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Criticismo


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2013  •  2.497 Palabras (10 Páginas)  •  461 Visitas

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Llevamos algunos años escuchando hablar de la necesaria reorientación de los servicios sanitarios, no podemos seguir manteniendo solamente servicios tecnológicos excesivamente caros, dedicados básicamente al diagnostico y tratamiento de las enfermedades.

La centralización de la asistencia en hospitales de vanguardia para patología aguda, carece de sentido cuando una parte importante de una población lo que requiere cuidados enfocados a la prevención de secuelas y rehabilitación de la enfermedades crónicas que padecen.

El problema evidentemente no se soluciona manteniendo la situación actual en los grandes hospitales y derivando los pacientes crónicos en su mayoría ancianos a los hospitales concertados de tercera categoría, donde los cuidados que se ofertan son muchas veces por una u otra razón de baja calidad.

También es necesario tener en cuenta, que en estructuras centradas en él diagnostico y la curación, ante la cronificación de la enfermedad o la muerte, las respuesta puede ser la frustración, y esta suele acabar de una forma u otra en maltrato.

Si a todos, independientemente de nuestra edad, nos afecta un prolongado tratamiento o el ingreso en una institución sanitaria, por el cambio de hábitos, alimentación, entorno hostil, la falta de información, y, sobretodo la eliminación del contacto afectivo, que crea una alto grado de ansiedad, la situación se agrava cuando el paciente es un anciano.

A la ansiedad podemos añadir el miedo, el aislamiento que frecuentemente sufren ancianos hospitalizados, y la desorientación, problema que puede conducirlos a situaciones de demencia transitoria de mayor o menor duración, pero que siempre lleva unido un gran sufrimiento.

RECOMENDACIONES

Los médicos que atienden a ancianos deben:

• Identificar al anciano que pueda haber sufrido maltrato y o abandono.

• Proporcionar una evaluación y tratamiento medico por los daños producidos por el abuso y o abandono.

• Permanecer objetivo y no emitir su opinión.

• Intentar establecer o mantener una relación terapéutica con la familia (por lo general, él medico es el único profesional que mantiene un contacto duradero con el paciente y la familia).

• Informar toda sospecha de casos de maltrato y o abusos de ancianos, conforme la legislación local.

• Utilizar un equipo multidisciplinario de tratantes de las profesiones médicas, servicios sociales, salud mental, y legal, cada vez que sea posible.

• Estimular la generación y utilización de recursos comunitarios de apoyo que entregue servicios domiciliarios, reposo y disminución del estrés a las familias de alto riesgo.

• MALTRATO DENTRO DE LA FAMILIA

Los ancianos presentan patologías múltiples como problemas motores, psíquicos y de orientación. Debido a esto, necesitan ayuda en sus actividades diarias, circunstancia que puede llevar a un estado de dependencia. Esta situación puede hacer que sus familias los consideren como una carga y limiten la atención y servicios a un mínimo. Es contra estos antecedentes que se debe considera el tema del maltrato de ancianos.

El maltrato de ancianos se puede manifestar de diversas maneras, como físico, psicológico, financiero y/o material, maltrato médico o autoabandono. Las diferencias en la definición de maltrato de ancianos presentan dificultades al comparar las causas y naturaleza del problema. Se han propuesto algunas hipótesis preliminares sobre la etiología del maltrato de ancianos, incluidas: la dependencia de otros para prestar servicios, falta de lazos familiares estrechos, violencia familiar, falta de recursos económicos, psicopatología de la persona que maltrata, falta de apoyo comunitario y factores institucionales, como bajas remuneraciones y malas condiciones de trabajo que contribuyen a actitudes pesimistas de las personas a cargo, lo que trae como resultado el abandono de los ancianos.

Muchas veces los ancianos, por vergüenza o para proteger a otros, encubren la situación de la que son objeto. Se produce un sentimiento contradictorio en el anciano, de afecto, rechazo y dependencia emocional ante quien ejerce violencia hacia él.

La observación sensible, la escucha atenta y la actitud receptiva son algunos de los recursos con que contamos para identificar a un anciano maltratado.

Tanto la violencia social (necesidades básicas insatisfechas) como la violencia familiar, con sus dificultades y costos (pues los ancianos deben denunciar a sus propios hijos o familiares de los cuales en general dependen afectiva y/o económicamente) son aspectos que tenemos que tener en claro al abordar esta problemática especifica.

La violencia familiar es un proceso cíclico y se desarrolla en tres fases:

1º) FASE:

Denominada de `'ACUMULACIÓN DE TENSIONES", provoca la sumatoria de incidentes que van incrementándose en intensidad y hostilidad. Predominan las agresiones verbales acompañadas o no por golpes menores.

La violencia se desata por causas distintas a los motivos intrascendentes que la provocan; no tienen que ver con la actitud de la víctima.

Una vez iniciado el proceso es difícil que se detenga.

2º) FASE:

Denominada "'EPISODIO AGUDO' circunstancia en la se genera una situación que varía en grado de gravedad desde la destrucción de objetos, golpes, abuso sexual hasta el eventual homicidio o suicidio.

Las circunstancias son de gran nivel de inestabilidad, impredictibilidad, destructibidad y de corta duración.

En esta fase a veces se pide ayuda y/o abandona el hogar; a veces opta por recluirse aun más porque sus lesiones son visibles.

3º) FASE:

Denominada "LUNA DE MIEL" en la que se produce el arrepentimiento, a veces inmediato junto con la promesa de que nunca más volverá a ocurrir. La actitud de la persona maltratada suele ser sentirse culpable de haber provocado la situación, dudar de las situaciones tomadas, volver al hogar y/o abandonar los tratamientos psicológicos.

Cabe advertir que ciertos mitos sociales muy arraigados en la sociedad son perjudiciales, sobre todo los referentes a considerar a la violencia familiar como asociada a clases sociales bajas, alcoholismo o drogadicción, falta de trabajo o como algo innato al ser humano, debido a que de ésta manera se plantea una situación rígida e irreversible, y que no es tal.

Ya que si bien puede ser factores coadyuvantes, no significa que la generen.

El fenómeno de maltrato de ancianos es cada vez más reconocido por establecimientos médicos y organismos sociales, porque es un grave problema social, con raíces que son culturales y psicológicas, no importa el nivel económico o educativo de quien lo ejerce o lo padece. El maltrato vulnera

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