Cuento quimico

Dante, el dios de los alcanos

¿Es en realidad el mundo como lo conocemos? El universo, una realidad difícil de comprender donde todo lo que ocupa un lugar en el espacio llamado materia vive en su gigantesca casa, hasta la misma materia es su propia casa, pero no todo es como lo conocemos, no todo es como el sentido de la vista de los seres vivos lo comprende, lo analiza; El universo es un enigma, nadie sabe su origen con exactitud, que si el big bang, que si un dios supremo creo todo por arte de magia, nadie nunca lo ha sabido, lo que sí sabemos es la existencia de más universos en la dimensión que habitamos, específicamente doce, doce universos donde los seres humanos apenas y conocemos la existencia de diversas galaxias y detalladamente nuestro sistema solar. Pero esta vez no vamos hablar de los seres humanos, son muy aburridos, hoy embarcaremos nuestra aventura hacia el universo “laboratorio”, a por cierto no les he dicho, existen millones de universos con billones de planetas, así que, este universo es uno más del montón, pero me ha apetecido contar una historia que proviene de este universo, en donde existen un total de 13 super- planetas,  luego sabrán sus nombres. Nos centraremos en el planeta Alcano, donde toda la materia está compuesta de alcanos y nada más, lo que conoces como personas, son alcanos, los animales, son alcanos, la comida, son alcanos, bueno ya ha quedado claro verdad; De este planeta si conozco su origen, hace millones de años existió un alcano súper poderoso, con solo decirles que se componía de gugul carbonos, imagínense, el término gugul se refiere a un 1 con 100 ceros, era el alcano supremo, tanto poder tenía en su interior que decidió crear su propio planeta y se autonombro el dios alcano, se cuenta la leyenda que una vez dijo: “Algún día un alcano renacerá y tendrá el poder de los dioses, algo nunca visto en el universo laboratorio”. Después de mil milenios no ha aparecido dicho ser y los alcanos ya lo están tomando como una leyenda más. La siguiente historia se centra en el año 3102, nace un metano “especial”; Dante, el metano número 1,000,000 alguien en el que el dios alcano tuvo gran interés y decidió adoptarlo. Año 3117, Dante es un metano adolescente y el dios alcano decidió que era el momento perfecto para comenzar con su entrenamiento; Dante no sabía de lo que hablaba su padre ( así lo llamaba el ), pero vio que parecía interesante y decidió empezar. El dios alcano se refería a ser un guerrero, un guerrero alcano. Hace millones de años, el planeta alcano y sus guerreros se vieron en la necesidad de invadir un planeta ajeno, el planeta Alqueno, esto debido a que los alcanos estuvieron el borde de una extinción debido a la crisis de reactivos que se presentó, Miles de guerreros alcanos fueron viajando en sus naves llamadas “matraces Erlen Meyer “ hacia el planeta Alqueno, donde secuestraron miles de distintos alquenos para lograr repoblar el planeta Alcano mediante la síntesis. Así es como el dios Alcano prometió a sus habitantes que esto no debería de volver a pasar. Dante era su salvación según decía el dios Alcano, pero ocupaba un extenso y extremo entrenamiento, aunque Dante no confiaba en si mismo, decía que un simple metano no podía llegar a ser un guerrero defensor de su planeta, como una molécula con un simple carbono podía tener tales poderes, pero el dios Alcano le tenía mucha fe, y nunca le dijo que el no solo era un metano, sino que era un metano diferente, algo que solo los dioses sentían y comprendían. Decididos comenzaron su entrenamiento, muchos días y semanas de arduo esfuerzo y el dios Alcano aunque si le notaba avance a Dante, el tenía que avanzar de nivel más rápido como el siempre ha previsto. Así que se le ocurrió una idea y le tuvo que conseguir un auxiliar guerrero para poder llegar al nivel que el dios Alcano quiere para Dante, se vio en la necesidad de conseguir a unos de sus viejos amigos, nombrado el dios Catalizador, “Ácido sulfúrico”. Dios Alcano le debe mucho a Ácido sulfúrico, el lo ayudó cuando el planeta más lo necesitaba, estuvo con el en las buenas y en las malas. Ácido sulfúrico con todo gusto acepto ser el compañero guerrero de Dante y le prometió a dios Alcano que alcanzará un nivel nunca visto y tendrá el poder que ningún metano se imaginaria. Así que empezaron, meses y más meses de arduo entrenamiento, se notaba mejoría y cambios que Ácido sulfúrico y dios Alcano notaban a grandes rasgos. Un día Ácido sulfúrico tuvo una gran idea y decidió que era tiempo de llevar a Dante a la “Cámara catalizadora”, un lugar donde todo está acelerándose constantemente y por lo tanto un día equivale un año, la inteligencia de Dante noto rápidamente que si entrenaba un día en esa cámara, ese entrenamiento de un día equivaldría al entrenamiento de un año, aunque también el cansancio y esfuerzo fueran de un año, pero a Dante no le importo, era un sacrificio que tenía que tomar para tener un poder superior. Al escuchar esto, el dios Alcano sintió una gran satisfacción y orgullo al ver que Dante ya tenía todo el corazón de un guerrero alcano y exclamó de manera confiada: -“Esto es solo el fin de un nuevo comienzo”. Todo iba bien, ningún peligro acechaba al planeta Alcano, todo es paz y tranquilidad completa, pero Dante sospechaba algo, vio que dios Alcano estaba raro y callado, Dante lo notó como con miedo, así que le pregunto: -“¿Estás bien, padre? Te noto algo raro”, a lo que le contestó: -“Si estoy bien, pero… siento un poder que no había sentido en mucho tiempo, aunque el poder que siento no es maligno, es tan grande que es de tener miedo”. Dante quedó impactado, el nunca pensó que su padre podía sentir miedo, ni siquiera que hubiera alguien superior a el. Pero el dios Alcano le estuvo ocultando algo a Dante y decidió que era hora de que lo supiera; Le confesó que el no era el más poderoso ni mucho menos, en los otros 13 planetas también existen dioses que pueden ser más o iguales de poderosos y que algunos de ellos son malignos, pero el miedo de dios Alcano no viene de aquellos dioses malignos sino de…

Dios Alcano comenzó a temblar y se quedó en un silencio absoluto. Dante preocupado le pregunto: -“¿Padre, de quién está hablando?” Dios Alcano casi tartamudeando le dijo: -Se trata de “Quimicus”. El químico fármaco-biólogo creador absoluto del universo Laboratorio. Este ser es tan poderoso que nombrarlo como un dios sería una ofensa para el, más bien es un titán, su poder es tan inimaginable que al ser capaz de crear un universo, contiene en su interior el poder de todos de los dioses. Controla todos los planetas a su antojo y si el quisiera con solo chasquear los dedos podría destruir el universo en cuestión de segundos. De ahí proviene tal miedo de todos los dioses del universo. Dante recordó que su padre dijo que su poder no era maligno y pregunto qué porque todos le tenían miedo. Dios Alcano le tuvo que confesar otro secreto a Dante, el porque de su entrenamiento, de que iban a servir en realidad los frutos de su esfuerzo, le dijo que cada vez que Quimicus despertaba de su gran y largo sueño, el decide organizar un torneo de fuerza entre los 13 planetas de su universo, en donde participa el mejor guerrero de cada planeta excluyendo a los dioses e hijos de dioses. El torneo tiene el propósito de entretener de la mejor manera a Quimicus y el ganador del torneo tiene derecho a un deseo que el mismo Quimicus le concede por su esfuerzo y dedicación. A Dante le pareció divertido y estaba emocionado para por fin poner en práctica los frutos de su entrenamiento, lo que no sabía era que los planetas que pierden en la primera ronda son eliminados para siempre. Dios Alcano sigue extrañando a uno de sus mejores amigos, el dios Carbohidrato. Desde ese momento dios Alcano nunca se dejaría derrotar de esa manera por Quimicus y quiere marcar diferencia como el mejor de los planetas en el universo y eso por fin lo lograría gracias a Dante. Dante no sabe porque el dios Alcano confía tanto en el, aunque el se sentía un guerrero poderoso, con todo lo que le ha contado su padre, cree muy difícil ser el guerrero más fuerte del universo, pero lo prometió a su padre dar todo de sí mismo y no defraudarlo. Quimicus hace acto de presencia en el planeta Alcano para avisarle al dios Alcano asistir al torneo de fuerza que se realizará en el universo Vacío, un lugar donde no existe nada de nada, y es perfecto ya que así los guerreros no tendrán alguna ventaja o desventaja al momento de las peleas y todo sea 100% justo, en ese planeta no existe la temperatura por lo que los guerreros no tendrán que preocuparse por equilibrar su temperatura para así no alcanzar los peligrosos puntos de fusión y ebullición. Quimicus le dijo al dios Alcano que se enfrentaría en la primera ronda contra el planeta Alcoholes, le mando suerte un poquito sarcástica y se retira. Dante, dios Alcano y Ácido sulfúrico se dirigen en sus matraces hacia el universo Vacío para dar inicio al torneo de fuerza y comenzar con la inauguración y presentación de los 13 planetas. Están reunidos los 13 guerreros y sus dioses respectivos a su planeta y llega por fin Quimicus para redactar unas palabras y dar inicio al torneo de fuerza. Antes de empezar, Quimicus organiza los enfrentamientos de la siguiente manera: La primera ronda será planeta contra planeta; Planeta Alcano vs Planeta Alcoholes; Planeta Amida vs Planeta Amina; Planeta Alqueno vs Planeta Halogenuro; Planeta Éster vs Planeta Alquino; Planeta Carboxílico vs Planeta Éter; Planeta Aldehído vs Planeta Cetona; Y el planeta Benceno pasará automáticamente a la última ronda por ser el ganador del último torneo. Dante se enfrentará contra Tonayán  el alcohol más poderoso; Dante se siente muy emocionado por su primera pelea, todos los planetas apuestan hacia Tonayán, ya que nadie confía en un simple y débil metano. Empieza la pelea, está muy reñida, Tonayán lo está presionando muy fuerte con ataque etílicos, Dante se encuentra entre la espada y la pared hasta algo raro sucede, mientras Dante está deteniendo los ataques, un aura de color cristalino y brilloso se expande más y mas a su alrededor hasta que… Una explosión destellante deja atónitos a todos los dioses y guerreros, hasta el mismo Quimicus se quedó intrigado. Esa explosión fue producto de la evolución de Dante, gracias a sus entrenamientos logro pasar de ser un metano a ser un hectano; Si, un Alcano de 100 carbonos. Gracias a esta subida de poder masiva logró derrotar fácilmente a Tonayán y logro avanzar a la siguiente ronda. Dante se sentía raro, no sabía que había pasado con su cuerpo, por eso el dios Alcano estaba tan confiado, Dante tenía un poder oculto nunca visto. La última ronda del torneo será un todos contra todos de los ganadores de la primera ronda añadiendo al planeta Benceno. Empieza el enfrentamiento campal y todos por alguna razón se dirigen hacia Dante, al parecer lo quieren eliminar primero para no ser un problema al final de la pelea. Dante se siente asustado, todos lo están acorralando, en intento desesperado por escapar intenta golpear a “Clorisa”, la guerrera más poderosa del planeta Halogenuro, falla el golpe y cuando ya se siente derrotado llega “Esther”, la guerrera más poderosa del planeta Éster, Esther recibe el golpe y se sacrifica para poder salvar a Dante, al ver el gran gesto de Esther, explota de la ira y lanza hacia todos lados una ráfaga de carbonos que termina eliminando a 3 guerreros, Roger (Planeta Amida), Xavier (Planeta Carboxílico), Kira (Planeta Cetona). Solo quedan 3 en la arena Clorisa, Dante y Nitro el guerrero más poderoso del planeta Benceno y último campeón del torneo de fuerza. Clorisa y Nitro deciden fusionarse para acabar con Dante, formando así a “Nitrisa” el clorobenceno más poderoso jamás visto y con un poder gigantesco. Dante como un buen guerrero decide darle pelea, empieza los golpes, ráfagas de carbonos por doquier, masas de hidrógenos en cada golpe, una lucha sin igual, Quimicus se muestra exaltado de tanta adrenalina que siente al ver la pelea, Dante se está cansando y Nitrisa ni un signo de debilidad. Dante se siente derrotado, ya en el suelo empieza tener recuerdos y lagunas mentales con su padre y recuerda el haberle prometido ganar el torneo, de manera repentina, Dante se empieza a elevar por los aires mientras un aura resplandeciente lo rodea, ocurre una explosión y sale… Dante, como el futuro dios de los alcanos, así lo menciona su padre, Dante se ha transformado en un Kilano, un Alcano de 1000 carbonos. Nitrisa empieza a temblar por el poder de Dante y en un momento de distracción, Dante le ejecuta su técnica final: “Carbono solar” una masa esférica gigantesca de color amarillo hecha de carbonos; Para finalmente acabar con Nitrisa y ser el ganador del torneo. Quimicus al ver el potencial de Dante decide llevárselo a su santuario donde dice que lo entrenará más y más. En una final emotiva Dante se despide con su padre y le da las gracias por el cuidado y los entrenamientos que le dio. Quimicus al ver el esfuerzo del dios Alcano por entrenar a Dante, decide revivir a su mejor amigo, el dios Carbohidrato. Y así es como termina esta gran historia del universo Laboratorio.

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