produce una reconexión que corta la cola en dos creando una subtormenta.
El equipo de Vassilis Angelopoulos, a cargo de la misión de Themis en la NASA confirmó este último supuesto a partir de las observaciones
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