Cultivos En Tejado

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Cultivo en tejados de edificios en ciudad

09/03/2010

Agricultura, Construcción

Eu

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El cambio climático y el aumento poblacional han hecho que los muros, los balcones y los tejados de las ciudades europeas hayan adquirido un tono más verde a medida que la producción de alimentos se ha ido convirtiendo en parte del paisaje urbano.

Para afrontar los desafíos de la producción de alimentos de manera respetuosa con el medio ambiente, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha hecho un llamamiento a las ciudades para desarrollar «muros vivos» de plantas comestibles. Gracias el cultivo vertical, la agricultura podría pasar a formar parte del paisaje urbano, reduciendo el consumo de energía, las emisiones de carbono y el consumo de recursos en la producción de alimentos. Al reducirse las distancias que deben recorrer los productos desde las zonas de producción hasta la mesa y al no ser necesario el uso de maquinaria pesada, el cultivo vertical puede reducir las emisiones de CO2.

«La utilización de nuestros espacios urbanos como extensiones agrícolas reducirá la necesidad de convertir los bosques en terreno de cultivo. Los productos del campo deben acercarse a nuestra mesa», comenta Jacqueline McGlade, Directora de la AEMA. «Debe haber edificios de muestra en todas las ciudades para ofrecer una visión totalmente distinta de la agricultura».

El cultivo vertical implica el traslado de la agricultura a las ciudades, puesto que las cosechas crecen en estructuras especialmente diseñadas para ello o en espacios urbanos adaptados. Dickson Despommier, catedrático de la Universidad de Columbia de Nueva York (EE.UU.), ha defendido el concepto de explotaciones agrícolas situadas en rascacielos de 30 pisos, que podrían satisfacer las necesidades de 50.000 personas. En dichos edificios sólo se cultivarían plantas de agricultura hidropónica en una solución de agua y nutrientes, y plantas aeropónicas en una niebla de agua cargada de nutrientes. En ambos casos, se trata de métodos de cultivo sin suelo.

Despommier cree que las explotaciones agrícolas verticales podrían utilizar un 90% de agua menos que las tradicionales. Además, estas explotaciones producirían cultivos durante todo el año sin emplear productos agroquímicos, y se evitarían las pérdidas de origen climático causadas por sequías, inundaciones y plagas. Al no ser necesario el empleo de pesticidas, los cultivos serían de tipo orgánico. Además, se evitaría el problema de la escorrentía agrícola.

Con todo, el proceso tiene sus detractores. Bruce Bugbee, catedrático en fisiología de cultivos, de la Universidad de Utah (EE.UU.), ha cuestionado la viabilidad de los cultivos verticales aduciendo que los bajos niveles de luz durante los meses de invierno harían necesario el empleo de lámparas de sodio de alta presión.

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