El Valor Del Dinero A Través Del Tiempo
Enviado por monikRosa • 26 de Julio de 2014 • 1.628 Palabras (7 Páginas) • 283 Visitas
EL VALOR DEL DINERO A TRAVES DEL TIEMPO
Sin lugar a dudas, todos conocemos el dinero, y sabemos que por sí mismo, no significa nada, pero que está representado por monedas y billetes que nos sirven para intercambiar por productos y servicios y si bien no es la felicidad, representa una excelente alternativa para poder lograr muchas de nuestras metas y proyectos, y mejor aún, cubrir las necesidades básicas (y las no tan básicas también).
Para poder cuidarlo, primero tenemos que aprender qué sucede con el dinero a través del tiempo, y explicar algunos conceptos importantes.
En primera instancia, vamos a comentar que podemos diferenciar a un billete (o moneda) de otro por su valor nominal; es decir, el valor que aparece impreso o grabado dentro del mismo billete y que nos indica con qué cantidad de dinero disponemos para efectuar nuestros diversos gastos.
En México, a partir de los años 90’s el Banco de México ha adoptado la política de emitir los billetes en diversos tamaños, colores y materiales de acuerdo a su propio valor nominal, para con ello, facilitar su rápida identificación y su curso legal, logrando disminuir significativamente los errores; ¿quién no se ha equivocado al dar un billete de $500 por uno de $100 alguna vez?
Ahora consideremos que tenemos un billete nuevo, precioso de $500. Está tan bonito que lo guardamos en un cofre durante 5 años olvidándonos de él. Cuando abramos el cofre y saquemos nuestro precioso billete, nos daremos cuenta de que éste se habrá conservado intacto, que seguirá luciendo majestuosamente su valor nominal y que orgulloso portará la leyenda “páguese $500 al portador”. Sin embargo, sabemos que esos $500 que guardamos hace tiempo rendían más; podíamos comprar más cosas de las que se adquirirían pasados 5 años; es decir, el dinero ha perdido parte de su poder adquisitivo.
Inflación.
Esta palabra refiere a que todos los bienes de consumo y servicios que necesitamos en nuestra vida cotidiana, sufren de un incremento paulatino y generalizado en sus precios por diversas razones, entre las cuales podemos señalar al menos las siguientes:
a) Incremento que los comerciantes obtienen de sus propios proveedores en los insumos que utilizan para la elaboración de sus artículos.
b) Devaluaciones abruptas de la moneda con respecto a otras divisas, como el dólar.
c) El afán excesivo y desmedido de los comerciantes por el lucro, que puede ser una verdadera ambición por generar más ingresos al re-etiquetar indiscriminadamente las mercancías en forma arbitraria.
d) Alzas en el precio de los combustibles, lo cual origina que todas las mercancías, paulatinamente, vayan incrementando su valor.
A este fenómeno de alza de precios, le llamamos inflación.
La medición se hace sobre una serie de bienes y servicios que conforman la llamada canasta básica que se constituye por los productos que en promedio consumen las familias mexicanas a lo largo y ancho del territorio nacional. El resultado de esa medición (incrementos o disminuciones en precios) se ve reflejado en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) que es publicado quincenalmente por el propio Banco de México.
Sobre este tema se ha comentado bastante; incluso, se tiene la idea de que dicha inflación está mal calculada y que no refleja la realidad cotidiana a la que se enfrentan las familias mexicanas.
La creencia popular es que se tiene contemplada solo una “canasta básica” conformada por alimentos en su mayoría; que la inflación “oficial” no cuadra con los incrementos de los alimentos a la hora de ir y hacer las compras en el súper cada fin de semana. La gente comenta: “el gobierno dice que la inflación es del 6%, pero el aguacate subió un 40%”.
Y así como muchos alimentos, como frutas y verduras principalmente, sufren modificaciones sustanciales prácticamente de un día para otro debido a la estación del año, muchos otros artículos también bajan de precio por ser de temporada.
Sin embargo, debemos tener mucho cuidado al elegir entre las diversas alternativas que se anuncien en el mercado, para escoger las que nos ofrezcan un rendimiento que se encuentre por arriba de la inflación, ya que siempre que vayamos a invertir nuestro dinero en algún instrumento de ahorro, debemos contemplar que la tasa de interés:
a) Sea mayor a la inflación.
Si la inflación es, por ejemplo, del 5% y el banco nos ofrece una tasa del 3.5%, ¡definitivamente estamos perdiendo tiempo y dinero! nuestro dinero, en vez de generar una ganancia, se está consumiendo.
Si el banco nos llega a ofrecer una tasa de interés del 5%, es decir que fuera igual a la inflación, aparentemente estaríamos conservando nuestro dinero, sin embargo, hay que considerar que los bancos cobran comisiones que en ocasiones pueden llegar a ser elevadas, lo cual implicaría nuevamente que estaríamos perdiendo poder adquisitivo.
Finalmente, si logramos conseguir una tasa superior a la inflación, estaríamos logrando nuestro objetivo. Aquí cabe señalar que, para que esto sea posible, la mayoría de los bancos piden montos considerables de dinero o nos castigan la disponibilidad del mismo a plazos preestablecidos.
b) Implique una sobre tasa o premio financiero atractivo.
Si logramos que nuestro dinero preserve su valor y no sea erosionado
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