Creencias del test de prostata
Enviado por Junior Torres • 26 de Junio de 2017 • Documentos de Investigación • 1.115 Palabras (5 Páginas) • 221 Visitas
Percepcion de la realizacion del Examen Digital Rectal y PSA en relacion con el tamizaje para el diagnostico de cancer de prostata
Introduccion
El cancer de prostata es una de las patologias malignas mas diagnosticadas en los hombres despues de otros canceres incluido el cancer de piel, y es la segunda causa de muerte en hombres en Estados Unidos (1). La incidencia del cáncer de próstata aumenta con la edad, muy probablemente porque se van acumulando factores de riesgo que se combinan con la tendencia de los mecanismos de reparación celular a perder eficacia con la edad (2). Al igual que para otras localizaciones de cáncer, los factores de riesgo que han mostrado una mayor asociación con el de la próstata son no modificables (edad, raza, antecedente familiar), razón que ha limitado el desarrollo de medidas efectivas de prevención primaria, haciendo de las de prevención secundaria la alternativa a ofrecer a la población en riesgo (3).
Desde el 2007 al 2011, la edad media para el diagnostico de cancer de prostata fue de 66 años, 0% antes de los 34 años, 0,6% entre los 35-44, 9,7% entre 45-54, 32,7% entre 55-64, 36,3% entre 65-74, 16,8 entre 75-84 y 3,8 >84. De acuerdo a la raza en los hispanicos para el 2011 se esperaban 121 casos nuevos por cada 100 mil.
En el cáncer de próstata en general tiene excelentes tasas de supervivencia, pero las tasas de mortalidad son más altas en los hombres afroamericanos, los hombres que tienen cáncer avanzado etapa, y los hombres que están entre las edades de 75 y 84, con una edad promedio de muerte a los 80 años. El cáncer de próstata es la quinta causa de muerte por cáncer en el Estados Unidos. El número de muertes fue de 18,5 por cada 100.000 hombres hispanos por año sobre la base de 2007 a 2011.
El cribado del cáncer de próstata implica que las pruebas de diagnóstico se realizaron en ausencia de síntomas o indicios de enfermedad. Estas pruebas incluyen el examen digital rectal (DRE), el antígeno (PSA) en sangre específico de la próstata y la biopsia guiada por ecografía transrectal (ETR). La finalidad del cribado para identificar cánceres en una etapa temprana y tratable, por lo tanto, aumentar las posibilidades de éxito del tratamiento y al mismo tiempo mejorar la calidad de vida futura de un paciente. (4)
El PSA es una proteasa producida por el epitelio prostático normal y maligno, el cual es secretado al líquido seminal. Solo pequeñas cantidades de PSA pasan a la circulación desde el tejido prostático normal, pero aumenta en presencia de enfermedad prostática. La sensibilidad y la especificidad del PSA por arriba de 4 ng/mL son del 20 y del 60 a 70%, respectivamente. Una manera de mejorar la sensibilidad del PSA es considerar los valores del PSA de acuerdo a la edad. Es así que para hombres entre 40 y 49 años el PSA debe ser menor de 2,5 ng/mL; entre 50 y 59 años menor de 3,5 ng/mL; entre 60 y 69 años menor de 4,5 ng/mL, y mayores de 70 años menor de 6,5 ng/ml (17). Por otro lado, la velocidad del PSA (VPSA) considera riesgo a desarrollar cáncer de próstata si hay un aumento de 0,75 ng/mL o más por año del PSA, en varones con PSA entre 4 y 10 ng/mL. El índice de PSA (PSA libre/PSA total) es la prueba más utilizada para discriminar entre hiperplasia benigna de próstata y cáncer de próstata, en varones con PSA entre 4 y 10 ng/mL y un tacto rectal normal (5).
No toda la poblacion masculina accede a realizarse las pruebas diagnosticas del cancer de prostata, y esto debido a factores culturales; la susceptibilidad de padecer la enfermedad, la percepción de la severidad del problema o de lo que puede significar la realización del examen (beneficios que pueden obtenerse con el examen). De igual manera, el acceso al sistema de salud presenta diferenciales que determinan una mayor vulnerabilidad social para algunos grupos (2).
Las actividades educativas en su mayoría desconocen la fuerza de la cultura y de las creencias como componentes de las actitudes y la decisión de práctica de determinadas pruebas diagnósticas, tales como el EDR, que compromete la concepción de masculinidad y otros elementos propios del machismo latinoamericano (2).
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