Ensayo Sobre La Crítica Antiautoritaria.pdf
Enviado por marcoalfosno • 25 de Noviembre de 2012 • 2.128 Palabras (9 Páginas) • 1.413 Visitas
LA CRÍTICA ANTIAUTORITARIA
Se entiende como crítica antiautoritaria a la defensa de la libertad frente a la imposición de las instituciones o personas. El movimiento antiautoritario en pedagogía engloba distintas teorías educativas, toma sus raíces de la ideología anarquista, concretándose en una educación integral, racional, libertaria y mixta, que tiene como objetivo final la consecución de personalidades libres y autónomas, que contribuyan a su vez a la edificación de una sociedad de iguales características.
Dicho movimiento ha implicado en su trayectoria histórica, un compromiso ideológico de transformación social. Este encauza sus críticas hacia las actitudes en educación, más que hacia los métodos y los contenidos, y defiende un cambio actitudinal por parte del maestro y de la institución educativa misma, que propicie el surgimiento de nuevas relaciones y nuevas alternativas, por primera vez la educación adquiere una nueva perspectiva, de ser un proceso de transmisión de conocimientos pasa a ser una actividad terapéutica.
Los autores más importantes y representativos de este la crítica antiautoritaria son entre otros: Francisco Ferrer Guardia, Alexander S. Neill y Carl R. Rogers, los cuales coinciden en su oposición al autoritarismo escolar, y a las relaciones y métodos autoritarios, así como en su defensa de la libertad del niño frente al educador y a la escuela. La enseñanza en la escuela debe facilitar los medios y los recursos para el crecimiento y desarrollo del niño. El crecimiento del niño se rige por sus propias reglas y su desarrollo es espontáneo, por lo tanto, esto no se puede dar en el marco de unas relaciones directivistas y autoritarias. Proponen la libertad como principio y fin. Se considera que es la intervención adulta y la influencia de la cultura, la que distorsiona y envilece el desarrollo natural y espontáneo del niño. La ampliación de los espacios de libertad y la defensa de la participación son uno de los muchos focos de ideas pedagógicas de los que se impregna el siglo XX.
2
FRANCISCO FERRER GUARDIA, pedagogo español, es el máximo exponente y creador de la Escuela Moderna, que nace en Barcelona en septiembre de 1901, en una España que en 1910 contaba con un índice de analfabetismo que estaba cerca del 59% y que tenía a la Iglesia Católica como principal protagonista de la actividad docente desarrollada en territorio estatal. No podemos sorprendernos de que las escuelas de la época se caracterizaran por la brutalidad de la represión física y el adoctrinamiento católico. Frente a estas realidades, la Escuela Moderna adopta muchos de los principios pedagógicos más avanzados de la época a los que añade los fundamentos del anarquismo y del librepensamiento.
“Considérese lo que se hace al presente: fuera de las necesidades del niño se ha elaborado un programa de conocimientos que se juzgan necesarios a su cultura, y, de grado o por fuerza, sin reparar en los medios, es preciso que los aprenda. Pero únicamente los profesores comprenden ese programa y conocen su objeto y su alcance, no el niño”.1
Ferrer, a través de la obra editada por Anselmo Lorenzo, La Escuela Moderna, nos ha legado algunas reflexiones sobre esos fundamentos que pretendieron sostener la actividad de este proyecto y que resumiremos del siguiente modo: Enseñanza mixta.- En la mayoría de las escuelas de la época se separaba a los alumnos según su sexo. Esto era el reflejo del fanatismo religioso y su patriarcado radical que marcaba unos determinados roles de género: la mujer se debía al hombre, con el papel de reproductora y pilar de la vida familiar. Ferrer apuesta por la coeducación de sexos como instrumento de combatir la absurda desigualdad entre mujeres y hombres. Importancia de la higiene.- Los documentos de la época narran que la suciedad en las escuelas, y no sólo en las escuelas, era tal que los niños iban allí a contraer enfermedades. Por ello, el movimiento higienista del que
1 F. FERRER. La Escuela Moderna. Tusquets. Barcelona. 1976. p. 212
3
la Escuela Moderna participa en cierto modo se preocupa de combatir la superstición de la suciedad secularmente alimentada por la Iglesia gracias a su mensaje de despreocupación por lo físico y terreno frente al alma y lo sobrenatural.
Valor del juego en el proceso de aprendizaje.- Frente a los modelos de enseñanza donde se impone el aburrimiento y se reprime cualquier método lúdico de aprendizaje Ferrer señala la importancia del juego como forma de libre desarrollo. Enseñanza racionalista.- Frente al asfixiante dominio que ejercía la Iglesia católica sobre la vida cotidiana del pueblo con su moral y su visión del mundo, Ferrer cree que la Ciencia será la base sobre la que se construirá el nuevo hombre libre.
La coeducación de clases sociales.- Éste ha sido uno de los aspectos más criticados por muchos seguidores de Ferrer y por otros militantes anarquistas de la época. El pedagogo catalán construye una escuela en cuyas entrañas no hay clases sociales como debiera ser la escuela y la sociedad futura. Si bien algunos críticos e intérpretes de la Escuela Moderna muestran algunas contradicciones de la práctica de la coeducación de clases en esta escuela barcelonesa. Rechazo de premios y castigos.- El sinsentido de los castigos y su abuso de gran valor antieducativo y la utilización de premios que promueven entre otros valores la vanidad o la frustración son rechazados.
La enseñanza integral, según Kropotkin, es:
4
“La que por el ejercicio de la mano sobre la madera, la piedra y los metales habla al cerebro y le ayuda a desarrollarse. Se llegará a enseñar a todos el fundamento de todos los oficios lo mismo que de todas las máquinas (…). Se deberá llegar a la integración del trabajo manual con el trabajo cerebral” 2
ALEXANDER S. NEILL Fue un educador progresista escocés, en 1927 funda una curiosa y rara escuela, situada en el sur de Inglaterra, llamada Summerhill. Funciona de forma legalizada como escuela privada donde los niños y niñas pueden escolarizarse desde los cinco hasta los dieciséis años de edad.
Las ideas que Neill tenía para su escuela partían de dos principios antropológicos que sitúa al principio y al final de su tarea como educador: en el inicio coloca la firme convicción de que todos los seres humanos somos buenos, durante todo el proceso, y como logro final de la educación habla de felicidad y bondad. La bondad es el fundamento de la educación y la felicidad es sin duda su finalidad. De ahí que en Summerhill todo transcurre de forma diferente a lo que entendemos como escuela tradicional. Allí se desarrolla una educación basada en el amor y
...