Claves para comprender la relación entre oferta y demanda
Enviado por cristobaldeltw • 24 de Mayo de 2018 • Resumen • 8.578 Palabras (35 Páginas) • 78 Visitas
Capítulo VI
Mercado
Claves para comprender la relación entre oferta y demanda
Mercado
En general decimos que mercado es un lugar donde se venden y se compran mercancías. Por lo tanto se puede definir así:
Es cualquier espacio o extensión en la que compradores y vendedores pueden acordar, transar o tratar, ya sea directamente o por intermedio de agentes, por algún bien o servicio. Se trata de una tarea aparentemente sencilla: se reunen dos partes con objetivos totalmente diferenciados y con ello, con dos expectativas opuestas.
Existen instancias donde se negocian todo tipo de bienes tangibles o servicios, y en una primera aproximación diremos que las podemos reunir en dos universos: las de bienes con marcas (Apple, Kraft, Exxon y Nike, entre otras) que tienen sus redes de encuentro en concesionarios y centros comerciales. A los que no tienen marca se los llama commodities y son materias primas que tienen una categorización universal y arreglan sus valores en transacciones en Bolsas o puertos de referencia. La de Chicago es un mercado de referencia internacional para cereales.
El mercado puede ser:
a) Mundial: Cuando el bien tenga como mercado potencial al mundo entero. Ej: mercado de los cereales.
b) Local / Interno o Nacional: Cuando la demanda está concentrada en un solo lugar (p.ej. bienes raíces).
La extensión geográfica del mercado de una mercancía depende:
- Del número de personas que deseen el producto. Generalmente las cosas que tienen demanda universal tienen mercados más extensos.
- De su duración. Los artículos poco durables, perecederos, no resisten sin deterioro largas distancias al ser transportadas.
- De la facilidad y exactitud con que puedan ser descriptas. Cuando las transacciones se hacen a distancia los productos deben estar perfectamente definidos.
- De la proporción entre el valor y el volumen. Bienes muy voluminosos y de poco valor tienen generalmente mercados muy reducidos.
Teoría sobre “la mano mágica”
A diario oimos hablar de Oferta y Demanda para referirnos a cantidades y bienes, pero en la práctica no son dos conceptos que la gente tenga apropiados con precisión. La definición más sencilla señala que oferta es la cantidad de bien o servicio que el vendedor pone a la venta. Este bien o servicio pueden ser un bien cualquiera, un servicio o cualquier cosa o acción que alguien esté dispuesto a pagar algo por ello.
La demanda es la cantidad de un bien o servicio que la gente desea adquirir. Salvo aquellas formaciones sociales que aún viven de la recolección o la caza, el resto de la humanidad realiza todos los días transacciones por bienes o servicios que vende o desea adquirir.
La frase laissez faire, laissez passer es una expresión francesa que significa «dejad hacer, dejad pasar», refiriéndose a una completa libertad en la economía: libre mercado, libre manufactura, bajos o nulos impuestos, libre mercado laboral, y mínima intervención de los gobiernos. En la segunda mitad del siglo XVIII, al calor de la Revolución Industrial inglesa, Adam Smith desempeñó un papel muy importante en la popularización de las teorías económicas del laissez-faire, siendo considerado el padre de las teorías de libre mercado o librecambismo. La idea principal de estas teorías era la no injerencia de los estados en asuntos económicos. Según Adam Smith, había una mano invisible que guiaba a la economía capitalista por la cual la suma de los egoísmos responsables repercutiría en beneficio de toda la sociedad y el desarrollo de la economía. Las regulaciones sociales, desde este punto de vista, resultaban poco deseables.
En la Francia del siglo XVIII la expresión laissez faire era la fórmula mediante la cual los revolucionarios comprimían su programa. Su objetivo era el establecimiento de una economía de mercado sin obstáculos. Con el fin de alcanzar dicho fin abogaban por la abolición de todas las leyes que prevenían que gente más eficiente superara a competidores menos preparados.
Hoy día se utiliza como sinónimo de economía de liberalismo económico o neoliberalismo; sin embargo, la teoría laissez-faire supondría reducir drásticamente la influencia de los gobiernos empezando por abstenerse de participar en la economía. Esto también supone una masiva reducción del tamaño de los programas sociales y el predominio de la ley de la oferta y la demanda en todos los ámbitos de la vida.
La oferta y la demanda interactúan entre sí fijando los precios y las cantidades de bienes y servicios que se van a producir. Esto se realiza de modo automático sin que sea necesaria una intervención de un agente externo, dicen los fundamentalistas liberales, pero la verdad es que a medida que el capitalismo se ha hecho más complejo ha sido más bien un acto de ingenuidad creer en la libre concurrencia y de ello un hipotético equilibrio.
Intervenir en la economía es algo que los gobiernos suelen hacer interviniendo los precios, y goza de un nivel de aceptación cada vez más generalizado. Los episodios que llevaron a la crisis del mercado inmobiliario en Estados Unidos, y que concluirá con la pérdida de más de 10 millones de viviendas por parte de ahorristas hipotecarios, le costará centenares de miles de millones de dólares a los contribuyentes americanos.
Los teóricos del liberalismo le asignan el nombre de competencia imperfecta a aquella donde el Estado tiene una participación, quedando como un acto de ingenuidad el adjudicar la acuñación de competencia perfecta a las acciones de adjudicar precios realizadas por privados.
En nuestros días, y a partir de los aportes del canadiense Paul Samuelson, se habla de economía mixta, entendiendo que los mercados no son un juego democrático.
Tareas asignadas, precios compulsivos
La división del trabajo es la separación de las actividades productivas de modo tal que cada tarea parcial de las mismas es hecha por distinto personal. La división del trabajo es una característica esencial de la economía moderna basada en el intercambio y está en la base del aumento secular de la productividad que se ha producido desde la Revolución
Industrial. Es gracias a la difusión del intercambio, que los hombres, las empresas y las naciones se aprovechan de las diferentes dotaciones de recursos y habilidades que cada cual posee, se ven obligados a especializarse, pues de ello resultan beneficios claros y concretos para cada uno.
También es gracias a que cada persona o firma produce bienes y servicios diferentes, que desarrolla una más alta productividad, que las ganancias resultantes del intercambio son mayores. En este sentido la división del trabajo crea y acentúa las diferencias entre los actores económicos.
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