Caso Clinico
Enviado por china12345 • 8 de Septiembre de 2012 • 2.196 Palabras (9 Páginas) • 491 Visitas
Caso clínico: Lesiones sistémicas en un canino por intoxicación ofídica
Última actualización 28/04/2008@13:00:00 GMT+1
Se presenta un caso clínico por una mordedura en el miembro anterior derecho provocada por una serpiente del género Bothrops (yarará). El paciente al ingresar, presentaba los síntomas de midriasis, rinorragia bilateral e insensibilidad en el miembro afectado. Se diagnosticó intoxicación ofídica mediante exploración física y análisis de sangre. Los venenos de serpientes del género Bothrops inducen, en el lugar de la mordedura, la formación de edema, hemorragia y necrosis de tejidos por las proteasas y fosfolipasas (PLA2) que contienen. Las PLA2 son las causantes de severos daños locales con necrosis de fibras musculares y, como todo componente del veneno, al absorberse puede causar efectos tóxicos a distancia. Conozca en detalle el caso clínico.
Báez, A.; Teibler, P.; Merlo, W.; Burna, A.; Acosta Badaró, M.; Solana, M.; Infuleski, R.; Acosta de Pérez, O.
Departamento Clínicas, Facultad de Ciencias Veterinarias, UNNE,
Sargento Cabral 2139, Corrientes (3400), Argentina, Tel–Fax: 03783–425753
RESUMEN
Por una mordedura en el miembro anterior derecho provocada por una serpiente del género Bothrops (yarará). Al ingresar el paciente revelaba midriasis, rinorragia bilateral e insensibilidad en el miembro afectado. Se diagnosticó intoxicación ofídica mediante exploración física y análisis de sangre. Se efectuó el tratamiento sintomático y se aplicó suero antiofídico por vía endovenosa, a pesar de lo cual el paciente murió. En la necropsia, las principales lesiones observadas fueron hemorragias en sistema nervioso central. El examen histopatológico reveló focos hemorrágicos en cerebro y cerebelo, meninges intensamente edematizadas y escaso infiltrado inflamatorio. En miocardio se observó necrosis coagulativa de fibras musculares aisladas.
INTRODUCCIÓN
Las serpientes venenosas de Argentina pertenecen a los géneros Bothrops (yarará), Crotalus (cascabel) y Micrurus (corales). Se encuentran distribuidas en todo el país, siendo la provincia de Misiones la que posee mayor variedad de especies venenosas (1). Dentro del género Bothrops, en la provincia de Corrientes, habitan Bothrops alternatus (yarará grande, víbora de la cruz) y Bothrops neuwiedii (yarará chica), especies responsables de la mayoría de los accidentes ofidicos. En el Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste, esporádicamente, son llevados a la consulta pacientes con intoxicación ofídica causada por mordedura de serpientes del género Bothrops.
La secreción salival de estas serpientes está compuesta por enzimas, toxinas y otros elementos utilizados para la captura, digestión de la presa y defensa en caso de sentirse agredidas. En esta última circunstancia, muerde a la víctima y provoca un complejo cuadro de intoxicación caracterizado por síntomas locales y sistémicos.
Los venenos de serpientes del género Bothrops inducen, en el lugar de la mordedura, la formación de edema, hemorragia y necrosis de tejidos por las proteasas y fosfolipasas (PLA2) que contienen (10). Las PLA2 son las causantes de severos daños locales con necrosis de fibras musculares y, como todo componente del veneno, al absorberse puede causar efectos tóxicos a distancia. También se produce hemorragia a nivel de los orificios de entrada de los colmillos debido a la acción de hemorraginas (4) que lesionan las paredes de los capilares (5). Sistémicamente causan incoagulabilidad de la sangre por poseer enzimas semejantes a la trombina, que consumen el fibrinógeno sanguíneo (3), (8); este efecto se potencia por acción de las hemorraginas antes citadas, metaloproteinasas que al ser absorbidas pueden causar lesiones en capilares de distintos órganos, predisponiendo a hemorragias sistémicas.
Se describen los síntomas y lesiones producidos por mordedura de Bothrops en un canino atendido en dicho Hospital, que a pesar de haber sido tratado con suero específico, murió a las dieciocho horas posteriores al accidente ofídico, como consecuencia de los efectos sistémicos causados por el veneno.
DESCRIPCIÓN DEL CASO CLINICO
Un canino macho, de 6 meses de edad, 30 kg de peso, mestizo Mastín Napolitano–Fila Brasilero, fue llevado a la consulta por lesiones en el miembro anterior derecho. El miembro presentaba edema caliente que se extendía desde las falanges hasta el tercio medio del antebrazo, dos orificios (huellas de los colmillos) separados por 2,5 cm en la cara dorsal del metacarpo, equimosis interdigital y sangrado por la herida. También se observó sangrado de una herida ya cicatrizada en el miembro contralateral.
A la exploración general se constató taquicardia, taquisfixia y rinorragia bilateral. La temperatura y los reflejos palpebral y anal eran normales. Sin embargo, llamaba la atención la midriasis bilateral, el estado sensorial de obnubilación y la hipoalgesia en el miembro afectado (Figura 1).
Figura 1. Estado del paciente a su arribo. Obsérvense midriasis bilateral y rinorragia.
Clínicamente se diagnosticó intoxicación por mordedura de yarará, el cual posteriormente fue corroborado por la incoagulabilidad sanguínea. Se realizó el tratamiento específico con la administración de suero antiofídico polivalente cuyo contenido neutraliza 4 mg de veneno de Crotalus durissus terrificus, 12,5 mg de veneno de B. alternatus e igual cantidad de veneno de B. neuwiedii, utilizándose un frasco ampolla por vía endovenosa vehiculizado en solución fisiológica, por goteo lento. No se aplicaron glucocorticoides por que el paciente ya había recibido dexametasona. El tratamiento se implementó luego de transcurridas alrededor de 9 horas desde el momento de la mordedura.
EVOLUCIÓN DEL PACIENTE
Luego de cuatro horas de aplicado el tratamiento se observó disminución de las frecuencias cardíaca y respiratoria, permaneciendo normal la temperatura corporal. Sin embargo, el paciente se hallaba en estadode estupor y no respondía a los estímulos externos (visuales, auditivos y olfativos). Permanecía en estado somnoliento, con marcada disminución de la sensibilidad, no sólo en la región de la mordedura, sino también en distintas partes del cuerpo.
Transcurridas 6 horas del tratamiento persistía una leve epistaxis, el sangrado de heridas previas había desaparecido y el tiempo de coagulación fue de 9 minutos. No obstante, la depresión del sensorio se acentuó, el paciente permanecía en decúbito lateral sin movimientos, con disminución de las frecuencias cardíaca y respiratoria.
Al poco tiempo se constató midriasis bilateral persistente y reflejo pupilar abolido, configurándose un estado
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