Caminando con Cavernicolas
Enviado por Rocio81210 • 10 de Febrero de 2019 • Resumen • 1.736 Palabras (7 Páginas) • 628 Visitas
Resumen
Caminando con Cavernícolas
En este documental nos damos cuenta de que es lo que nos hace diferente a otras especies conociendo a nuestros antepasados viajando a través del tiempo, viendo los diferentes tipos de simios proto humanos para entender que es lo que hace que nosotros seamos únicos y entender como hemos llegado a hacer lo que somos hoy.
En primer lugar nos ubicamos en África, 3 millones de años antes de nosotros; es aquí donde se encontró la primera criatura que miles de años después desembocó en lo que nosotros somos hoy: humanos. Los australopithecus afarensis podían erguirse y caminar sobre dos piernas, tal y como nosotros; sin embargo permanecían atados a sus instintos animales. El hecho de poder caminar erguidos les permitía ahorrar energías y gastar menos calorías haciendo que tuvieran más “ánimos” para el sexo, es decir para la procreación, algo que aún en nuestros días es muy importante ya que el traer o no un nuevo ser al mundo puede marcar la diferencia entre la extinción o la supervivencia de una especie. Su adaptación a la locomoción bípeda les abrió las puertas del futuro a esta especie convirtiéndolos en simios con potencial para ser humanos. Moviéndonos en el tiempo 2 millones de años antes de nuestra era, nos encontramos en África con una gran cantidad de especies de simios proto humanos, tratando de averiguar cuál de las especies se asemeja más a los humanos siendo estas el paranthropus boisei, los homoabilis y los rudolfensis. Las tres especies eran bípedas y la existencia de tantas especies protohumanas nos hace preguntarnos como surgieron y esto es debida al sol ya que con el paso del tiempo cambio su ángulo de inclinación haciendo que la Tierra empezara a secarse, esto dio paso a la hierba que trajo consigo nuevas y extrañas especies de animales. Ahora África ofrece una gran variedad de comida y paisajes. Los boisei se adaptaron al medio de una manera extraordinaria, poseían poderosos músculos en sus mejías y sus muelas eran cuatro veces más grandes que las nuestras los que les permitía comer las raíces de los juncos. Los homoabilis no tenían las mismas adaptaciones de los boisei por lo cual durante la estación seca ellos no podían comer la vegetación dura que queda al final del esta estación. Ellos se convirtieron en carroñeros inquisitivos dispuestos a probar lo que sea para sobrevivir obligándolos a utilizar aptitudes investigativas, esto los llevó a observar a los buitres, los cuales siempre vuelan juntos cuando encuentran comida. Sin embargo este hecho también fue descubierto por los rudolfensis, los enemigos naturales de los homoabilis. Tras un encuentro desastroso entre los bandos, el líder de los homoabilis pierde la vida ante el ataque de un león. Tiempo después de este incidente, la estación seca acabo y comenzó a llover en la Sabana, observando con esto que los boisei son incapaces de construir su propio refugio. Pasando a los abilis, ellos son los primeros seres capaces de fabricar herramientas de piedra para obtener su alimento, con esto fueron capaces de comer carne lo cual les permitió desarrollar su cerebro abriendo un mundo lleno de ideas y aun cuando no podían encontrar carne en un cadáver, con sus nuevas herramientas eran capaces de quebrar los huesos de los animales e ingerir la médula ósea. La versatilidad del abilis le ha permitido sobrevivir en un mundo que cambia constantemente y esa es la característica que se perpetúa en los humanos hasta el día de hoy. Esta criatura evoluciona dando un paso más hasta convertirse en nosotros. Hacia el sur de África hace un millón y medio de años nos encontramos con el homoergaster, el cual posee nuevas adaptaciones en su cuerpo que le permiten sobrevivir al clima tan caliente que se estaba desarrollando en ese momento. El ergaster puede recorrer grandes distancias a buen ritmo incluso en estas condiciones porque dispone de un sistema de refrigeración, posee una larga y moderna nariz que enfría y humedece el aire que respiran, su cuerpo libre de pelo permite que se escape el calor, además posee miles de glándulas bajo la piel que hacen que ya no necesite jadear para controlar su temperatura, ahora solo le basta con sudar. No solo su cuerpo ha evolucionado sino que también su cerebro el cual es mucho más grande y es de ellos de quienes nosotros heredamos nuestro cerebro. El ergaster puede entender el mundo más que cualquier otra criatura hasta el momento, de él heredamos la capacidad de entender el mundo a través de pistas, por ejemplo, una cantidad considerable de nubes grises significa que va a llover, ellos entendían eso al igual que a nosotros. El tamaño de su cerebro les permitió dar un avance tecnológico en herramientas, crearon las hachas de piedras, efectivas para realizar cortes delicados. Su cerebro consume un 6% de las calorías consumidas al día y lo necesitaban para realizar una función fundamental y complicada en su vida, tanto para ellos como para los humanos: para poder entender a sus semejantes. El ergaster fue el primero de nuestros antepasados en tener lo que reconocemos como voz humana y la usaban para comunicarse entre ellos. Esta especie se alimentaba con lo que encontraba a su alrededor y no permanecían en un lugar fijo sino que se movían para encontrar comida, una vez que encontraban alimentos se reunían como una familia para compartir el “banquete” y es aquí donde se observa un nuevo tipo de relación entre estas especies, una relación monógama entre hembras y machos. Se cree que el ergaster desarrollo una mutación única, es el primer antepasado en tener blanco en los ojos, obteniendo con ello la capacidad de leer en la mente de los demás y comunicarse con una mirada los pensamientos más profundos. Tener amigos sumado a la capacidad de controlar y entender el entorno le proporcionaba al ergaster un potencial tremendo, tenía la posibilidad de abandonar su hogar, África, y poblar el resto del mundo. Empezaron siguiendo el curso del Río Nilo hasta llegar a oriente próximo, a medida que el grupo crecía avanzaban distancias más largas en búsqueda de comida llegando a Asia, al sur de China; una vez que nos encontramos en este punto es necesario darles un nuevo nombre homo erectus, los cuales fueron los primero en ver las maravillas de oriente. Ellos encontraron una herramienta diferente que abunda en este nuevo mundo, el bambú. El erectus vive en una tierra que tiene muchas herramientas a su disposición y a pesar de que podía encontrar con ellas una gran diversidad de alimentos no tenía problemas en ingerir cualquier cosa que él consideraba como comida. El erectus es resistente y adaptable, al mismo tiempo que se desarrolla su cerebro, nuestros antepasados se van expandiendo a lo largo del mundo. Sin embargo, hay algo que lo diferencia ampliamente de nosotros, durante un millón de años el ergaster no ha conseguido nada nuevo en términos de tecnología, eso es debido a que su cerebro no trabaja como el nuestro, para cambiar su forma de pensar se necesita de algo que revolucione su mente y en un punto de la historio descubren el fuego y aprenden a controlarlo; las noches ya no solo significaban buscar un refugio y protegerse de los peligros, sino que sentados alrededor de una fogata podían dejar volar sus pensamientos lo cual les permitió tener una nueva manera de controlar el mundo, quizá el fuego rompió las barreras de su mente y dejo que las ideas fluyeran en libertad haciendo que cualquier cosa imposible les pareciera posible. Llegados a esta parte, estamos entrando a la etapa final del viaje de nuestros antepasados hacia nosotros. Viajando hacia el sur de Inglaterra nos encontramos con los heidelberguensis. Un grupo de tres cazadores se enfrenta a una bestia, en el encuentro el más joven resulta herido y al llevarlo de regreso con el grupo los adultos tratan de sanarlo, sin embargo el fallece, es en este momento donde hallamos una gran diferencia con nosotros, la familia abandono al fallecido en el mismo lugar de su muerte, para nosotros es impensable hacer algo como eso. Ellos no podían imaginarse la existencia de diferentes mundos, por eso no conmemoraban el fallecimiento de un miembro de la familia con una ceremonia, a los heidelberguensis les hacía falta imaginación. Moviéndonos 500,000 años antes de nosotros, los heidelberguensis se encuentran a lo largo de toda Europa y África, iniciando una lucha por la supervivencia catalizada por el clima, en el norte inicia una era de hielo y en el sur una gran sequía. Hace 140,000 años Europa se convirtió en una gran capa de hielo, esto hizo que los heidelberguensis evolucionaran hacia los neandertales. Ellos poseían adaptaciones en su cuerpo que les permitían soportar climas tan fríos, una de ellas era su altura, muy pocas veces sobrepasaba de 1.65 m, tenían extremidades cortas que les ayudaban a conservar el calor, su nariz era más ancha y grande que la nuestra, esto los mantenía fríos, ya que si sudaban el sudor acabaría helándose. El clima también cambio su mente, eran capaces de soportar grandes dolores como el dislocamiento de una extremidad. Pero los neandertales que vivían en la edad de hielo carecían de imaginación, lo que los hace muy diferentes a nosotros. Los heidelberguensis que se encontraban en una zona desértica eran físicamente como nosotros, altos, delgados y con piel oscura para resistir los rayos del sol, para ellos ser fuertes y tenaces como los neandertales, no era suficiente. Con el paso del tiempo sus miembros se fueron reduciendo aplicándose la ley de selección natural, es decir, la supervivencia del más fuerte. Ellos sí hicieron uso de la imaginación; se pudo observar que enterraron un huevo de avestruz con agua en su interior, esto demuestra que poseían imaginación, además los hacia previsores ya que si regresaban por ese camino podrían beber agua. Nosotros somos descendientes de este pequeño grupo de sobrevivientes. Ahora nos moveremos 30,000 hacia adelante para ser testigos de la etapa final de la evolución de nuestros antepasados hasta nosotros. Salvados de la extinción, la imaginación de nuestros antepasados ya no tiene freno y a donde quiera que vayan dejan señales de su existencia a través de imágenes en las cuevas haciendo real el mundo que lleva en el interior de su cabeza. Esta gente es diferente a cualquier criatura de la Tierra pues viven en un mundo imaginado creado por ellos mismos.
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