ELECTROENCEFALOGRAFÍA Y SUEÑO
Enviado por chaneeto • 11 de Agosto de 2014 • 4.233 Palabras (17 Páginas) • 220 Visitas
ELECTROENCEFALOGRAFÍA
La electroencefalografía (EEG), es una exploración neurofisiológica que se basa en el registro de la actividad bioeléctrica cerebral en condiciones basales de reposo, en vigilia o sueño, y durante diversas activaciones (habitualmente hiperpnea y estimulación luminosa intermitente) mediante un equipo de electroencefalografía.
¿PARA QUÉ SIRVE?
La electroencefalografía es una técnica que permite estudiar la actividad cerebral. Por tanto, la utilizamos para conocer mejor el diagnóstico y la localización de su enfermedad, y en muchos casos la intensidad de una posible lesión. De esta forma, podemos orientar a un médico especialista sobre el diagnóstico y tratamiento a seguir.
PATOLOGÍAS OBSERVABLES A TRAVÉS DEL EEG
• Epilepsia
• Encefalopatía
o Encefalopatía inflamatoria
o Encefalopatía metabólica
o Encefalopatía tóxica
o Encefalopatía connatal
o Encefalopatía hipóxica
• Coma
• Diagnóstico de muerte encefálica
• Tumores cerebrales y otras lesiones ocupantes de espacio
• Demencia
• Enfermedades degenerativas del sistema nervioso central
• Enfermedad cerebrovascular
• Traumatismo craneoencefálico
• Cefalea
• Vértigo
• Trastornos psiquiátricos
La epilepsia representa el principal trastorno neurológico en que de rigor debe ordenarse un E.E.G. La epilepsia cortical ofrece evidencia utilísima a través del mismo, en cuanto a su localización, extensión en la corteza cerebral y simetría o asimetría.
En las epilepsias sub corticales: el E.E.G. tiene un valor más limitado, aunque la presencia en él de descargas onda y espiga puede resolver la duda que un mal testigo de la crisis epiléptica, puede haber dejado en la historia de un sospechoso pequeño mal.
En la epilepsia psicomotora, los fenómenos clínicos que la acompañan pueden aparentar crisis de histeria, o intoxicación, y un E.E.G. puede con facilidad probar la verdadera condición epiléptica.
Por último, siempre en relación con epilepsias, algunas veces puede asociarse con crisis de hipoglicemia y confundirse con histeria; en tales casos el E.E.G. está claramente indicado.
Tumores de cerebro, u otras masas que ocupan espacio intracraneal, pueden detectarse y focalizarse por medio del E.E.G., a través de cuidadoso estudio de varios trazados obtenidos. Se puede así detectar hematomas subdurales crónicos, quistes, etc.
Pero el E.E.G. en estos casos no aventaja en nada a la arteriografía cerebral, o a un P.E.G. o ventriculograma. Más bien se usa como un complemento a ellos, o cuando por un estado general pobre el paciente no soporta procedimientos drásticos.
En trauma craneal, y en las infecciones meningoencefálicas frecuentes en niños, el E.E.G. es un buen índice del funcionamiento neuronal, y sirve para evaluar la efectividad del tratamiento y pronóstico.
Puede indicar también el principio de una complicación cerebral, especialmente encefalopatías cuando se asocian con enfermedad hepática.
Todo niño desnutrido que haya pasado un sarampión difícil, debiera tener uno o dos electroencefalogramas para indagar posibilidad de una secuela panencefalítica, sub aguda o crónica, tipo subesclorosante, que se muestra en forma característica en el trazado.
En realidad, en Psiquiatría el valor práctico del E.E.G. no es grande, pero tampoco es desdeñable, principalmente en enfermos psiquiátricos con conducta agresiva impulsiva no controlable con psicofármacos, y que se sospeche una etiología atribuible a patología de lóbulo temporal.
En pacientes psiquiátricos seniles el E.E.G. puede diferenciar casos de pseudo demencia de afecciones degenerativas del cerebro, o una "psicosis senil" de un verdadero tumor de cerebro crónico, frecuentes en pacientes largamente hospitalizados.
Tras una parada cardio-respiratoria, dependiendo del tiempo transcurrido, pueden producirse lesiones en el sistema nervioso central, transitorias o irreversibles. El EEG y los potenciales evocados ayudan a delimitar dichas lesiones y a establecer un pronóstico. En el coma tanto el EEG como los potenciales evocados son útiles para establecer un diagnóstico y un pronóstico, especialmente en los estadíos iniciales.
UBICACIÓN DE LOS ELECTRODOS
• La amplitud, fase y frecuencia del EEG dependen de la ubicación del electrodo.
• La cabeza es mapeada por 4 puntos: Nasion, Inion, Puntos pre-auriculares derecho e izquierdo.
• Forma 19 electrodos más tierra
• Los electrodos son puestos midiendo la distancia Nasion-Inion y haciendo puntos en 10%, 20%, 20%, 20%, 20% y 10% a lo largo de su longitud.
• El vértex, o electrodo CZ, se encuentra ubicado en el punto medio
TIPOS DE ELECTRODOS
Existen varios tipos:
• Adheridos. Son pequeños discos metálicos de 5 mm de diámetro. Se adhieren con pasta conductora y se fijan con colodión que es aislante. Aplicados correctamente dan resistencias de contacto muy bajas (1-2 kilo ohmios).
• De contacto. Consisten en pequeños tubos de plata clorurada roscados a soportes de plástico. En su extremo de contacto se colocan una almohadilla que se humedece con solución conductora. Se sujetan al cráneo con bandas elásticas y se conectan con pinzas de «cocodrilo». Son de colocación muy fácil, pero incómodos para el paciente. Por esto no permiten registros de larga duración.
• En casco de malla. De introducción reciente. Los electrodos están incluidos en una especie de casco elástico. Existen cascos de diferentes tamaños, dependiendo de la talla del paciente. Se sujetan con cintas a una banda torácica. Como características más importantes presentan la comodidad de colocación, la comodidad para el paciente en registros de larga duración, su gran inmunidad a los artefactos y la precisión de su colocación, lo que los hace muy útiles en estudios comparativos, aunque para sacar provecho de esta característica es precisa una técnica muy depurada.
• De aguja. Su uso es muy limitado; solo se emplea en recién nacidos y en UCI. Pueden ser desechables (de un solo uso) o de uso múltiple. En este caso, su esterilización y manipulación deben ser muy cuidadosas. Todos los electrodos descritos hasta aquí registran solamente la convexidad superior de la corteza. Para el estudio de la cara basal del encéfalo se utilizan electrodos especiales como el faríngeo, el esfenoidal, y el timpánico.
• Quirúrgicos. Se utilizan durante el acto quirúrgico y son manipulados exclusivamente
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