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De La Obsrvcion A La Formalizacion


Enviado por   •  4 de Junio de 2014  •  1.665 Palabras (7 Páginas)  •  264 Visitas

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La noción de actividad en el niño considerada como fundamento esencial para el aprendizaje, la necesidad postulada de hacerlo actuar, experimentar o construir para que realice su propio aprendizaje, ha hecho retroceder, desde hace algunos años o incluso décadas, la importancia que la escuela maternal otorgaba a la observación. La palabra “lección” es la menos adecuada para la escuela maternal, al referirnos a la etimología de la etimología –lectura- . Es prácticamente imposible llevar este tipo de trabajos en una clase de niños en edad maternal. Por lo tanto se debe optar por actividades, secuencias o talleres que sugieren formas activas de trabajo.

Es cierto que las lecciones de observación han presentado muchos defectos: son colectivos, mientras que la observación requiere un acercamiento a solas y preciso con el objeto de observación; están demasiado orientadas a la adquisición de vocabulario y no proporcionan la variedad deseable, ya que el objeto o la situación no se encuentran unidos. A estas deficiencias se les suma una particularmente grave en pedagogía no tenían un objetivo, no implicaban ningún interés o deseo en los niños, y las motivaciones deben ser fuertes para que las actividades no sean fugaces.

¿Por cuales ejercicios se han remplazado?

En las diferentes alternativas la globalización del proyecto incluye tiempos de observación cuyo lugar, tamaño y forma son muy variables. El interés en la actividad, la disponibilidad de fuentes documentales son más determinantes que lo que la observación pone en juego. Los conceptos esenciales a la idea de la vida se perfilan en las observaciones continuas que quizás de forma elemental, pero con la suficiente precisión para que se pueda pensar en estudiar, siguiendo el mismo método de la observación continua, está lleva a un desarrollo de la imaginación y genera curiosidad. La observación que se propone y se lleva a cobo con los niños no tiene ningún punto de comparación. La observación es una especie de herramienta que se puede manipular por parte del maestro en el momento oportuno. No debe confundirse con la observación que es mucho más exigente. Siempre debería completarse atendiendo un objetivo, graduarse en sus diferentes etapas de exigencia y culminar en un primer intento de formalización.

La observación está terminada

La observación no tiene en todos los casos la misma importancia o el mismo papel. Por ejemplo se pueden dar casos es que la observación sea muy sensorial, se ejerce sobre las formas y los colores, observación se diluye casi en la medida de lo que se va a ver: se espera de los visitantes que retengan imágenes y algunos elementos documentales. En otro caso la observación coincide complementariamente con el trabajo: hay que mirar, anotar, volver a mirar al día siguiente, preguntar, documentarse para que las partes inaccesibles a la observación sean tomadas en cuenta. El objetivo puede ser estético, si así se desea. Los objetivos pueden ser también observados ya sea directamente o para ser comparados con la realizaciones artísticas de arte decorativo, lo que ayuda a la imaginación. La observación nunca es gratuita, sin objetivos ni utilización.

La observación no puede ser puntal y carecer de un seguimiento.

Se trata simplemente de variedad, de un despertar sensorial del placer delas oportunidades de intercambiar palabras, de adquirir vocabulario. Trabajos sin rigidez que se complementen y terminen por construir un auténtico hábito de la observación. Lo que se llamaría trabajar con una competencia transversal.

Parece muy evidente que una forma de atención, concentración, de camino para interrogar una realidad, intentar describirla y comprenderla está en juego durante la observación. Asegurar el regreso al mismo tipo de trabajo es hacer que se ejercite esta competencia. El grado de actividades posibles para favorecer la observación es tan grande que ningún maestro puede sentirse enojado de su libertad pedagógica si se toma la decisión de hacer aparecer varias veces la observación que tenga el mismo sentido metodológico.

La observación es minuciosa.

No se trata de verlo todo, sino de mirar con mucha concentración. Esta atención debe conducir a ver más allá de la primera impresión. Para que el ejercicio tenga la concentración que se desea es necesario que el tema valga la pena a los ojos de los niños y si necesitan algunas precauciones de tipo materia. En el momento de la observación el número de niños involucrados debe ser reducido y presencia de un maestro debe ser cercana, a maso menos que el mismo sea el interlocutor directo implicado en la observación. La observación no es necesariamente silenciosa. Una forma de cooperación entre los observadores puede ser muy útil, ya sea entre niños o entre estos y los maestros.

La observación debe conducir a un resultado de la observación a la formalización.

La observación debe conducir siempre que se pueda a un resultado. Lo que se ha observado no necesariamente debe dibujarse o contarse, pero la observación deberá encajar de una forma que se le vea tal y que aporte lo que se esperaba de ella. Formalizar la observación es simplemente darme una forma concluida de alguna manera, es un proceso que tiene como objetivo recolectar.

La

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