Capitulo 1 Impacto del confinamiento en la condición física

CAPITULO I

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

EL PROBLEMA

            A partir de diciembre de 2019, el mundo tal cual como se conocía sufriría grandes cambios debido a la aparición del virus llamado SARS-CoV-2, que puede afectar el tracto respiratorio inferior y provocar neumonía bilateral en humanos, así se daría a conocer la enfermedad por COVID 19 o Coronavirus, produciéndose una pandemia que transformaría la cotidianidad de la humanidad en la historia contemporánea reciente. Es así, como debido a la agresividad del virus y el desconocimiento del mismo por parte de la comunidad científica en ese instante para abordar dicha enfermedad se dio un acelerado aumento de muertes llegando a millones a nivel mundial.

             Por esta razón, los gobiernos se vieron en la obligación de implementar medidas para evitar la propagación del SARS-CoV-2, incluyendo el cierre de escuelas y guarderías, la cuarentena y el distanciamiento social. Mientras la efectividad de estas medidas para disminuir los contagios es indiscutible, es importante también tomar en consideración el efecto que el confinamiento prolongado podría tener sobre la población infantil y adolescente.

             Es así, como con dichas medidas los adolescentes se han visto afectados por esta situación al presentar niveles elevados de inactividad física durante el confinamiento, lo cual requiere de una revisión sobre la cantidad de actividad física que realiza esta población actualmente debido a la crisis mundial y sus posibles repercusiones a mediano y largo plazo en su salud en general.

          Según la recomendación mundial de actividad física para niños y adolescentes de 6 a 17 años planteada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) Directrices de la OMS Sobre actividad física Y hábitos sedentarios (2020) “Los niños y adolescentes deben realizar al menos una media de 60 minutos de actividad física diaria principalmente aeróbica de intensidad moderada a vigorosa a lo largo de la semana” (p.03).

         De igual manera, incorporar actividades aeróbicas de intensidad vigorosa y actividades que refuercen músculos y huesos al menos tres días a la semana, ya que en dicha población un mayor sedentarismo se asocia con mayor adiposidad, peor salud cardiometabólica, forma física y comportamiento o conducta prosocial y menor duración del sueño que pueden desencadenar en afecciones o enfermedades crónicas de alto riesgo para su óptimo bienestar.

             Siendo así, es importante comprender que el confinamiento pandémico de COVID-19 puede influir en la actividad física y también aumentar el riesgo de estrés y ansiedad, así como provocar modificaciones negativas en los comportamientos alimentarios especialmente entre los adolescentes. Esto aumenta el riesgo posterior de enfermedades degenerativas como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, entre otras, que pueden conducir a un mayor riesgo de muerte.

             Tal como lo señalan en investigaciones previas sobre dicha problemática, Boukrim, Obtel, Kasouati, Achbani y Razine (2021). Covid-19 y Confinamiento: Efecto sobre la Carga de Peso, Actividad Física y Comportamiento Alimentario de Estudiantes de Educación Superior en el Sur de Marruecos. Anales de salud global; cuyos resultados arrojaron que más de una cuarta parte de los estudiantes tenían sobrepeso u obesidad, con una mayoría de los estudiantes sufriendo trastornos nutricionales, solo un tercio realizaba una actividad física moderada y la mayoría de los estudiantes presentaba riesgo de estrés.

             Concluyendo que el confinamiento parecía contribuir al aumento de peso y que esos estudiantes eran más sedentarios que activos con conductas alimentarias poco saludables, mostrando la relevancia de comprender estos comportamientos durante el confinamiento por COVID-19 ayudará a las autoridades de salud pública a implementar políticas futuras para abordar las situaciones posteriores.

             Por su parte, Venezuela no escapa a esta realidad puesto que al tratarse de una crisis sanitaria mundial ningún país ha quedado exento de dicha situación, acá también el gobierno tomo las medidas necesarias para abordar la pandemia con la implementación de confinamiento con la puesta en marcha de la virtualidad escolar colocando la educación a distancia para dar continuidad al desempeño académico de los estudiantes, lo cual también traería consigo romper los límites de tiempo recomendables que se dedican a actividades sedentarias, especialmente el tiempo de ocio que se pasa delante de una pantalla, ya que sea por el cumplimiento de las labores escolares o por entretenimiento ante el distanciamiento social obligatorio cada vez se prolongaban las horas frente a los dispositivos digitales y la actividad física fue reducida paulatinamente.

             Cabe destacar que, la inactividad física y el sedentarismo ganaron mayor terreno, cuestión que ya se venía suscitando en el mundo digital actual con anterioridad a la pandemia así lo señala la OMS en un macro estudio longitudinal de escala global para analizar la evolución de la actividad física de las personas mostrando ya un existente porcentaje elevado de los habitantes de diversos países en riesgo de enfermar por culpa de su sedentarismo, es decir, “un cuarto de la población mundial (27,5%), lo que equivale a 1.400 millones de personas, tienen su salud en riesgo por la falta de actividad física”(s/p).

             Pero el principal problema que resaltan los especialistas de la OMS es que en lo que va de siglo la situación no ha mejorado en absoluto: "Entre 2001 y 2016, los niveles de insuficiente actividad física han disminuido solo ligeramente y de forma insignificante" (s/p.). Solo un punto desde el 28,5% de 2001, la marca de referencia.

             De esta manera se evidencia que los objetivos planteados que aspiraban a reducir en 10 puntos esa tasa de inactividad física en todo el planeta al llegar a 2025, algo que la misma OMS ya daba prácticamente por imposible para aquel entonces, se convierte en una situación agravada por los efectos del confinamiento, invitando a reflexionar sobre lo que esta pandemia ha significado tomando en cuenta no solo su incidencia inmediata con números alarmantes de fallecidos sino también con el alcance de sus daños progresivos para enmarcar la búsqueda de medidas y acciones para encarar sus secuelas conscientemente.

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