Emosiones En La Educacion Primaria

SOBRE LAS EMOSIONES EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA.

Pascal asegura que el corazón conoce razones que la misma razón ignora. La escuela debe educar de una forma integral, para ello debe crear un ambiente que acoja a los alumnos y a las alumnas como un todo, debemos evitar el caes en la tentación de colocar la razón en un lado y en el otro las emociones. Somos un todo indisoluble y las emociones afectan la razón. Nuestra tarea como maestros y como personas consiste en facilitar la reflexión sobre la lógica que guía las emociones, que es diferente a la que guía la razón y que ambas son necesarias. La razón deberá de partir de las primeras etapas de la vida.

El camino se inicia en el conocimiento que nos debe conducir a encontrar el equilibrio necesario para avanzar. Del conocimiento y del equilibrio nacerá el cambio.

Todos somos de una determinada manera, pero podemos cambiar, llegar a aceptar estos cambios y valorar las emociones de los otros, que pueden ser iguales o diferentes a los otros, que pueden ser iguales o diferentes a la nuestra.

La empatía, la capacidad de ponernos en el lugar del otro, puede ser una solución a muchos de los problemas que padecemos. No se trata de suprimir el campo emocional sino de conocer la influencia que tiene en nuestras vidas. El conocimiento emocional nos hará más libres y, siendo más libres, permitiremos que los demás lo sean también.

Aprender a ser y aprender a convivir significa, entre otras cosas, aprender a aceptarnos, aprender a aceptar que podemos y también debemos cambiar para que aprendamos a aceptar a los demás y colaborar en los cambios necesarios para que seamos mejores.

Nuestra labor como educadores consiste en ayudar a que el niño o la niña entiendan que en muchas ocasiones el fracaso no es otra cosa más que un error. Debe ser motivo de reflexión de los maestros aquellos niños y niñas que no acostumbran expresar sus emociones, son los niños a los que llamamos grises por el hecho de que son tranquilos, cumplen con sus tareas, son los que suelen no dar trabajo, siempre están en silencio y parecen no existir. Acercarnos a estos niños con respeto e intentar conocerlos es una obligación profesional que no podemos abandonar en la cuneta por que nos resulte más cómodo, si no lo contrario es cuando más debemos acercarnos a ellos para conocer sus cualidades.

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