EL HOLISMO Y REALISMO EN LA TEORIA SOCIOLOGICA DE EMILE DURKHEIM.

Capítulo 6 – Ornella Pellegrini

HOLISMO Y REALISMO EN LA TEORIA SOCIOLOGICA DE EMILE DURKHEIM.

Emile Durkheim y la crítica al nominalismo sociológico.

El nacimiento de la sociología moderna representa una reacción intelectual consecuencia de la profunda transformación del tejido económico e institucional que, entre los siglos 18 y 19 altero hondamente las estructuras de las sociedades europeas.

A diferencia de la sociología, que planteaba, como centro de su reflexión, la cuestión del orden social, la teoría utilitarista la eludía.

Para los utilitaristas, el orden social era simplemente el resultado automático de las múltiples decisiones individuales; resultado automático de las acciones de los individuos, orientadas por el único fin del crecimiento del propio bienestar personal. La doctrina utilitarista subraya que el entero proceso de evolución social tenía como protagonista al individuo, consciente y responsable de sí mismo.

La teoría sociológica de Durkheim representa el ataque más coherente y sistemático a la concepción del mundo utilitarista y a su individualismo metodológico. En su crítica del individualismo metodológico, Durkheim ataca a los iusnaturalistas, a los utilitaristas, a los hedonistas, a los economistas y al mismo Hobbes para quien los componentes y causas del contrato social son los individuos.

La metodología utilitarista implica una descomposición de la sociedad en sus componentes, los individuos, y es a ellos quienes han de referirse los fenómenos sociales como realidad fundamental, ultima.

Asevera Lewis: El individuo era una manifestación de la sociedad y no podía existir si no fuera creado por ella y si no funcionara dentro de ella para conservar y mantener la vida social de todos. Toda la comunidad humana emana de la sociedad o se ve condicionada por ella.

Para Durkheim el planteamiento de todos los individualistas metodológicos excluye la observación de la realidad social como tal al circunscribirse estrictamente a las motivaciones de los individuos, la idea colectiva no es simplemente una imagen ampliada de la vida individual.

De acuerdo con Durkheim la sociología individualista no hace mas que aplicar a la vida social el principio de la vieja metafísica materialista: pretende explicar lo complejo por lo simple, lo superior por lo inferior, el todo por la parte, lo que es contradictorio en sus propios términos.

Durkheim rechaza la creencia de que las propiedades sociales se pueden explicar apelando a los átomos sociales, es decir, a los individuos. Impugno al individualismo utilitarista, como hipótesis metodológica: la sociología no puede sustentarse en una teoría que postula al individuo como punto de partida del análisis.

El utilitarismo, como teoría social, parte de la premisa del “culto al individuo”, fenómeno que constituye el resultado y no la causa de un proceso de desarrollo social. Escribe Durkheim: Es la sociedad quien ha consagrado al individuo y lo ha hecho digno de respeto por encima de todo. La emancipación progresiva del individuo no implica un debilitamiento sino una transformación del vínculo social.

Durkheim fue el crítico más profundo del modelo de sociedad de los utilitaristas: el orden social no se produce a partir de las acciones motivadas por los intereses particulares de los individuos racionales y calculadores. Negaba que el utilitarismo pudiese explicar los fundamentos de la sociedad civil.

La sociedad no es una creación del individuo por el contrario el individuo es moldeado por la sociedad que le preexiste. Escribe Giddens: La sociedad es esencialmente un fenómeno moral de solidaridad colectiva, que se basa en valores que se imponen a los individuos y que son por ellos introyectados.

El planteamiento de todos los individualistas metodológicos excluye la observación  de la realidad social al circunscribirse estrictamente a las motivaciones y a la racionalidad de los individuos.

Para los utilitaristas, decía Durkheim, “no hay nada real en la sociedad excepto el individuo; de él todo emana y a él todo vuelve”. Para los individualistas metodológicos una nación, por ejemplo,  es solo un ser nominal.

El individuo es la única realidad existente que el investigador puede observar, y de acuerdo con los individualistas, la única cuestión relevante que la ciencia puede plantearse es el análisis de la conducta individual, especialmente en el ámbito de la vida económica.

Según los individualistas las leyes económicas y las leyes sociales serian consecuencias lógicas que el investigador deduce de la definición de la naturaleza transhistorica del individuo. Según Durkheim: Es en la naturaleza de la sociedad misma donde hay que buscar la explicación de la vida social.

El realismo Sociológico de Emile Durkheim

Durkheim asume una tesis realista en el sentido de que la sociología no se interesa por individuos, ni por agregados de individuos. A la sociología le atañe la realidad social, una realidad, que, si bien es obra del conjunto de individuos, se impone, sin embargo, a todos y cada uno de ellos; es anterior a cada individuo y por esta razón la realidad individual es producto de la realidad social y determina radicalmente la condición humana. El rechazo del individualismo metodológico lo único que implica es la afirmación del carácter real de las “cosas sociales”

El resultado de las acciones subjetivas, el hecho social, obedece a una propia lógica; los hechos sociales deben considerarse como “cosas exteriores”, como realidades que se ofrecen a nuestra observación y son independientes del punto de vista de cada uno.

La ciencia  debe partir de la sensación y no de los conceptos: la sociología es extrospectiva, no es introspectiva; esto implica que las ciencias sociales no pueden fundar sus afirmaciones en simples reflexiones lógicas que excluyen la posibilidad de conectar causalmente los rasgos observables de las conductas.

Una característica fundamental de los hechos sociales es su exterioridad con respecto a las conciencias individuales, este es el elemento que le permite a Durkheim diferenciar los hechos sociales de los fenómenos psíquicos.

Estos fenómenos además, presentan una característica: están dotados de un poder imperactivo y coercitivo, en virtud del cual se le imponen (a los individuos) quiéranlo o no.

Además: Un hecho social se reconoce por el poder de coerción externa que ejerce o es susceptible de ejercer sobre los individuos; y la presencia de ese poder se reconoce; a su vez, ya sea en la existencia de alguna sanción determinada, o en la resistencia que este hecho opone a toda empresa individual que tienda a violarlo.

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