EL ENSAYO
Enviado por jklasso • 30 de Junio de 2015 • 261 Palabras (2 Páginas) • 184 Visitas
En sus orígenes, la palabra ensayo significó “prueba, examen,
inspección, reconocimiento”, no tanto para validar la información que
se pueda recoger, sino para explorar, desde una concepción personal, un
tema determinado que, basado en las vivencias de su autor, tal como
lo hizo el más vivo exponente de esta disciplina, Miguel de Montaigne,
pueda con intensidad, naturalidad y con agilidad estética, discurrir, desde
la reflexión, por caminos que él, desde su absoluta percepción personal,
cree los más adecuados.
El ensayista no pretende agotar el tema tratado. No es esa su función.
Si se agotase el tema, antes que un ensayo sería un tratado propiamente.
Quizá, uno de los rasgos más distintivos del ensayo sea, justamente, el
de no agotar el tema. El ensayista “intenta únicamente dar un corte, uno
sólo, lo más profundo posible, y absorber con intensidad la savia que nos
proporcione” a decir del ensayista mexicano José Luis Gómez Martínez.
El ensayo tampoco es una obra de consulta en la que se pueda
encontrar datos puntuales. Pues, aunque existan muchas cosas, ninguna
es acabada, aunque el pensamiento sea profundo, pero desde una mirada
en la que sólo el ensayista ha podido penetrar en aquello que tal vez los
otros no han podido descubrir o que todavía no han podido adentrarse.
En este orden, el ensayista no investiga al estilo de las ciencias
experimentales. Es más bien desde una actitud experiencial que el autor
tiene para interpretar antes que para investigar. Lo que siente es la necesidad
profunda de decir algo; su ser está compenetrado de ideas, de intuiciones,
de sugerencias, de entusiasmos, de ilusiones, de perspectivas y de puntos
de vista que el ensayista quiere, con una intención profundamente
humanística, comunicarla a sus lectores.
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