El sujeto neuronal: aportaciones para una pedagogía de la posibilidad

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Introducción.

Hablar del ser humano es hablar de su unidad de origen, la célula, para poder comprender su evolución y adaptación, esta adaptación es lo que le ha permitido cambiar su entorno físico y social, es entonces que se puede entablar una relación estrecha entre la composición física-biológica del ser humano y  la manera en que se ha apropiado del medio físico para crear su propia realidad psicológica y social,  es así como cada individuo desarrolla una personalidad única e irrepetible.

Es importante analizar y entender la manera en cómo funciona el cerebro humano y la capacidad de autorregularse así mismo,  creando o destruyendo  las conexiones necesarias para asegurar la supervivencia y adaptación del organismo, y como esta capacidad puede ser aprovechada en el ámbito educativo  de manera que influyan en un desarrollo óptimo de los individuos, con base en la reconstrucción dinámica de  sus estructuras mentales.

Justificación.

Saber y conocer  la capacidad del ser humano desde, desde diferentes perspectivas; químicas, biológicas, psicológicas y sociales; abre múltiples ventanas de oportunidad  para crear las estrategias  que ayuden a fortalecerlo en sus capacidades cognitivas y educativas, partiendo del análisis adecuado de una de sus características más importantes e inherente al ser humano: la plasticidad, siendo pieza fundamental en la dialéctica entre la relación del hombre biológico y el hombre psicosocial.

Desarrollo.

Todo ser vivo está compuesto por células, las cuales están cubiertas por membranas sensibles que separan su composición química del medio externo. A  lo largo de la historia de la evolución de los seres vivos,  sus cuerpos han ido modificándose hasta formar estructuras más complejas, que permiten resguardar las composiciones químicas de la célula de las perturbaciones del exterior, siendo esas mismas perturbaciones responsables de la especialización de ciertas células para ser receptoras  de las señales del ambiente, estas células especializadas son las encargadas de crear una red de comunicación que de manera constante recibe estímulos  del medio y ha permitido generar estructuras nuevas sobre las ya existentes, permitiendo así,  el desarrollo de cada especie dependiendo del medio en el que se desarrolle.

No es exactamente posible saber qué factores influyeron para que el cerebro humano se desarrolle de la manera en que lo hizo, pero, sabemos que ese necesario y continuo cambio en la formación de nuevas estructuras de comunicación celular dio origen a la especialización de ellas, en este caso particular de las células neuronales, que fueron evolucionando en cada especie  mediante un proceso de selección natural, transmitiendo cuidadosamente características particulares de generación a generación durante miles de años.

Esta posibilidad cambiante en la manera de comunicación que existe en las células, específicamente en las que evolucionaron para formar el cerebro, la sincronización  y coordinación entre las neuronas, llamada sinapsis1,  es lo que hoy se conoce como plasticidad2  “La plasticidad cerebral se refiere a la capacidad del sistema nervioso para cambiar su estructura y su funcionamiento a lo largo de su vida, como reacción a la diversidad del entorno”. (James, 1890)

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En este punto, se puede decir que los seres vivos por el hecho de estar conformado por células tienen la capacidad de obtener información del exterior y crear las condiciones necesarias para adaptarse a él, partiendo de esa base, el exterior juega un papel importante en el desarrollo del conocimiento del ser humano, ya que desde el nacimiento está expuesto a diversas sensaciones que van causando que esa maravillosa característica quimico-biologica, genere explosiones sinápticas3 (Lewis, 2005), que es mayor en los primeros años de vida.

Esta plasticidad, derivada de la sinapsis3,  tiene gran influencia en el campo psicológico del ser humano, ya que desde el punto de vista de la psicología existen tres tipos de plasticidad; “La plasticidad experience-independent (independiente de la experiencia) es aquélla en que los cambios en el cerebro no se producen como resultado de la influencia del medio o de los cambios en el exterior, el cerebro se remodela a sí mismo espontáneamente” (Black y Greenuogh, 1997). El cerebro tiene la capacidad de sobre-poblarse de neuronas, esperando que los estímulos del medio modifiquen las estructuras, tiempo después destruye aquellas conexiones que no son útiles.

El segundo  tipo de plasticidad es “Experience-expectant (Experiencia expectante) este tipo de plasticidad se presenta cuando el cerebro usa las entradas provenientes del exterior para cambiar su estructura o desarrollarse” (Black y Greenuogh, 1997), La cual por lo regular se da en los primeros meses de vida y de ahí la importancia de los primeros estímulos del ser humano, y que pueden afectar la evolución del cerebro de manera normal.

El tercer tipo de plasticidad es el Experience-dependent (dependiente de la experiencia), “la cual radica en ciertas características del cerebro que no necesitan la experiencia para desarrollarse, pero que, sin embargo, pueden ser cambiadas o modificadas por ésta” (Black y Greenuogh, 1997). En otras palabras si dos estímulos aparecen siempre juntos, las neuronas que los recepcionan  fortalecerán sus conexiones, es esta característica donde la plasticidad permite el aprendizaje, y de la misma manera donde radica la diferencia de una persona a otra, ya que, estos estímulos crean redes de interconexión diferentes en cada cerebro, haciendo único a cada individuo. [pic 3]

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