Ensayo sobre la corteza prefrontal Corteza prefrontal: Ubicación, estructura, métodos de estudio y Principales patologías.

Corteza prefrontal: Ubicación, estructura, métodos de estudio y Principales patologías.

Julio César Martínez Soto

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El cerebro es una maravilla y a la vez una incógnita de cómo trabaja, una parte importante de éste es la corteza prefrontal, ubicada en la parte posterior del lóbulo frontal, teniendo como principales aspectos mentales, el participar en funciones cognitivas superiores, como la atención, memoria y percepción de las cosas, así como la imaginación entre otras y a la vez siendo una parte del cerebro que en la actualidad se tiene conocimiento con diferentes patologías, especialmente la esquizofrenia, que es uan enfermedad cerebral relacionada con la corteza prefrontal y que se sigue estudiando con los nuevos avances en la tecnología.

El interés clínico por los mecanismos neurológicos que permiten al ser humano tomar decisiones adecuadas a sus circunstancias se remonta al menos a la segunda mitad del s. XIX, a partir del famoso caso de la lesión frontal de Phineas Gage, un empleado ferroviario al que un barreno le atravesó en 1848 la parte anterior del cráneo, penetrando por el pómulo izquierdo y saliendo por encima de la frente, con una trayectoria que afectó probablemente a la zona ventromedial pero no a la dorsolateral del lóbulo frontal (Damasio, Grabowski, Frank, Galaburda y Damasio, 1994)

El cerebro puede dividirse en 4 pares de lobulos: occipitales, los parietales, temporales y frontales, siendo estos los más grandes, pues estos: “contienen a las cortezas motoras (área 4 de Brodmann), la premotora (6 de Brodmann), la motora suplementaria (parte medial de la 6), la motora suplementaria (parte medial de la 6), la premotora (6 de Brodmann) y la prefrontal” (Guevara, Hernandez y Duran, 2004, p. 14), ubicada en la parte más anterior y considerada como “la de asociación de los lobulos frontales” (Guevara, Hernandez y Duran, 2004, p. 14).

La croteza prefrontal se ha definido como “toda aquella región de la corteza que recibe proyecciones del talamo mediodorsal” (Guevara, Hernandez y Duran, 2004, p. 14), y, en los humanos contrubuye cerca de la trecera parte de la neocorteza. La corteza prefrontal comprende las áreas “8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 24, 32, 46, y 47 de acuerdo a la clasificación de Brodmann” (Guevara, Hernandez y Duran, 2004, p. 15), de acuerdo con Furser y Brown  la corteza prefrontal puede subdividirse en 3 regiones principales: orbital, medial y dorsolateral.

Se menciona que “la corteza prefrontal participa en funciones cognitivas superiores, entre ellas la memoria, la planeación y el juicio. También es indispensable para la motivación normal y las habilidades interpersonales y conducta social” (Fox, 2011, p. 221), el cual para desempeñar estas tareas variadas, la corteza prefrontal tiene muchas conexiones con otras partes del encéfalo, y  diferentes regiones de la corteza están especializadas a lo largo de líneas diferentes.

La corteza prefrontal forma parte de la cara anterior del cerebro humano y se considera que participa en las funciones ejecutivas, la atención y la memoria de trabajo. El área puede ser subdividida en regiones que contribuyen basándose en determinadas características anatómicas de la superficie. “Se ha demostrado que algunas funciones mentales y rasgos patológicos están relacionadas con estas subregiones específicas” (Buchanan & Pearlson, 2005, p.95), la obtención de imágenes cerebrales in vivo ha beneficiado considerablemente el campo de la investigación.

Pacientes con daño el esta área, revelan que las funciones de la corteza prefrontal lateral tiene diferentes funciones al área orbitofrintal. “El área orbitofrontal de la corteza prefrontal parece concebir la capacidad para experimentar de manera consciente el placer y recompensa” (Fox, 2011, p. 221), las cuales provienen de aferencias de todos los sentidos (gusto, olfato, tacto, visión, sonido y otras) y tiene conexiones con el sistema límbico. Las conexiones entre el área orbitofrontal, la amígdala y la circunvolución cirgulada tienen una importante función para la recompensa emocional así como para la conducta dirigida hacia objetivo.

Las personas que presentan un daño en el área prefrontal lateral de la corteza precentral muestran la falta de motivación así como del deseo sexual, también muestran funciones cognitivas precarias. En cambio, las personas con una lesión en el área orbitofrontal de la corteza prefrontal, mantienen la mayor parte de las funciones de memoria y cognición preservadas, pero son personas que presentan mayormente conductas impulsivas graves cercano a lo sociópata.

La zona ventromedial de la corteza prefrontal está situada en la parte ventral del prefrontal (parte de las áreas 10, 11, 12 y 47 de Broadmann). Su importancia funcional es evidente si consideramos la variedad y complejidad de sus conexiones con otras áreas cerebrales. “En particular, es la única área prefrontal que posee densas conexiones recíprocas con la amígdala” (Barbas, 2000, p. 319), una estructura relacionada de forma consistente con el aprendizaje emocional, la modulación emocional de la memoria y el reconocimiento de expresiones emocionales (Phelps y LeDoux, 2005).

Además, la zona ventromedial de la corteza prefrontal es la única área prefrontal que envía un número significativo de aferencias a los centros visceromotores del hipotálamo, lo que le permite controlar la expresión autonómica de las emociones. “La cara medial de la corteza prefrontal establece conexiones directas con núcleos del tronco cerebral que controlan la musculatura laríngea implicada en la fonación, lo que puede permitir a esa región cortical la modulación emocional de la expresión verbal” (Barbas, 2000, p. 325).

Gracias a su ubicación anatómica, la zona ventromedial de la corteza prefrontal puede encargarse de la modulación emocional de la actividad cognitiva, “desempeñando un papel de intermediaria entre las estructuras cerebrales responsables de la cognición y las que controlan las emociones” (Contreras, Catena, Cándido, C. Perales y Maldonado, 2008, p. 287).

Una lesión en ésta zona, siendo la que regula el aprendizaje emocional, la modulación emocional de la memoria y el reconocimiento de expresiones emocionales,

 “producen un conjunto de síntomas que incluye:

a) dificultades en la planificación de actividades cotidianas y en la toma de decisiones;

b) alteraciones anímicas; y

c) disminución apreciable de la competencia social y deterioro de la conducta sexual

Sin embargo, permanecen relativamente intactas las capacidades ejecutivas, de resolución de problemas formales, de lenguaje y de memoria” (Contreras, Catena, Cándido, C. Perales y Maldonado, 2008, p. 288).

La esquizofrenia en una enfermedad del cerebro; se han reportado un sinnúmero de alteraciones anatómicas y funcionales en distintas estructuras y sistemas, utilizando diversas técnicas y pruebas neuropsicológicas. Mediante estas técnicas se han encontrado alteraciones anatómicas y funcionales en las áreas dorsolaterales de los lóbulos frontales, asociadas con dificultades en la realización de tareas que implican funciones ejecutivas. Así, se ha descrito una reducción selectiva en la corteza prefrontal en sujetos esquizofrénicos. En estudios post mortem se han encontrado evidencias que

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