EROSIÓN COSTERA EN EL KILOMETRO 19 (VIA PARQUE ISLA DE SALAMANCA), DEPARTAMENTO DEL MAGDALENA, COLOMBIA.

EROSIÓN COSTERA EN EL KILOMETRO 19 (VIA PARQUE ISLA DE SALAMANCA), DEPARTAMENTO DEL MAGDALENA, COLOMBIA

Martínez Villa Katleen1.

1 Estudiante del programa de biología, Facultad de ciencias básicas. Universidad del Atlántico.

INTRODUCCIÓN

La erosión costera es causada por diversos procesos entre los que destacan los agentes hidrodinámicos como las olas, corrientes y mareas, además del aumento del nivel del mar (Molina et al. 1999). En conjunto estos agentes pueden verse alterados estacionalmente, si es la época correspondiente a las tormentas o bien pueden manejar un régimen general, donde las alteraciones en ellos se deban a cambios en campo de vientos (Rangel 2004).

Los vientos, además de generar el oleaje superficial, transportan cientos de toneladas de material sedimentario como arenas principalmente, a lo largo de una zona costera, ya sea hacia el mar o hacia la tierra, donde se deposita y contribuye al afianzamiento y evolución de geoformas como las dunas costeras, quienes pueden contener vegetación, teniendo la capacidad de hacer frente a eventos erosivos violentos (Perillo et al 2009).

A su vez, los factores antrópicos han contribuido en gran medida a la transformación y destrucción de la línea de costa y más generalmente de los sistemas litorales. Parte de la evolución o tendencia del litoral se refleja como erosión, lo que conlleva al retroceso de la línea de costa, destrucción de cientos de kilómetros de playa y por ende la pérdida de terrenos que albergan ecosistemas costeros que pueden ser aptos para las actividades humanas (van Rijn 2011).

Por lo tanto, la evolución de los sistemas litorales está dada por la interacción del clima marítimo, los diversos ecosistemas asociados a la línea de costa y el aporte sedimentario, donde el resultado de dicha interacción, corresponde a procesos de erosión-sedimentación o acreción (Komar 1998; Dawson & Smithers 2010). Actualmente la erosión costera es uno de los principales problemas a los que se enfrentan muchas zonas costeras en Colombia, especialmente en el Caribe colombiano, donde en los últimos años se ha visto un incremento de este tipo de procesos, causando la pérdida de ecosistemas como playas, dunas, manglares, entre otros.

El litoral del departamento del magdalena se caracteriza por presentar zonas bajas, especialmente aquella zona perteneciente al parque vía isla salamanca, donde aparecen ecosistemas lagunares y zonas de manglar, ambos en peligro por la evolución de la erosión costera.

En numerosos estudios se determinó que la zona de vía parque isla de salamanca, es una de las zonas más afectadas por la erosión costera en el caribe colombiano, teniendo zonas en alto riesgo de desaparición (Posada & Henao 2008). Una de ellas es el sector conocido como kilómetro 19, en los cuales los procesos erosivos se manifiestan actualmente en la completa desaparición de la playa, llegando al límite de la carretera que comunica las ciudades de santa marta y barranquilla, donde el gobierno ha implementado acciones de contención a dichos procesos que solo constituyen soluciones momentáneas. Es por ello que el presente trabajo, busca explicar los diversos procesos asociados a la erosión y las causas del mismo en el área de estudio.

MARCO TEÓRICO

Un sistema litoral suele definirse como un límite geográfico, comprendido entre la zona de transición del límite terrestre y el medio marino, en la cual interactúan zonas poco sumergidas donde las olas tienen efectos con aquellas zonas de salpicaduras (Posada & Henao 2008). Este tiene una morfología variable, dependiendo del lugar donde se encuentre y por supuesto, de la geología de la zona. Por lo tanto estos sistemas se ven frecuentemente afectados por condiciones climáticas y naturales en general, que modifican, en ocasiones cíclicamente, la morfología de los mismos, pero también pueden afectarlos de forma permanente, dependiendo de los factores que influyan en su modificación (Kokot 2004).

Es la dinámica litoral, quien juega un papel crucial en las condiciones cambiantes del sistema, donde elementos climáticos marinos, principalmente, forman parte de la normal evolución del mismo. Éstos elementos climáticos influyen directamente en el transporte y constante movimiento de sedimentos, siendo el oleaje el principal factor asociado a la dinámica litoral, pues influenciado por la acción del viento, adquiere gran cantidad de energía que dependiendo de la intensidad de la misma, puede causar modificaciones muy marcadas a mediano o largo plazo (Deser et al. 2010).

Para que un sistema litoral se mantenga, se hace necesario que el aporte de sedimentos, sea proporcional a la perdida de los mismos, de manera que se pueda sustituir toda la cantidad de material que es removido por acción de las corrientes u oleaje. A su vez, la fuente de material sedimentario es un factor a considerar dentro de la dinámica costera, ya que esta puede presentarse en grandes cantidades y a una velocidad considerable (Bertola 2006). También puede que el material se deposite paulatinamente en cantidades menos abundantes y a velocidades variables. En ambos casos, la restitución de manera natural es efectiva si no está afectada por cambios en el medio dinámico. En este último caso, el aporte sedimentario se ve obstruido y por lo tanto el litoral no recibe la cantidad suficiente que restituya la perdida normal de sedimento, derivando en eventos erosivos donde se registra la pérdida de la línea de costa (Liu & Losada 2000). Lo anterior suele ocurrir en periodos de tiempo relativamente cortos, de unos pocos años.

Un balance sedimentario en una playa, definido en términos de erosión – sedimentación, registra el aporte de sedimento, el cual puede provenir, de un rio u otros afluentes, la acción eólica y la deriva litoral, esta última es definida como el aporte sedimentario por acción de las corrientes litorales. En tanto, las alteraciones de la dinámica litoral y por ende de su normal desarrollo, se ven afectados según la modificación de un agente climático y puede derivar entonces en procesos cíclicos como la modificación en la estructura de una playa (Lizano 2007).

En conjunto, el efecto de las mareas, corrientes y oleaje, además de la acción eólica, pueden provocar cambios significativos en el sistema litoral. Estos significan agentes erosivos a gran escala donde los sistemas rocosos reciben también una modificación relevante. El oleaje es el principal agente modificador, donde influye tanto en magnitud como en dirección y está condicionado por la acción del viento, quien se encarga de aportar energía al sistema y por lo tanto una modificación continua y variable, además de difícil de predecir (Phillips, Rees & Thomas 2013).

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