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Desarrollo de la Autoestima.


Enviado por   •  7 de Abril de 2017  •  Informe  •  2.072 Palabras (9 Páginas)  •  283 Visitas

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Shaquille Raé Carrió Díaz

Dr. José Luis Plaza Alonso

Psyc. 226

Psicología del Desarrollo

S00 86 4773

Desarrollo de la Autoestima

La adolescencia es uno de los periodos más importantes en el desarrollo de la autoestima. La persona debe conocer sus distintos aspectos y valorarse por los mismos y por sus faltas. El autoestima da forma a cómo nos vemos a nosotros mismos y a cómo nos relacionamos con la familia, los amigos, el trabajo o la pareja. La misma la podemos definir como la idea que tenemos a cerca de nuestro propio valor como personas y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido adquiriendo durante nuestra vida. Se trata de cómo nos percibimos a nosotros mismos.

La autoestima se va desarrollando a lo largo de toda nuestra vida en base a nuestro entorno y nuestras experiencias. Nuestro ambiente familiar, nuestro círculo de amistades, todo eso puede influir en la manera en la cual nos percibimos. Si los mismos nos aceptan tal y como somos, nos tratan con respeto y nos valoran, tendemos a desarrollar una buena autoestima. Si solo nos valoran por nuestros talentos y logros, tendemos a desvalorizarnos a nosotros mismos pensando que de no poder realizar los mismos no nos aceptarían.

Los seres humanos tenemos la capacidad de establecer una identidad y darle un valor. Podemos definir quiénes somos, crear nuestra propia identidad y luego decidir si nos gusta o no. Nuestra identidad se basa en nuestros valores, nuestras preferencias y nuestras experiencias. La misma puede variar a lo largo de nuestro desarrollo. El problema de la autoestima está en la capacidad humana de juicio. El juzgarse y rechazarse a sí mismo produce un enorme dolor, dañando considerablemente las estructuras psicológicas que te mantienen vivo

Existen formas de pensar que son distorsionadas, pensamientos de autoevaluación que deterioran nuestra autoestima. Ejemplos de los mismos son:

  1. Sobregeneralización – es cuando un evento o acto independiente se convierte en una regla universal. Por ejemplo: el decir que nadie te quiere, que todos te rechazan, que todos se burlan de ti, etc.
  2. Valoración Global -  es cuando se utilizan términos peyorativos para describirse a uno mismo como persona global. No tener habilidad para las matemáticas se podría interpretar como “ser muy estúpido” en vez de simplemente decir que se te hace difícil.
  3. Filtrado negativo – esto sucede cuando siempre le buscan el lado negativo a cualquier situación sin prestar atención a lo positivo.
  4. Autoacusación – es cuando te culpas por todo lo negativo que ocurre a tu alrededor.
  5. Lectura del pensamiento – es cuando crees que otras personas tienen pensamientos negativos sobre ti sin poder comprobarlo.

La autoestima influye grandemente en nuestro comportamiento. Si nos visualizamos como personas poco sociales, no nos esforzaremos por compartir con otras personas. Por consiguiente, reforzamos el pensamiento negativo. Dado que pensamientos, sentimientos y comportamientos se encuentran interrelacionados, la autoestima de una persona influye en cómo se siente, cómo piensa, aprende y crea, cómo se valora, cómo se relaciona con los demás y cómo se comporta.

En la adolescencia se manifiestan ciertos cambios a nivel socio-afectivo, cognitivo y físico. También los jóvenes desarrollan la capacidad para reflexionar sobre uno mismo. Haciendo esto, los adolescentes se comienzan a formular preguntas sobre sí mismos involucrando su inteligencia, aspecto físico y su relación con las personas que los rodean día a día. Luego empieza a identificar lo que considera real de sí mismo y separarlo de lo que no, formulando así sus propios conceptos sobre su identidad. Mientras mayor sea la aceptación que sienten tanto de su familia, compañeros y de sí  mismos, mayor será las probabilidades de ser exitosos en la vida.

Un adolescente con buena autoestima aprende de manera más eficaz, desarrolla relaciones mucho más gratas, está más capacitado para aprovechar las oportunidades que se le presenten, para trabajar productivamente y ser autosuficiente, posee una mayor conciencia del camino que sigue. Si una persona termina la adolescencia con una buena autoestima, entra en la adultez con una buena parte de lo que necesita para llevar una vida satisfactoria y productiva.

El nivel de la autoestima afecta a los adolescentes de las siguientes maneras:

  1. Condiciona el aprendizaje – un joven con autoestima baja no confía en sus habilidades, por lo que no encuentra la satisfacción en el éxito. No está motivado y tiene poco interés en aprender cosas nuevas. Por otro lado, el adolescente con alta autoestima valora el aprendizaje y confía en su capacidad.
  2. Ayuda en la superación de dificultades – un adolescente con buena autoestima se enfrenta a distintas dificultades y obstáculos porque confía en su habilidad para superarlos.
  3. Fundamenta la responsabilidad - la confianza en uno mismo constituye la base para ser capaz de responder a las exigencias de la vida cotidiana.
  4. Favorece la creatividad – el niño con buena autoestima puede experimentar con respuestas originales y creativas. De la misma manera explora nuevas posibilidades.
  5. Posibilita la relación social – el aprecio y el respeto por uno mismo crea una seguridad personal que resulta atractiva para las demás personas. Esto facilita las relaciones con otras personas en relación de igualdad.
  6. Determina la autonomía – un joven con una buena autoestima tiende a ser autosuficiente y es capaz de tomar decisiones por sí mismo. Los adolescentes así son capaces de enfrentarse a los nuevos retos de manera independiente. Por otro lado, los jóvenes con un nivel de autoestima bajo, se les dificulta tomar decisiones solos y tienden a depender de los demás.
  7. Afianza la personalidad – el adolescente se siente seguro de sí mismo y valora y respeta a los demás.

Algunos factores que afectan negativamente la autoestima son:

  1. El auto-diálogo de desaprobación – destacar constantemente solo lo que hacemos mal.
  2. Compararnos con los demás – cuando nos juzgamos a nosotros mismos en cuanto a las cualidades que nos faltan que poseen otras personas, tanto físicas como mentales.
  3. No poner límites – debemos evitar las cosas que afecten nuestra dignidad o ridiculizarnos a nosotros mismos para el entretenimiento de los demás. No debemos dar lugar a lo que nos hace sentir mal.
  4. No ser asertivos – identificar si queremos o no queremos hacer lo que se nos pide. No debemos olvidarnos de nosotros mismos porque esto nos hará infelices.
  5. No respetarnos a nosotros mismos - debemos tratarnos bien, cuidarnos y evitar conductas no productivas que nos hacen sentir mal.
  6. Rodearnos de personas tóxicas – hay personas que nos hacen sentir mal, incomodos o tratan de convencernos a hacer cosas que no queremos o peligrosas para nuestra salud. Hay que poner distancia entre esas personas y uno mismo.
  7. No responsabilizarnos de nuestras emociones – si hay algo que nos haga sentir mal o de una manera incómoda, es nuestra responsabilidad ir en otra dirección y evitarlo.
  8. Establecer relaciones de dependencia emocional – como discutimos en clase, no es saludable el estar en una relación en la cual se te exige que cambies tu identidad, comportamiento o forma de ser. Es una relación venenosa y cuando la misma termina, uno pierde la perspectiva de quien es o quiere ser.
  9. No tener objetivos vitales - en el día a día deberíamos pensar en las áreas más importantes de nuestra vida y reflexionar sobre cómo queremos que sean en un periodo determinado de tiempo que nosotros mismos fijaremos.
  10. Cultivar pensamientos negativos de uno mismo – la manera en la cual vemos las cosas depende de nosotros mismos, es nuestra responsabilidad encontrar lo positivo de cada situación.

Hay actitudes habituales que indican autoestima baja, los mismos son:

  • Autocrítica dura y excesiva - que mantiene los adolescentes en un estado de insatisfacción con ellos mismos.
  • Hipersensibilidad a la crítica - por la que se sienten exageradamente heridos u ofendidos, echan la culpa de los fracasos a los demás o a la situación,  cultivan resentimientos contra sus críticos.
  • Indecisión crónica, no por falta de conocimiento, sino por terror a equivocarse.
  • Deseo innecesario por complacer, por el que no se atreve a decir que no, por miedo a desagradar y a perder la buena opinión de los demás.
  • Perfeccionismo, autoexigencia esclavizadora de hacer "perfectamente" todo lo que intenta, que conduce a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen de la manera deseada.
  • Culpa inadecuada por la que se acusa y se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, se exagera la magnitud de sus errores y los lamenta indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por completo.
  • Hostilidad, irritabilidad, siempre a punto de explotar aún por cosas sencillas de poca importancia, propia de uno mismo, que todo le hace sentir mal, que todo le disgusta, que todo le decepciona y nada le satisface.
  • Pesimismo generalizado - todo lo ve oscuro o negativo en su vida, su futuro y a sí mismo.

 Los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar un nivel de autoestima elevado. Los mismos necesitan de un hogar feliz, estable y seguro, donde exista un balance entre libertad y reglas que se deben seguir en el hogar. Los niños necesitan sentir que son capaces de hacer cosas y resolver problemas de manera independiente, para esto es bueno que la familia les asigne responsabilidades de manera gradual. Dichas responsabilidades pueden ser: sacar la basura, mantener su cuarto recogido, alimentar su mascota o cosas de ese estilo. La familia debe expresar satisfacción por los logros y avances de los niños, para que ellos se den cuenta de que actuaron bien.

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