Capitulo 3. Evolución Institucional. Heber San Martín De Duplat
Enviado por elianasoledadm • 14 de Noviembre de 2018 • Apuntes • 4.378 Palabras (18 Páginas) • 220 Visitas
Capitulo 3. Evolución Institucional. Heber San Martín De Duplat.
Las organizaciones sociales tienen el propósito de “atender” a la infancia, con la concepción de la infancia y la relación con la sociedad las cuales evolucionan y cambian.
Las organizaciones sociales se relacionan entre si por lo tanto, las modificaciones se dan en forma simultánea, provocando modificaciones en la otra.
La representación social de familia e infancia.
Representación es un fenómeno condicionado por circunstancias globales que incluyen una red de relaciones que el individuo y los grupos establecen en significados y situaciones que les interesan.
Las representaciones surgen de lo real, pero incluye la postura de quien la construyo a partir de lo real puede ser reconstruido, retocado, modificado.
Según Aries, el surgimiento del niño como categoría social ocurre lentamente, pero no es hasta el siglo XVIII que aparece un interés especifico por el niño.
Con anterioridad, la representación de la infancia estaba profundamente conectada a la vida del grupo total tanto que no podía ser aislada del conjunto.
F Frabboni, afirma que previamente a la Revolución Industrial, la infancia era una “infancia negada” sin identidad propia.
El niño aparece en la organización familiar, en la privacidad se relaciona con los cambios en la vida en las ciudades.
Durante el siglo XVIII, el nuevo orden social instaura la división entre espacios públicos y privados, en ellos tiene lugar casi exclusivamente, la primaria.
El espacio público ocupado por el Estado y el privado es la familia la consanguínea.
El proceso de especialización hace que los espacios se delimiten, entre lo público y lo privado, pero también se subdividen. Frabboni diría que se disocian, también la concepción de niños.
Se puede hablar de “niños hijos” y “niños alumnos”. El niño privado (hijo) y el niño público (alumno).
Estas especializaciones disocian o tienen a disociar los ámbito familiares y escolares.
Se nota mucho más cuando se trata de instituciones de régimen cerrado, como orfanatorio y asilos que se cierran en sí misma.
En el momento actual la propuesta parece ser la coparticipación hogar-escuela.
Se deja de ver al niño como un objeto cuya propiedad es disputada por la familia y la organización escolar.
En los barrios marginales muchos niños circulan y viven largas horas del día, se autoabastecen y juegan, en un espacio público. Otros pasan encerrados las horas en la privacidad de su casa con adultos a cargos y lo preservan de los riesgos de la calle.
Cuando el docente cita para colaborar a una madre, es frecuente que solo se contemple la representación hegemónica de familia y se suponga q la mama sea la que asista. Muchos de los malos entendidos entre el hogar y la organización escolar surgen del enfrentamiento entre representantes sociales.
La concepción de “escuela única” igual para todos, como sinónimo de democratización. Adecuar las organizaciones escolares, las del nivel inicial, a los contextos comunitarios. Enseñar lo mismo a todos, ha de partirse de las diferencias de origen económico, social, cultural, y de las representaciones sociales a que estas dan origen y a partir de las diferencias tender a igualar logros en lo educativo.
Las organizaciones escolares dentro del nivel inicial.
Este reconocimiento tiene que ver con los aportes de la psicología infantil, de allí que los jardines sean espacios especialmente montados y equipados a la medida del niño.
Con la capacidad para que el niño pueda aprender y en el que sea posible educar en la familia y en el jardín.
La Ley 1420 remite a la creación de jardines como secciones en las ciudades donde sea posible dotarlas suficientemente.
Los niños menores de tres años esperan ser reconocidos en sus posibilidades de aprender, en muchos casos confiados a la guarda, en otros abandonados a sus limitadas fuerzas.
La pedagoga parece no haber elaborado respuestas para los tres primeros años ya que eran para ellos responsabilidad absoluta, indelegables e imposibles de compartir. Solo en algunos casos donde la familia se encontraba imposibilitada podía delegar esa responsabilidad.
Los jardines de infante tenían horarios limitados a tres y cuatro horas en dos turnos. Eran muy escasas las organizaciones que incluían otros servicios y horarios más amplios.
El jardín maternal.
A fines de la década del sesenta, el jardín maternal entra en escena, se encuentran en barrios marginales y los niños asisten a guarderías dependientes de organismo del área social.
Se dan los primeros intentos por transformar los objetivos exclusivamente asistenciales e integrarlos en la intencionalidad pedagógica. Se empieza a comprender que el nivel debería abarcar los seis secciones desde los ceros a los seis años. Comienzan a conformarse los ciclos dentro del nivel: el jardín maternal y el jardín de infantes.
La escuela infantil
En la vuelta al régimen constitucional, se generaliza la demanda de que se tenga carácter educativo. Se reabren jardines dentro de los hospitales de la misma dependencia con el apoyo de los gremios
Se comienza a reconocer la escolaridad obligatoria, está claramente definida por rasgos de diferenciación y selectividad.
Lentamente las organizaciones se van transformando incluyendo no solo fines asistenciales sino educativos, ya que el niño se encuentra a diario con su núcleo familiar, tienen horarios adecuados a las necesidades de la población, se extiende el horario y se incluyen otros servicios.
La secretaria de Educación de la Municipalidad de Bs As, abre en el año 1989 la Escuela Infantil Numero 1 en la Villa 20 en Lugano y comienza de esta forma a concretar una política diferente en lo que se refiere a la expansión del nivel.
Esta primera escuela pertenece abierta doce horas diurnas e incluye servicios de alimentación y de salud por convenio con el Hospital Municipal. Constituida por niños de cero a seis años agrupados por edades en seis secciones. Cuenta con otros espacios multiusos que puedan adaptarse a iniciativas barriales.
Este tipo de servicio parte del reconocimiento del derecho a la educación de todos, esa es la razón por la que se ubican en el mismo escenario cotidiano del niño, en oposición a las organizaciones que se suman al lugar de trabajo de la madre como conquista social de la mujer trabajadora.
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