El Desarrollo Humano

• ¿Cómo explicas el desarrollo de la personalidad según la metáfora del árbol?

Según esta metáfora, nuestra personalidad puede ser completamente comparada con un árbol, teniendo así, un equivalente de nuestras características con las del árbol, metafóricamente hablando.

Así, el terreno representará el entorno social que nos rodea, en el que creceremos y nos desarrollaremos. Si la tierra es rica en nutrientes el árbol tendrá mayores posibilidades de sobrevivir y de destacar de los árboles que crecen en tierras secas e infértiles, así pasa con la naturaleza de la sociedades, ya que si es una sociedad desarrollada el individuo tendrá mayores posibilidades de destacar y por ende de desarrollarse.

Luego encontramos la raíz, la cual es la base del árbol, y que en nosotros representaría nuestra educación y nuestros valores, ya que estos factores y características son la base de nuestra personalidad.

Posteriormente, tenemos al tronco, el cual es la continuación de la raíz, por lo que es la parte más significativa del árbol, la más expuesta al exterior, de esta manera es la parte más fuerte y característica de la persona, si hay un tronco delgado, se podría decir que la persona entonces, tendría problemas de personalidad y no podría relacionarse plenamente con su entorno, y probablemente el peso de las ramas lo vencería y terminaría por caer.

Luego encontramos las ramas, las cuales representan la interpretación de los principios y el comportamiento, por lo que son una de las partes con las que el árbol mas interactúa con la naturaleza y una de las partes más expuestas.

Al final encontramos a las hojas, las cuales representan nuestros sentidos, o sea, como percibimos nuestro entorno.

• El “YO” Biopsicosocial.

El ser biopsicosocial es el “yo” integral, o sea la reunión de todas sus partes, lo que significa que en este punto convergerán las características biológicas, psicologías y sociales de la persona en cuestión

El yo biológico, que es el que se ve claramente y el que de forma más sencilla puede notarse, es el organismo; Este necesita atención y cuidado para poder desarrollar sus capacidades y convertirlas en habilidades, las cuales definirán gran parte de nuestra personalidad.

El “yo” psicológico, que es la parte interna se divide en tres: lo emotivo, la mente y el espíritu. Las cuales son explicadas a continuación

La parte emotiva es la que lleva al individuo a conocerse; es a través de estados de ánimo, sentimientos y emociones, como se da cuenta que existe. La mente es lo que define al ser humano como persona y lo que nos da el toque único a cada individuo. Por otra parte el espíritu define la parte de nuestras creencias y de hacia dónde está orientada nuestra fe.

El “yo” social puede expresarse a través de los papeles o roles que vive el individuo como hermano, amigo, padre, madre, vecino, alumno, maestro, empleado, jefe, etc. Al relacionarse el ser humano, trasciende a través del yo social, pero no de lo que él cree, sino de lo que en realidad es. Es la parte de la personalidad con la que nos relacionamos con los demás individuos. Es con lo que convivimos con los demás.

En conclusión, el “YO” biopsicosocial, es lo que somos nosotros, desde nuestro aspecto físico hasta nuestra parte emocional, es todo lo que hacemos y decimos, lo que nos define como personas únicas e irremplazables.

• La adaptación

La adaptación es un proceso de ajuste o acomodo de un ser vivo a un nuevo ser, ambiente o circunstancia. Estos cambios suceden por agentes internos o externos.

También puede definirse como el conjunto de cambios y modificaciones de un organismo viviente para ajustarse a un ambiente, en este caso sociedad o medio en el que se desempeña.

La adaptación es un proceso de acomodación o ajuste de una cosa, u organismo, o hecho; a otra cosa, ser o circunstancia. Son cambios que se operan en algo, con motivo de agentes internos o externos. En el primer caso por ejemplo puede alguien adaptarse a convivir con su nuevo modo de pensar; y en el segundo adaptarse a vivir con menos dinero por haberse quedado sin trabajo; en ambos casos significa un cambio de actitud o de conducta.

La adaptación social significa los cambios que deben operarse en una persona originados en las distintas circunstancias que se modifican en su entorno humano y las exigencias que ese medio le impone. La persona deberá adaptarse a cumplir con las normas de usos y costumbres, morales y sobre todo jurídicas, si quiere ser considerado un miembro útil y no marginal. En este caso será un desadaptado social.

En las primeras etapas de la vida es muy común que los bebés requieran de un proceso de adaptación para convivir con otros niños y adultos fuera de su entorno familiar. Esto ocurre cuando los niños deben concurrir a guarderías, o en su ingreso a la escolaridad.

En la naturaleza, los seres vivos deben adaptarse a las circunstancias de su medio. Esto se logra luego de largos períodos y permite la supervivencia de las especies.

Según la intensidad con que el individuo se conforma a las expectativas del grupo, suelen distinguirse tres pasos:

• El acatamiento: en que las acciones públicas del sujeto se ajustan a la norma, pero sus opiniones y acciones privadas no se ven afectadas.

• La identificación: en que el individuo hace suyos los principios y normas del grupo en el ámbito y período acotado al que pertenece a él, pero la asimilación no es duradera.

• Y la internalización: en que el sujeto acepta como propios los principios de juicio y evaluación codificados en las normas del grupo.

• Confianza en si mismo.

La confianza en sí mismo es una actitud que permite a los individuos tener una visión positiva acerca de ellos mismos. Es el grado en que una persona cree posible la realización de ciertas acciones por sus propios medios y cualidades personales

Las personas que confían en sí mismos creen en sus habilidades, sienten que tienen control sobre sus vidas y creen que son capaces de hacer lo que planean y esperan. Se creen capaces de lograr sus metas, pero sin confundirse ni engañarse a ellos mismos, ya sea con cualidades que no tienen, o creyendo que no tienen las cualidades que en verdad tienen.

Tener confianza en sí mismo no significa que se pueda hacer todo. Las personas que confían en sí mismas tienen expectativas realistas. Incluso cuando sus intereses no se cumplen, ellos continúan siendo positivos y aceptan su manera de ser. Es decir se aceptan tal y como son y sacan provecho de ello, por lo que se ven beneficiados

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