EFECTO TERAPEUTICO DE LA RELACION MEDICO PACIENTE.
Enviado por sebas940120 • 11 de Febrero de 2015 • Ensayo • 1.551 Palabras (7 Páginas) • 322 Visitas
EFECTO TERAPEUTICO DE LA RELACION MEDICO PACIENTE. ASPECTOS PSICODINAMICOS
El abordaje biopsicosocial en la medicina de familia
El médico de familia puede aportar una visión holística, biopsicosocial e integrada del paciente. Integrada a lo largo del tiempo (longitudinalidad) ya que sigue al paciente a lo largo de una parte de su vida, tiene la posibilidad de conocerlo en diferentes roles familiares, y de atenderlo por las diferentes patologías que presenta (malestares orgánicos y psíquicos manifestados en un mismo cuerpo). También en tanto que tiene como pacientes a más de un miembro de la familia y acude a su domicilio. Ambas circunstancias le permite tener una visión del funcionamiento del grupo familiar como sistema.
La salud del paciente
El médico de familia es especialista en personas, escucha sus temores y esperanzas, y a su vez es objeto de sus proyecciones (omnipotencia, miedo, enojo…). Si la relación médico paciente funciona bien, el médico podrá recibir, descifrar, comprender y usar esas proyecciones en beneficio del paciente y su familia. Esa influencia mutua elaborada como comprensión compartida, va constituyendo una alianza terapéutica a lo largo del tiempo, que ayuda a entender los síntomas y facilitará el tratamiento en próximas consultas. Siguiendo a M. Balint y a J. Holmes diremos que esta alianza terapéutica con el paciente ayuda a aportar significado a los síntomas y a la enfermedad en su contexto, y es un paso previo necesario para promover los cambios que conduzcan a la curación. Esta secuencia es imprescindible para que sea efectiva cualquier ayuda psicológica.
El encuadre de la ayuda psicológica
Poder trabajar así con el paciente implica la necesidad de unas condiciones mínimas imprescindibles, a las que en conjunto denominaremos “encuadre terapéutico adecuado”.
El encuadre tiene una vertiente externa y otra interna. El encuadre externo implica cuidar el espacio físico para que, en lo posible, sea acogedor; evitar ruidos e interrupciones, dedicar un mínimo de tiempo para que la entrevista se pueda desarrollar, estar atento a la organización, a las citaciones, evitar cambios de profesional y asegurar la confidencialidad y privacidad. Pero tanto o más importante es el encuadre interno del profesional, que idealmente debería tener una actitud receptiva ante el dolor y el sufrimiento ajenos (sin ser un cuidador compulsivo), sentir profundo respeto por la individualidad del consultante, tener capacidad para observarse mientras observa (introspección, insight), y para utilizar esa contratransferencia observada conteniendo a la vez sus propios conflictos y problemas. Para lograrlo es necesaria una formación previa del profesional en técnicas de escucha clínica y entrevista, en técnicas de aconsejamiento, en el conocimiento de las reacciones biopsicosociales ante la pérdida y el duelo, y de los ciclos familiares normales. El profesional no debe padecer trastornos psiquiátricos o de personalidad graves, debe ser capaz de separar la vida profesional y personal, debe tener las necesidades afectivas básicas cubiertas por los íntimos, familiares, o red social; debe haber podido elaborar suficientemente sus propios duelos, y a ser posible debe realizar supervisiones o tutorizaciones individuales o en grupos de alguna de las ayudas psicológicas que realiza, pudiendo tener ocasión para hablar de ellas con el equipo.
La salud de los profesionales y los equipos
Así, en el desempeño de esa tarea, al médico se le presentan nuevas dificultades, puesto que los duelos, malestares y enfermedades del paciente le ponen a su vez en contacto con sus propios duelos, malestares y temores. Ahí se plantea una importante disyuntiva: ¿debe controlar, o bien contener sus propias emociones para conseguir comprenderlas?
A medio y largo plazo, más allá de controlar, el profesional debería poder acercarse a la comprensión de sus reacciones y emociones para así poder crecer como persona y como profesional, y no quemarse o enfermar en el intento; y también para evitar proyectar masiva y continuadamente sus conflictos no resueltos en los pacientes. Para ello, diremos con J. Tizón, que a veces es necesaria una psicoterapia personal y es deseable la supervisión de los aspectos relacionales del trabajo, al menos en un grupo de reflexión (un grupo tipo Balint), o en un grupo de supervisión de las ayudas psicológicas propias de la Atención Primaria de salud. El profesional precisa poder sentirse contenido por el equipo y por la empresa donde desarrolla su trabajo, para desempeñar esta labor; y debería disponer de los medio suficientes para realizarla.
La relación de ayuda psicológica
Llegados a este punto podemos pensar que es demasiado complicado este abordaje y que quizás es mejor limitarnos a lo biológico. El problema es que en cualquier especialidad médica, pero aún más en Atención Primaria de salud, la enfermedad no existe aislada de los contextos. El abordaje holístico de los pacientes es indispensable para entender el significado del síntoma en cada paciente. Limitarnos al abordaje biologista
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