Centros Vavilov

Todos los principales cultivos alimentarios tienen su origen y su centro de diversidad en las zonas tropicales y subtropicales de Asia, África y América Latina, es lo que se conoce como centros Vavilov.

Según un informe de la FAO, existen entre 300 000 y 500 000 especies vegetales superiores, de las cuales solo unas 250 000 han sido identificadas o descritas

Ahora, de éstas, unas 30 000 son comestibles, 7 000 cultivadas por el hombre en algún momento para su consumo alimentario y, sin embargo se afirma que son solo 30 especies las que se encargan de abastecer al mundo. Estas 30 especies aportan 95% de energía o proteínas a la dieta. Solamente el trigo, el arroz y el maíz proporcionan más de la mitad de la ingesta energética mundial derivada de las plantas. Otros seis cultivos o productos básicos: el sorgo, el mijo, las papas, las batatas, la soya y el azúcar (de caña/betabel) llevan esa ingestión energética a un 75 % del total.

Una de las clasificaciones de hortalizas (según su centro de origen) más citadas y más completa es la del biólogo ruso N.I. Vavilov, hecha hace más de medio siglo y que con algunas modificaciones y adiciones se mantiene vigente hasta hoy día.

El origen de las sociedades agrícolas y ganaderas se ha asociado a dos hechos: el uso de una parte muy reducida de la biodiversidad existente y a la domesticación. De manera general, esta adaptación a las condiciones de domesticación se contrapone a los mecanismos naturales de las especies y representa una serie de cambios morfológicos y fisiológicos que condicionan el que sea difícil distinguir la especie silvestre de la cual se derivaron las especies cultivadas, lo cual trae problemas al momento de identificar el país de origen así como su condición, es decir, especie silvestre o domesticada.

El inicio de las sociedades agrarias se ha basado siempre en la domesticación de no más de una decena de especies vegetales: fuentes de hidratos de carbono, de proteínas, de grasas y de fibras. Por ejemplo, el inicio de la civilización en Oriente Medio - Mediterráneo se basó en la domesticación de trigo y cebada; lentejas, chícharos y habas; y lino. Con posterioridad el número de especies fue incrementándose (avena, centeno, olivo, frutales, etc.), y los intercambios entre culturas y los movimientos migratorios fueron aumentando el numero de especies cultivadas usadas en cada área. En este sentido el descubrimiento de América y los intercambios ocurridos en los siglos posteriores representan el máximo de diversidad en los sistemas agrarios. Pero paradójicamente, como consecuencia de los nuevos territorios disponibles se sentaron las bases para el inicio de la reducción en la diversidad y los recursos genéticos en agricultura: el establecimiento de extensos monocultivos de café, caña de azúcar, algodón, tabaco, etc., en las colonias.

Las migraciones humanas y el comercio contribuyen en medida sustancial a la evolución de los cultivos, y se prevé que así seguirá

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