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Conociendo la fauna de los poros del suelo


Enviado por   •  6 de Noviembre de 2012  •  Trabajo  •  3.458 Palabras (14 Páginas)  •  646 Visitas

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CONOCIENDO LA FAUNA DE LOS POROS DEL SUELO.

Ese material de color café o a veces amarillento, que llamamos tierra y que encontramos sustentando las plantas en nuestros parques y jardines, en bosques, estepas y en la gran mayoría de los ecosistemas terrestres, es lo que geólogos, ecólogos y agrónomos prefieren llamar suelos.

Los suelos están formados por conjuntos de pequeñas partículas minerales, producto de la descomposición de las rocas, a los que se vienen a sumar vegetales, animales y los productos de su descomposición. Los suelos son sistemas porosos, en cuya superficie y en su propio espesor vive una abundante fauna, que conforma un complejo de interacciones. Esta fauna, en conjunto con el juego de los otros factores, como la ñora, composición química, microorganismos y un clima particular, va estructurando el suelo y conformando un sistema estable, de gran diversidad biológica y características propias según el lugar en que se encuentre.

En el espesor del suelo pueden encontrarse elementos faunísticos grandes, visibles a simple vista, tales como lombrices o roedores y reptiles fosoriales, que son capaces de construir sus propias cuevas para vivir allí. Sin embargo en esta guía no nos referiremos a ese tipo de fauna, sino que a otra, bastante poco conocida en general, que es tan pequeña como para poder vivir entre las partículas del suelo, en los pequeños canalículos o fisuras que se encuentran en él y que en general presenta tamaños que raramente exceden de 1 mm, la fauna edáfica.

A su vez hay dos tipos de fauna de suelo intersticial, uno de los cuales vive en el agua del suelo que está llenando los intersticios finos y formando películas alrededor de las partículas; es la fauna hidrobionte. El segundo tipo es la fauna que vive en los poros del suelo, caminando, comiendo y reproduciéndose en contacto con el aire que éste presenta, y que se conoce como fauna aerobionte o atmobionte. El estudio de cada uno de estos grandes tipos de fauna requiere técnicas de recolección y observación especiales.

La presente guía se refiere exclusivamente al trabajo con la fauna edáfica aerobionte, conformada en su gran mayoría por pequeños artrópodos (Figura 1). Proponemos esta fauna como un material útil para demostraciones docentes en zoología o ecología, por sus grandes ventajas, entre las cuales está su ubicuidad, es decir que está presente en prácticamente todos los tipos de suelos, especialmente los asociados a algún tipo de vegetal y que además es posible obtenerla en todas las estaciones del año en grandes cantidades; de hecho la hemos encontrado en suelos desde lugares muy áridos, hasta los muy húmedos y fríos, incluyendo bajo la nieve.

Una de las dificultades actuales para utilizar los microartrópodos en trabajos docentes es la falta de bibliografía para identificación general de la fauna obtenida, a lo cual se suma un desconocimiento de los procedimientos para su obtención; es para facilitar ambos casos que se elaboró la presente guía, para que esté al alcance de profesores y alumnos, los que así podrán realizar sus propias observaciones y trabajos con fauna recolectada por ellos mismos.

Figura 1. Visión general de fauna del suelo aerobionte, extraída por el método del embudo de Berlese.

2. ¿CÓMO EXTRAER ESTA FAUNA?

Si bien hay muchos sistemas de extracción, recomendamos uno que es de fácil elaboración, bajo costo, y además bastante eficiente, que es el método del embudo de Berlese. Este es una trampa, que consta de una rejilla (aproximadamente de 2 mm de abertura) sobre la cual se pone una cantidad de suelo que se ha traído en bolsas de plástico, de un lugar de nuestra elección. La rejilla con la muestra de suelo se coloca sobre la parte ancha de un embudo, el que se mantiene vertical por medio de un trípode u otro sistema; en la parte angosta inferior del embudo se pone un tubo con un líquido fijador, en el cual se recibirá la fauna, mezclada con partículas de suelo. Si es posible se puede mejorar la eficiencia del método, poniendo una ampolleta encendida (40W) a unos 20 cm encima de la muestra de suelo. El funcionamiento de esta trampa se basa en que la pequeña fauna del suelo necesita elevada humedad para vivir y cuando el suelo empieza a secarse en la superficie, (por acción del calor de la ampolleta), entonces tiende a enterrarse para buscar más humedad. En el sistema descrito más arriba, al enterrarse la fauna no encuentra humedad, sino que cae por el embudo hasta el tubo de recolección. El líquido fijador, que recomendamos es el alcohol etílico de 75° con el que hemos tenido resultados favorables. Las muestras se dejan en el embudo por al menos durante 2 dias

En las figuras 2 y 2A se muestra un sistema de embudo de Berlese, del tipo usado por nosotros ; tienen 18 cm de diámetro en su parte ancha y ahí ponemos en las rejillas 200 cc de suelo (por ejemplo un vaso o una taza de té). El diámetro inferior del embudo es de unos 2 cm, en todo caso ese diámetro debe ser tal que el extremo angosto del embudo pueda caber dentro de la boca del tubo.

Figura 2. Embudo de Berlese. Para comenzar la extracción de fauna, se coloca la rejilla con la muestra de suelo en la boca ancha del embudo y un tubo con alcohol 75° en la boca inferior. Detrás se observa una serie de embudos para trabajos en serie.

Figura 2A Conjunto de embudos de Berlese, en proceso de extracción de fauna, con las ampolletas encendidas. La cubierta de género blanco es para que no entre polvo o insectos voladores del laboratorio a la muestra

Dependiendo de las facilidades del sitio en que se está aplicando, se podrá construir un sistema más sencillo, como sería, por ejemplo, hacer embudos de cartulina, o utilizar algún tipo de los de latón o plástico, como los que se encuentran en el comercio; el trípode lo podemos hacer de alambre grueso. La rejilla se puede comprar en ferretería por pedazos. Se aconseja hacer varios embudos, de modo de poder procesar varias muestras simultáneamente.

Terminada la extracción de fauna, se pone una etiqueta al tubo, para recordar sus datos y se tapa con un tapón, para guardarlo hasta que se decida examinar su contenido, cuidando que no se evapore todo el alcohol.

3. ESTUDIO DE LA FAUNA OBTENIDA EN LOS EMBUDOS DE BERLESE. GUIA PARA LA IDENTIFICACIÓN TAXONÓMICA

El estudio posterior de la fauna recogida es necesario hacerlo bajo una lupa binocular, observando todo el material de fauna obtenida en los tubos de los embudos de Berlese; este producto se vacia en placas de Petri, todo en alcohol de 75°; se busca luego bajo la lupa todos los elementos

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